Plan de cuidados de enfermería y gestión de los trastornos convulsivos

Notas

Descripción

  • También se conocen como convulsiones, ataques epilépticos y, si son recurrentes, epilepsia.
  • Se trata de una alteración súbita de la actividad cerebral normal que provoca distintos cambios en el comportamiento y el funcionamiento del cuerpo. Se cree que son el resultado de descargas eléctricas anormales, recurrentes e incontroladas de las neuronas del cerebro.
  • La fisiopatología de las convulsiones es poco conocida, pero parece estar relacionada con factores metabólicos y electroquímicos a nivel celular.
  • Entre los factores predisponentes se encuentran los traumatismos craneales o cerebrales, los tumores, la cirugía craneal, los trastornos metabólicos (hipocalcemia, hipoglucemia o hiperglucemia, hiponatremia, anoxia);, la infección del sistema nervioso central;, los trastornos circulatorios;, la toxicidad por fármacos;, los estados de abstinencia de drogas (alcohol, barbitúricos); y los trastornos neurodegenerativos congénitos.
  • Las crisis se clasifican como parciales o generalizadas por el origen de la actividad convulsiva y las manifestaciones clínicas asociadas.
    • Crisis parciales simples: manifiestan síntomas motores, somatosensoriales y psicomotores sin alteración de la conciencia.
    • Convulsiones parciales complejas : manifiestan una alteración de la conciencia con o sin síntomas parciales simples.
    • Convulsiones generalizadas : manifiestan una pérdida de conciencia con comportamientos convulsivos o no convulsivos e incluyen convulsiones tónico-clónicas, mioclónicas, atónicas y de ausencia.
  • Las crisis parciales simples pueden evolucionar a crisis parciales complejas, y las crisis parciales complejas pueden convertirse secundariamente en generalizadas.
  • Las convulsiones afectan a todas las edades. La mayoría de los casos de epilepsia se identifican en la infancia, y varios tipos de convulsiones son particulares de los niños.

Causas/factores de riesgo

El origen del 50-70% de los casos de epilepsia es desconocido. A veces, la epilepsia es el resultado de un traumatismo en el nacimiento. Entre estas causas se encuentran la insuficiencia de oxígeno en el cerebro; el traumatismo craneal; la hemorragia intensa o la incompatibilidad entre la sangre de la mujer y la del recién nacido; y la infección inmediatamente antes, después o en el momento del parto.

Modificable:

  • Traumatismo craneoencefálico resultante de un accidente de tráfico, una herida de bala u otra lesión.
  • alcoholismo
  • absceso cerebral o inflamación de las membranas que cubren el cerebro o la médula espinal
  • fenilcetonuria (PKU, una enfermedad que está presente al nacer, a menudo se caracteriza por convulsiones, y puede dar lugar a un retraso mental) y otros trastornos hereditarios
  • enfermedades infecciosas como el sarampión, las paperas y la difteria
  • enfermedad degenerativa
  • envenenamiento por plomo, envenenamiento por mercurio, envenenamiento por monóxido de carbono o ingestión de alguna otra sustancia tóxica
  • suspender repentinamente la medicación anticonvulsiva
  • encefalopatía hipóxica o metabólica (enfermedad cerebral derivada de la falta de oxígeno o del mal funcionamiento de otros procesos físicos o químicos)
  • lesión craneal aguda
  • infección de la sangre causada por la inflamación del cerebro o de las membranas que lo recubren

No modificable:

  • Factores genéticos

Evaluación

  1. Convulsión tónico-clónica generalizada (gran mal)
    • Puede ir precedido de un aura, como una sensación peculiar o un mareo;, y luego la aparición repentina del ataque con pérdida de conciencia.
    • Contracción muscular rígida en fase tónica que aprieta la mandíbula y las manos; ojos abiertos con las pupilas dilatadas; dura de 30 a 60 segundos.
    • Contracción y relajación rítmica y espasmódica de todos los músculos en la fase clónica con incontinencia y espuma en los labios ; puede morder la lengua o la mejilla, dura varios minutos.
    • Estado postictal dormido o aturdido durante varias horas.
  2. Crisis de ausencia («petit mal»)
    • Pérdida de contacto con el entorno durante 5 a 30 segundos.
    • Parece soñar despierto o puede poner los ojos en blanco, asentir con la cabeza, mover las manos o chasquear los labios.
    • Reanuda la actividad y no es consciente de la convulsión.
  3. Convulsión mioclónica (espasmo infantil)
    • Se da en niños o bebés, causada por una patología cerebral, a menudo con retraso mental.
    • Los espasmos infantiles suelen desaparecer a los 4 años, pero el niño puede desarrollar otros tipos de convulsiones.
    • Contracciones breves, repentinas y enérgicas de los músculos del tronco, el cuello y las extremidades.
    • Tipo extensor: el bebé extiende la cabeza, extiende los brazos, dobla el cuerpo hacia atrás en posición de «águila abierta».
    • Los tipos mixtos de flexores y extensores pueden darse en grupos o alternarse.
    • Puede hacer que los niños dejen caer o tiren algo.
    • El bebé puede gritar, gruñir, hacer muecas, reírse o parecer temeroso durante un ataque.
  4. Convulsión motora parcial (focal)
    • Contracciones rítmicas de un grupo de músculos, generalmente de la mano o de la cara.
    • Puede extenderse hasta implicar toda la extremidad, otras extremidades y la cara de ese lado, lo que se conoce como convulsión jacksoniana.
  5. Convulsión somatosensorial parcial (focal)
    • Adormecimiento y hormigueo en una parte del cuerpo.
    • También puede ser una sensación visual, gustativa, auditiva u olfativa.
  6. Convulsión psicomotriz parcial (lóbulo temporal)
    • Puede haber un aura de malestar abdominal o mal olor o sabor.
    • Alucinaciones auditivas o visuales, sensación de déjà vu o sensación de miedo o ansiedad.
    • Pueden producirse movimientos repetitivos sin propósito (automatismos), como hurgarse la ropa, relamerse los labios, masticar y hacer muecas.
    • Dura de segundos a minutos.
  7. Las crisis parciales complejas – comienzan como convulsiones parciales y evolucionan hacia la alteración de la conciencia o el deterioro de la conciencia al inicio.
  8. Convulsión febril
    • Convulsión tónico-clónica generalizada con fiebre de más de 101,8 grados Fahrenheit.
    • Se da en niños menores de 5 años.
    • El tratamiento consiste en disminuir la temperatura, tratar el origen de la fiebre y controlar las convulsiones.
    • El tratamiento a largo plazo para prevenir las convulsiones recurrentes con fiebre es controvertido.

Evaluación diagnóstica

  • El EEG, con o sin monitorización de vídeo, localiza el foco epiléptico, la propagación, la intensidad y la duración, y ayuda a clasificar el tipo de crisis.
  • El TAC o la resonancia magnética identifican la lesión que puede ser la causa de la convulsión.
  • La tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) o la tomografía por emisión de positrones (PET) identifican los focos de convulsiones.
  • Los estudios neuropsicológicos evalúan las alteraciones del comportamiento.
  • Los electrolitos séricos, la glucosa y el examen de toxicidad determinan la causa de la primera convulsión.
  • La punción lumbar y los cultivos de sangre pueden ser necesarios si hay fiebre.

Diagnóstico primario de enfermería

  • Riesgo de traumatismo/sujeción

Intervención terapéutica

  • Cuando se produce una convulsión, el objetivo principal es proteger a la persona de las lesiones. Intente evitar una caída. Acueste a la persona en el suelo en una zona segura. Despeje la zona de muebles u otros objetos punzantes.
  • Acolcha la cabeza de la persona.
  • Afloje la ropa ajustada, especialmente alrededor del cuello de la persona.
  • Ponga a la persona de lado. Si se producen vómitos, esto ayuda a asegurar que el vómito no sea inhalado hacia los pulmones.
  • Busque un brazalete de identificación médica con instrucciones para las convulsiones.
  • Quédate con la persona hasta que se recupere o hasta que tengas ayuda médica profesional. Mientras tanto, controle los signos vitales de la persona (pulso, frecuencia respiratoria).

Intervenciones farmacológicas

  • Los fármacos antiepilépticos (FAE) pueden utilizarse por separado o en combinación para aumentar su eficacia, tratar tipos de crisis mixtas y reducir los efectos adversos.
  • Puede producirse una amplia variedad de reacciones adversas, incluyendo disfunción hepática y renal, alteraciones de la visión, somnolencia, ataxia, anemia, leucopenia, trombocitopenia, síntomas psicóticos, erupción cutánea, malestar estomacal y reacciones idiosincrásicas.

Intervenciones quirúrgicas:

  • El tratamiento quirúrgico del tumor cerebral o del hematoma puede aliviar las convulsiones causadas por éstos.
  • La lobectomía temporal, la resección extratemporal, la callosotomía o la hemisferectomía pueden ser necesarias en los trastornos convulsivos médicamente intratables.

Intervenciones de enfermería

  • Vigilar todo el evento convulsivo, incluyendo los signos prodrómicos, el comportamiento convulsivo y el estado postictal.
  • Controlar el recuento sanguíneo completo, el análisis de orina y los estudios de la función hepática para detectar la toxicidad causada por los medicamentos.
  • Proporcione un entorno seguro acolchando las barandillas laterales y eliminando el desorden.
  • Coloque la cama en posición baja.
  • No sujete al paciente durante la convulsión.
  • No ponga nada en la boca del paciente durante la convulsión.
  • Mantenga una vía aérea permeable hasta que el paciente esté completamente despierto después de una convulsión.
  • Proporcionar oxígeno durante la convulsión si el paciente se pone cianótico.
  • Coloque al paciente de lado durante una convulsión para evitar la aspiración.
  • Proteja la cabeza del paciente durante la convulsión.
  • Enseñar técnicas de reducción del estrés que se adapten al estilo de vida del paciente.
  • Dígale al paciente que evite el alcohol porque interfiere con el metabolismo de los FAE y aumenta la sedación.
  • Animar al paciente a determinar la existencia de factores desencadenantes de las convulsiones, como saltarse comidas, falta de sueño y estrés emocional.
  • Recuerde a la familia la importancia de seguir el régimen de medicación y de mantener las pruebas de laboratorio, las revisiones médicas y los exámenes visuales regulares.
  • Animar al paciente a seguir una rutina de estilo de vida moderada, que incluya ejercicio, actividad mental y una dieta nutritiva.

Directrices para el alta y la atención sanitaria a domicilio

  • Proporcionar la enseñanza al paciente y el alta concerniente:
  • Cuidados durante una convulsión
  • Necesidad de continuar el tratamiento farmacológico
  • Precauciones de seguridad/limitaciones de la actividad
  • Necesidad de llevar la tarjeta de identificación de Medic-Alert
  • Posibles cambios de comportamiento y problemas escolares
  • Disponibilidad de grupos de apoyo/agencias comunitarias
  • Cómo ayudar al niño a explicar el trastorno a sus compañeros


Fuentes:

http://www.nlm.nih.gov
Nursingcrib.com
http://www.Thefreedictionary.com
http://www.themerc.com
NSNA NCLEX-RN Review, 2000 ed.

Plan de cuidados de enfermería

Diagnóstico de enfermería

  • Riesgo de traumatismo
  • Riesgo de asfixia

Los factores de riesgo pueden ser

  • Debilidad, dificultades de equilibrio; reducción de la coordinación muscular, manual u ocular
  • Mala visión
  • Reducción de la sensación
  • Limitaciones cognitivas o alteración de la conciencia
  • Pérdida de la coordinación de los músculos grandes o pequeños
  • Dificultades emocionales

Posiblemente, se evidencie por

  • No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.

Resultados deseados

  • Verbalizar la comprensión de los factores que contribuyen a la posibilidad de traumatismo y/o asfixia y tomar medidas para corregir la situación.
  • Identificar las acciones o medidas a tomar cuando se produce una actividad convulsiva.
  • Identificar y corregir los posibles factores de riesgo en el entorno.
  • Demostrar comportamientos, cambios en el estilo de vida para reducir los factores de riesgo y protegerse de las lesiones.
  • Modificar el entorno como se indica para mejorar la seguridad.
  • Mantener el régimen de tratamiento para controlar o eliminar la actividad convulsiva.
  • Reconocer la necesidad de asistencia para evitar accidentes o lesiones.

Intervenciones de enfermería

  • Determina los factores relacionados con la situación individual, tal como se enumeran en Factores de riesgo, y el alcance del riesgo.
    • Fundamento: Influye en el alcance y la intensidad de las intervenciones para gestionar la amenaza a la seguridad.
  • Tenga en cuenta la edad del paciente, el género, la edad de desarrollo, la capacidad de toma de decisiones, el nivel de cognición o la competencia.
    • Justificación: Afecta a la capacidad del paciente para protegerse a sí mismo y a los demás, e influye en la elección de las intervenciones y la enseñanza.
  • Hay que conocer los diversos estímulos que pueden precipitar la actividad convulsiva.
    • Justificación: El alcohol, varias drogas y otros estímulos (pérdida de sueño, luces intermitentes, ver la televisión durante mucho tiempo) pueden aumentar la actividad cerebral, incrementando así el potencial de actividad convulsiva.
  • Revisar los estudios diagnósticos o las pruebas de laboratorio para detectar deficiencias y desequilibrios.
    • Justificación: Pueden provocar o agravar afecciones, como confusión, tetania, fracturas patológicas, etc.
  • Explorar y exponer los signos de advertencia de las convulsiones (si procede) y el patrón habitual de convulsiones. Enseñar al SO a determinar y familiarizarse con los signos de advertencia y cómo atender al paciente durante y después del ataque convulsivo.
    • Justificación: Permite al paciente protegerse de las lesiones y reconocer los cambios que requieren la notificación al médico y una mayor intervención. Saber qué hacer cuando se produce una convulsión puede evitar lesiones o complicaciones y disminuye la sensación de impotencia del paciente.
  • Utilice y acolche las barandillas laterales con la cama en la posición más baja, o coloque la cama contra la pared y acolche el suelo si las barandillas no están disponibles o no son apropiadas.
    • Justificación: Previene o minimiza las lesiones cuando se producen convulsiones (frecuentes o generalizadas) mientras el paciente está en la cama. Nota: La mayoría de los individuos convulsionan en su lugar y si se encuentran en el centro de la cama, es poco probable que el individuo se caiga de la cama.
  • Educar al paciente para que no fume, excepto mientras esté supervisado.
    • Justificación: Puede causar quemaduras si el cigarrillo se cae accidentalmente durante el aura o la actividad convulsiva.
  • Evaluar la necesidad de un casco protector o proporcionarlo.
    • Justificación: El uso del casco puede proporcionar una protección adicional a las personas que sufren convulsiones recurrentes o graves.
  • Evitar el uso de termómetros que puedan causar roturas. Utilice el termómetro timpánico cuando sea necesario para tomar la temperatura.
    • Justificación: Reduce el riesgo de que el paciente muerda y rompa el termómetro de cristal o sufra lesiones si se produce una actividad convulsiva repentina.
  • Mantener un estricto reposo en cama si se experimentan signos prodrómicos o aura. Explicar la necesidad de estas acciones.
    • Justificación: El paciente puede sentirse inquieto o necesitar deambular o incluso defecar durante la fase aural, con lo que se aleja inadvertidamente de un entorno seguro y de fácil observación. Comprender la importancia de satisfacer sus propias necesidades de seguridad puede mejorar la cooperación del paciente.
  • No dejar al paciente durante y después de la convulsión.
    • Justificación: Promueve medidas de seguridad.
  • Gire la cabeza hacia un lado y succione las vías respiratorias como se indica. Inserte la pieza de mordida de plástico sólo si la mandíbula está relajada.
    • Justificación: Ayuda a mantener la permeabilidad de las vías respiratorias y reduce el riesgo de traumatismos orales, pero no se debe «forzar» ni insertar cuando se aprietan los dientes porque se pueden producir daños dentales y en los tejidos blandos. Nota: No deben utilizarse espátulas linguales de madera porque pueden astillarse y romperse en la boca del paciente.
  • Sujete la cabeza, colóquela en una zona blanda o ayúdele a caer al suelo si está fuera de la cama. No intente sujetar al paciente.
    • Fundamento: Apoyar las extremidades disminuye el riesgo de lesiones físicas cuando el paciente carece de control muscular voluntario. Nota: Si se intenta sujetar al paciente durante la convulsión, los movimientos erráticos pueden aumentar y el paciente puede lesionarse a sí mismo o a otros.
  • Anote la actividad preconvulsiva, la presencia de aura o comportamiento inusual, el tipo de actividad convulsiva (localización o duración de la actividad motora, pérdida de conciencia, incontinencia, actividad ocular, alteración respiratoria o cianosis) y la frecuencia o recurrencia. Anote si el paciente se ha caído, ha expresado vocalizaciones, ha babeado o ha tenido automatismos (relamerse los labios, masticar, hurgarse la ropa).
    • Justificación: Ayuda a localizar la zona cerebral afectada.
  • Proporciona un control neurológico o de las constantes vitales después de la convulsión (nivel de conciencia, orientación, capacidad de cumplir órdenes sencillas, capacidad de hablar;, memoria del incidente;, debilidad o déficit motor;, presión arterial (PA), pulso y frecuencia respiratoria).
    • Justificación: Documenta el estado postictal y el tiempo o la integridad de la recuperación al estado normal. Puede identificar problemas de seguridad adicionales que deben abordarse.
  • Reorientar al paciente tras la actividad convulsiva.
    • Justificación: El paciente puede estar confundido, desorientado y posiblemente amnésico después de la convulsión y necesita ayuda para recuperar el control y aliviar la ansiedad.
  • Permitir el comportamiento «automático» postictal sin interferir mientras se proporciona protección ambiental.
    • Justificación: Puede mostrar un comportamiento (de origen motor o psíquico) que parece inapropiado o irrelevante para el momento y el lugar. Los intentos de controlar o impedir la actividad pueden hacer que el paciente se vuelva agresivo o combativo.
  • Investigar los informes de dolor.
    • Justificación: Puede ser el resultado de contracciones musculares repetitivas o síntoma de una lesión sufrida, que requiere una evaluación o intervención adicional.
  • Detectar el estado epiléptico (una convulsión tónico-clónica tras otra en rápida sucesión).
    • Fundamento: Se trata de una emergencia potencialmente mortal que, si no se trata, puede causar acidosis metabólica, hipertermia, hipoglucemia, arritmias, hipoxia, aumento de la presión intracraneal, obstrucción de las vías respiratorias y parada respiratoria. Se requiere una intervención inmediata para controlar la actividad convulsiva y evitar lesiones permanentes o la muerte. Nota: Aunque las crisis de ausencia pueden convertirse en estáticas, no suelen poner en peligro la vida.

Llevar a cabo la medicación según lo indicado: El tratamiento farmacológico específico depende del tipo de convulsión, y algunos pacientes requieren politerapia o ajustes frecuentes de la medicación.

  • Medicamentos antiepilépticos (FAE): fenitoína (Dilantin), primidona (Mysoline), carbamazepina (Tegretol), clonazepam (Klonopin), ácido valproico (Depakene), divalproex (Depakote), acetazolamida (Diamox), etotoína (Peganone), metsuximida (Celotin), fosfenitoína (Cerebyx);
    • Justificación: Los FAE elevan el umbral de las convulsiones estabilizando las membranas de las células nerviosas, reduciendo la excitabilidad de las neuronas o mediante una acción directa sobre el sistema límbico, el tálamo y el hipotálamo. El objetivo es la supresión óptima de la actividad convulsiva con la menor dosis posible de fármaco y con los menores efectos secundarios. Cerebyx alcanza niveles terapéuticos en 24 horas y puede utilizarse para la carga no urgente mientras se espera a que otros agentes sean efectivos. Nota: Algunos pacientes requieren politerapia o ajustes frecuentes de la medicación para controlar la actividad convulsiva. Esto aumenta el riesgo de reacciones adversas y problemas de adherencia.
  • Topiramato (Topamax), etosuximida (Zarontin), lamotrigina (Lamictal), gabapentina (Neurontin);
    • Justificación: Terapia adyuvante para las crisis parciales o una alternativa para los pacientes cuando las crisis no se controlan adecuadamente con otros medicamentos.
  • Fenobarbital (Luminal);
    • Justificación: Potencian y potencian los efectos de los FAE y permiten una dosis menor para reducir los efectos secundarios.
  • Lorazepam (Ativan);
    • Justificación: Se utiliza para abortar la actividad convulsiva del estado porque es de acción más corta que el Valium y es menos probable que prolongue la sedación posterior a la convulsión.
  • Diazepam (Valium, Diastat gel rectal);
    • Justificación: Puede utilizarse solo (o en combinación con fenobarbital) para suprimir la actividad convulsiva del estado. Diastat, un gel, puede administrarse por vía rectal, incluso en el ámbito doméstico, para reducir la frecuencia de las convulsiones y la necesidad de atención médica adicional.
  • Glucosa, tiamina.
    • Justificación: Puede administrarse para restablecer el equilibrio metabólico si la convulsión es inducida por hipoglucemia o alcohol.
  • Monitorizar y documentar los niveles de fármacos FAE, los efectos secundarios correspondientes y la frecuencia de la actividad convulsiva.
    • Fundamento: El nivel terapéutico estándar puede no ser óptimo para un paciente individual si se producen efectos secundarios adversos o no se controlan las convulsiones.
  • Controla la analítica, los electrolitos y los niveles de glucosa.
    • Fundamento: Identifica los factores que agravan o disminuyen el umbral convulsivo.
  • Prepárese para la cirugía o la implantación de electrodos según se indique.
    • Justificación: El estimulador del nervio vago, la radioterapia de rayos magnéticos u otra intervención quirúrgica (lobectomía temporal) pueden realizarse en el caso de convulsiones intratables o de lesiones epileptógenas bien localizadas cuando el paciente está incapacitado y corre un alto riesgo de sufrir lesiones graves. Se ha informado del éxito de la radiocirugía con rayos gamma para el tratamiento de la actividad convulsiva múltiple que de otro modo ha sido difícil de controlar.

Diagnóstico de enfermería

  • Riesgo de desobstrucción ineficaz de las vías respiratorias
  • Riesgo de un patrón respiratorio ineficaz

Los factores de riesgo pueden ser

  • Deterioro neuromuscular
  • Obstrucción traqueobronquial
  • Deterioro perceptivo o cognitivo

Posiblemente, se evidencie por

  • No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.

Resultados deseados

  • Mantener un patrón respiratorio eficaz con las vías respiratorias permeables o evitar la aspiración.

Intervenciones de enfermería

  • Asegúrese de que el paciente vacíe la boca de dentaduras postizas u objetos extraños si se produce el aura y que evite masticar chicle y chupar pastillas si las convulsiones se producen sin previo aviso.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de aspiración o de que se alojen cuerpos extraños en la faringe.
  • Mantener en posición acostada, superficie plana; girar la cabeza hacia un lado durante la actividad convulsiva.
    • Justificación: Ayuda al drenaje de las secreciones; evita que la lengua obstruya las vías respiratorias.
  • Afloja la ropa del cuello o de las zonas del pecho y del abdomen.
    • Justificación: Ayuda a la respiración o expansión del pecho.
  • Proporcionar e insertar una vía aérea de plástico o un rollo blando según se indique y sólo si la mandíbula está relajada.
    • Justificación: Si se insertan antes de apretar la mandíbula, estos dispositivos pueden evitar que se muerda la lengua y facilitar la aspiración o la asistencia respiratoria si es necesario. El complemento de la vía aérea puede estar indicado tras el cese de la actividad convulsiva si el paciente está inconsciente y es incapaz de mantener una posición segura de la lengua.
  • Succión según sea necesario.
    • Justificación: Reduce el riesgo de aspiración o asfixia. Nota: El riesgo de aspiración es bajo a menos que la persona haya comido en los últimos 40 minutos.
  • Supervise el oxígeno suplementario o la ventilación con bolsa según sea necesario en el período postictal.
    • Justificación: Puede disminuir la hipoxia cerebral resultante de la disminución de la circulación o la oxigenación secundaria al espasmo vascular durante la convulsión. Nota: La ventilación artificial durante la actividad convulsiva general es de beneficio limitado o nulo porque no es posible mover el aire dentro o fuera de los pulmones durante la contracción sostenida de la musculatura respiratoria. A medida que la convulsión disminuye, la función respiratoria volverá a menos que exista un problema secundario (cuerpo extraño o aspiración).
  • Prepárese para la intubación o ayúdela, si está indicada.
    • Justificación: La presencia de una apnea postictal prolongada puede requerir apoyo ventilatorio.

Diagnóstico de enfermería

  • Baja autoestima

Puede estar relacionado con

  • Estigma asociado a la enfermedad
  • Percepción de estar fuera de control
  • Cambios en los roles sociales
  • Sentimientos de abandono
  • Comportamiento incoherente

Posiblemente, se evidencie por

  • Verbalización sobre el cambio de estilo de vida
  • Miedo al rechazo; sentimientos negativos sobre el cuerpo
  • Cambio en la autopercepción del papel
  • Cambio en las pautas habituales de responsabilidad
  • Falta de seguimiento o no participación en la terapia
  • Expresiones de impotencia o inutilidad
  • Evaluación de sí mismo como incapaz de hacer frente a situaciones o eventos

Resultados deseados

  • Identificar los sentimientos y los métodos para hacer frente a la percepción negativa de uno mismo.
  • Verbalizar una mayor sensación de autoestima en relación con el diagnóstico.
  • Verbalizar la percepción realista y la aceptación de uno mismo en el cambio de rol o estilo de vida.
  • Expresar una autoevaluación positiva
  • Demostrar comportamientos para recuperar la autoestima positiva.
  • Participar en el régimen de tratamiento o en las actividades para corregir los factores que precipitaron la crisis.

Intervenciones de enfermería

  • Determinar la situación individual relacionada con la baja autoestima en las circunstancias actuales.
    • Justificación: La verbalización de las preocupaciones sobre las implicaciones futuras puede ayudar al paciente a empezar a aceptar o afrontar la situación.
  • Explorar los sentimientos sobre el diagnóstico, la percepción de la amenaza para uno mismo. Fomentar la expresión de los sentimientos.
    • Justificación: Las reacciones varían entre los individuos, y el conocimiento o la experiencia previa con esta enfermedad afecta a la aceptación del régimen terapéutico.
  • Analizar la posible o prevista reacción del público a la condición. Animar al paciente a abstenerse de ocultar el problema.
    • Justificación: Proporciona la oportunidad de resolver la respuesta al problema, y proporciona una medida de control sobre la situación. La ocultación es destructiva para la autoestima (potencia la negación), bloquea el progreso en el tratamiento del problema y puede aumentar el riesgo de lesiones o la respuesta negativa cuando se produce el ataque.
  • Discutir con el paciente los éxitos y puntos fuertes actuales y pasados.
    • Justificación: Concentrarse en los aspectos positivos puede ayudar a aliviar los sentimientos de culpa y la conciencia de sí mismo y ayudar al paciente a empezar a aceptar el manejo de su condición.
  • Absténgase de sobreproteger al paciente(s) para que fomente las actividades, proporcionando supervisión y control cuando esté indicado.
    • Justificación: La participación en tantas experiencias como sea posible puede disminuir la depresión por las limitaciones. Es posible que sea necesario proporcionar observación y supervisión para actividades como la gimnasia, la escalada y los deportes acuáticos.
  • Conocer las actitudes o capacidades del SO. Ayudar al individuo a darse cuenta de que sus sentimientos son normales;, sin embargo, la culpa y el reproche no son útiles.
    • Justificación: Las expectativas contradictorias o desfavorables del SO pueden afectar el sentido de competencia y autoestima del paciente e interferir con el apoyo recibido del SO, limitando el potencial para un manejo óptimo y el crecimiento personal.
  • Explique el efecto positivo de que el personal y la SO mantengan la calma durante la actividad convulsiva.
    • Fundamento: La tensión y la ansiedad entre los cuidadores es contagiosa y puede transmitirse al paciente, aumentando o multiplicando las propias percepciones negativas de la situación o de uno mismo.
  • Remita al paciente y a la OE a un grupo de apoyo (Epilepsy Foundation of America, National Association of Epilepsy Centers y Delta Society’s National Service Dog Center).
    • Justificación: Ofrece la oportunidad de obtener información, apoyo e ideas para afrontar los problemas de otras personas que comparten experiencias similares. Nota: Algunos perros de servicio tienen la capacidad de percibir o predecir la actividad convulsiva, lo que permite al paciente establecer medidas de seguridad, aumentando la independencia y la sensación de control personal.
  • Hablar y explicar la derivación a psicoterapia con el paciente y el SO.
    • Justificación: Las crisis tienen un profundo efecto en la autoestima personal, y el paciente o la OE pueden sentirse culpables por las limitaciones percibidas y el estigma público. El asesoramiento puede ayudar a superar los sentimientos de inferioridad y autoconciencia.

Diagnóstico de enfermería

  • Déficit de conocimientos

Puede estar relacionado con

  • Falta de exposición, desconocimiento de los recursos
  • Interpretación errónea de la información
  • Falta de recuerdo; limitación cognitiva

Posiblemente, se evidencie por

  • Preguntas, declaración de preocupaciones
  • Aumento de la frecuencia o falta de control de la actividad convulsiva
  • Falta de seguimiento del régimen farmacológico

Resultados deseados

  • Verbalizar la comprensión del trastorno y de los diversos estímulos que pueden potenciar la actividad convulsiva.
  • Participar en el proceso de aprendizaje.
  • Mostrar un mayor interés o asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje empezando a buscar información y a hacer preguntas.
  • Cumplir con el régimen de medicamentos prescrito.
  • Identificar la relación de los signos y síntomas con el proceso de la enfermedad y correlacionar los síntomas con los factores causales.
  • Iniciar los cambios necesarios en el estilo de vida o en el comportamiento, según se indique.

Intervenciones de enfermería

  • Determinar el nivel de conocimientos, incluidas las necesidades anticipadas.
    • Fundamento: Evaluar la preparación para el aprendizaje
  • Determine la capacidad o preparación del paciente y las barreras para el aprendizaje.
    • Justificación: El individuo puede no ser capaz física, emocional o mentalmente en este momento.
  • Revisar la patología y el pronóstico de la enfermedad y la necesidad de tratamientos de por vida, según se indique. Discutir los factores desencadenantes particulares del paciente (luces intermitentes, hiperventilación, ruidos fuertes, videojuegos, ver la televisión).
    • Justificación: Ofrece la oportunidad de aclarar o disipar ideas erróneas y presentar la enfermedad como algo manejable dentro de un estilo de vida normal.
  • Revise los posibles efectos de los cambios hormonales.
    • Justificación: Las alteraciones de los niveles hormonales que se producen durante la menstruación y el embarazo pueden aumentar el riesgo de convulsiones.
  • Discuta la importancia de mantener una buena salud general, (dieta adecuada, descanso, ejercicio moderado y evitar el agotamiento, el alcohol, la cafeína y las drogas estimulantes).
    • Justificación: La regularidad y la moderación en las actividades pueden ayudar a reducir o controlar los factores precipitantes, mejorar la sensación de bienestar general y fortalecer la capacidad de afrontamiento y la autoestima. Nota: La falta de sueño o el exceso de alcohol pueden precipitar la actividad convulsiva en algunas personas.
  • Conocer e inculcar la importancia de una buena higiene bucal y un cuidado dental regular.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de infecciones orales e hiperplasia gingival.
  • Identificar la necesidad y promover la aceptación de las limitaciones reales; discutir las medidas de seguridad con respecto a la conducción, el uso de equipos mecánicos, subir escaleras, la natación, y aficiones.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de lesiones a sí mismo o a otros, especialmente si las convulsiones ocurren sin previo aviso.
  • Revise las leyes y restricciones locales relativas a las personas con epilepsia y trastornos convulsivos. Fomente el conocimiento, pero no necesariamente la aceptación de estas políticas.
    • Justificación: Aunque los derechos legales y civiles de las personas con epilepsia han mejorado durante la última década, todavía existen restricciones en algunos estados relativas a la obtención del permiso de conducir, la esterilización, la compensación de los trabajadores y la obligación de informar a las agencias estatales.
  • Repasar el régimen de medicación, la necesidad de tomar los fármacos tal y como se ha ordenado y no interrumpir la terapia sin la supervisión del médico. Incluya las instrucciones para la dosis olvidada.
    • Justificación: La falta de cooperación con el régimen de medicación es una de las principales causas de ruptura de las convulsiones. El paciente debe conocer los riesgos del estado epiléptico resultante de la retirada brusca de los anticonvulsivos. Dependiendo de la dosis y la frecuencia del fármaco, se puede indicar al paciente que tome la dosis olvidada si la recuerda dentro de un plazo de tiempo predeterminado.
  • Se recomienda tomar los medicamentos con las comidas, si procede.
    • Justificación: Puede reducir la incidencia de irritación gástrica, náuseas y vómitos.
  • Discutir las molestias y los efectos secundarios adversos de determinados fármacos (somnolencia, fatiga, letargo, hiperactividad, alteraciones del sueño, hipertrofia gingival, alteraciones visuales, náuseas y vómitos, erupciones cutáneas, síncope y ataxia, defectos de nacimiento, anemia aplásica).
    • Justificación: Puede indicar la necesidad de cambiar la dosis o la elección del tratamiento farmacológico. Promueve la implicación y la participación en el proceso de toma de decisiones y el conocimiento de los posibles efectos a largo plazo del tratamiento farmacológico, y ofrece la oportunidad de minimizar o prevenir las complicaciones.
  • Informar sobre las posibles interacciones farmacológicas y sobre la necesidad de notificar a otros profesionales de la salud el régimen farmacológico.
    • Justificación: El conocimiento del uso de anticonvulsivos reduce el riesgo de prescribir fármacos que pueden interactuar, alterando así el umbral convulsivo o el efecto terapéutico. Por ejemplo, la fenitoína (Dilantin) potencia el efecto anticoagulante de la warfarina (Coumadin), mientras que la isoniazida (INH) y el cloranfenicol (Chloromycetin) aumentan el efecto de la fenitoína (Dilantin), y algunos antibióticos (eritromicina) pueden causar una elevación del nivel sérico de la carbamazepina (Tegretol), posiblemente hasta niveles tóxicos.
  • Familiarizar el uso correcto del gel rectal de diazepam (Diastat) con el paciente, la SO y el cuidador según corresponda.
    • Justificación: Útil para controlar las convulsiones en serie o en racimo. Puede administrarse en cualquier entorno y es eficaz normalmente en 15 minutos. Puede reducir la dependencia de las visitas al servicio de urgencias.
  • Animar al paciente a llevar una etiqueta o pulsera de identificación que indique la presencia de un trastorno convulsivo.
    • Justificación: Acelera el tratamiento y el diagnóstico en situaciones de emergencia.
  • Destacar la necesidad de un seguimiento rutinario y de pruebas de laboratorio según se indique (el hemograma debe controlarse bianualmente y en presencia de dolor de garganta o fiebre, signos de otra infección).
    • Fundamento: Las necesidades terapéuticas pueden cambiar o pueden aparecer efectos secundarios graves del medicamento (agranulocitosis o toxicidad).

Otros posibles planes de cuidados de enfermería

  • Lesión, riesgo de: debilidad, dificultades de equilibrio, limitaciones cognitivas o alteración de la conciencia, pérdida de la coordinación de los músculos grandes o pequeños.
  • Autoestima (especificar): estigma asociado a la enfermedad, percepción de estar fuera de control, vulnerabilidad personal, evaluación negativa de sí mismo o de sus capacidades.
  • Régimen Terapéutico: manejo ineficaz-déficit de apoyo social, beneficio percibido (frente a los efectos secundarios de la medicación), susceptibilidad percibida (posibles largos períodos de remisión).

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