Plan de cuidados de enfermería en quemaduras y gestión

Índice de contenidos

Notas

Descripción

  • Las quemaduras se producen por la transferencia de energía de una fuente de calor al cuerpo. La profundidad de la lesión depende de la temperatura del agente quemante y de la duración del contacto con él.
  • Las quemaduras alteran la piel, lo que conlleva un aumento de la pérdida de líquidos;, infecciones;, hipotermia;, cicatrices;, compromiso de la inmunidad; y cambios en la función, la apariencia y la imagen corporal. Los niños pequeños y los ancianos siguen teniendo una mayor morbilidad y mortalidad en comparación con otros grupos de edad con lesiones similares. Las lesiones por inhalación, además de las quemaduras cutáneas, empeoran el pronóstico.

Características de las quemaduras

La profundidad de una quemadura depende del tipo de lesión, del agente causante, de la temperatura del agente quemante, de la duración del contacto con el agente y del grosor de la piel. Las quemaduras se clasifican según la profundidad de la destrucción del tejido:

  • Quemaduras parciales super?ciales (similares a las de primer grado), como las quemaduras solares: Se destruye la epidermis y posiblemente una parte de la dermis.
  • Quemaduras profundas de espesor parcial (similares a las de segundo grado), como una escaldadura: Se lesionan la epidermis y las partes superior y profunda de la dermis.
  • Quemaduras de espesor total (tercer grado), como una quemadura por llama o corriente eléctrica: se destruye la epidermis, toda la dermis y, a veces, el tejido subyacente, el músculo y el hueso.

Extensión de la superficie corporal quemada

La cantidad de superficie corporal total que se quema se determina mediante uno de los siguientes métodos:

  • Regla de los nueves : una estimación de la superficie corporal total quemada asignando porcentajes en múltiplos de nueve a las principales superficies corporales.
  • Método de Lund y Browder: un método más preciso para estimar la extensión de la quemadura; tiene en cuenta que el porcentaje de la superficie representada por varias partes anatómicas (cabeza y piernas) cambia con el crecimiento.
  • Método de la palma de la mano: se utiliza para estimar el porcentaje de quemaduras dispersas, utilizando el tamaño de la palma de la mano del paciente (aproximadamente el 1% de la superficie corporal) para evaluar la extensión de la lesión por quemadura.

Causas

La mayoría de las quemaduras son consecuencia de accidentes evitables. Las quemaduras térmicas, que son las más frecuentes, se producen por incendios provocados por accidentes de tráfico, accidentes en residencias e incendios provocados o fallos eléctricos. Los niños pueden sufrir quemaduras cuando juegan con cerillas o petardos o por un accidente en la cocina. Las quemaduras químicas se producen por contacto, ingestión o inhalación de ácidos, álcalis o vesicantes (gases vesicantes). El porcentaje de quemaduras realmente causadas por el maltrato es bastante pequeño, pero son algunas de las más difíciles de tratar. La negligencia o la supervisión inadecuada de los niños es bastante común. Los esfuerzos efectivos de prevención y educación, como los detectores de humo, la ropa ignífuga, los encendedores resistentes a los niños y el programa Stop Drop and Roll, han disminuido el número y la gravedad de las lesiones.

Consideraciones de género, étnicas/raciales y de duración de la vida

Los niños en edad preescolar representan más de dos tercios de todas las muertes por quemaduras. Los médicos utilizan una tabla especial (Tabla de Lund-Browder) para los niños que proporciona una imagen y un gráfico para tener en cuenta la diferencia de superficie corporal según la edad. Las lesiones graves por quemaduras se producen con mayor frecuencia en los varones y, en particular, en los adultos jóvenes de 20 a 29 años, seguidos de los niños menores de 9 años. Las personas mayores de 50 años son las que sufren menos lesiones graves por quemaduras.

El niño más pequeño es la víctima más común de las quemaduras causadas por líquidos. Los preescolares, los niños en edad escolar y los adolescentes son más frecuentemente víctimas de quemaduras por llamas. Los niños pequeños que juegan con mecheros o cerillas están en riesgo, al igual que los adolescentes debido a
por su descuido o por su comportamiento arriesgado en torno al fuego. Los niños pequeños sufren quemaduras eléctricas por morder los cables eléctricos o poner objetos en los enchufes.

La mayoría de los adultos son víctimas de incendios domésticos o de accidentes laborales en los que intervienen productos químicos o electricidad. Los ancianos también son propensos a sufrir quemaduras porque su piel suele ser extremadamente fina y sensible al calor.

Debido al grave impacto de esta lesión, los muy jóvenes y los muy mayores tienen menos capacidad de respuesta a la terapia y una mayor incidencia de mortalidad. Además, cuando un niño Burns 167 sufre una quemadura, se requieren múltiples cirugías para liberar las contracturas que se producen cuando el crecimiento normal tira del tejido cicatricial de sus quemaduras curadas. Los adolescentes son especialmente propensos a las dificultades psicológicas debido a la sensibilidad en relación con los problemas de imagen corporal. No existen consideraciones específicas de género y étnicas/raciales en las quemaduras.

Consideraciones gerontológicas

  • Las personas mayores corren un mayor riesgo de sufrir quemaduras debido a la reducción de la coordinación, la fuerza y la sensibilidad y a los cambios en la visión.
  • Los factores predisponentes y los antecedentes de salud en el adulto mayor in?uyen en la complejidad de la atención al paciente.
  • La función pulmonar está limitada en el adulto mayor y, por tanto, el intercambio de las vías respiratorias, la elasticidad pulmonar y la ventilación pueden verse afectados.
  • Esto puede verse aún más afectado por los antecedentes de tabaquismo.
  • La disminución de la función cardíaca y la enfermedad arterial coronaria aumentan el riesgo de complicaciones en los pacientes ancianos con lesiones por quemaduras. La desnutrición y la presencia de diabetes mellitus u otros trastornos endocrinos suponen un reto nutricional y requieren una estrecha vigilancia.
  • Pueden presentarse diversos grados de orientación al ingreso o en el transcurso de los cuidados, lo que hace que la evaluación del dolor y la ansiedad sea un reto para el equipo de quemados.
  • La piel de los ancianos es más fina y menos elástica, lo que afecta a la profundidad de las lesiones y a su capacidad de curación.

Diagnóstico primario de enfermería

Despeje ineficaz de las vías respiratorias relacionado con el edema de las mismas

RESULTADOS. Estado respiratorio: Intercambio de gases; Estado respiratorio: Ventilación; Conducta de control de síntomas; Conducta de tratamiento: Enfermedad o lesión; Nivel de confort
INTERVENCIONES. Manejo de la vía aérea; Reducción de la ansiedad; Oxigenoterapia; Succión de la vía aérea; Inserción y estabilización de la vía aérea; Mejora de la tos; Ventilación mecánica; Posicionamiento; Monitorización respiratoria

Gestión médica

CUIDADOS DE LAS QUEMADURAS MENORES. Las heridas por quemaduras menores se cuidan siguiendo los principios de comodidad, limpieza y control de la infección. Una limpieza suave de la herida con agua y jabón 2 o 3 veces al día, seguida de un agente tópico como la sulfadiazina de plata o la mafenida, previene la infección. Las quemaduras leves deberían curarse en 7 a 10 días; sin embargo, si tardan más de 14 días, puede ser necesaria la escisión de la herida y un pequeño injerto. Pueden recetarse analgésicos orales para controlar las molestias y, como todos los pacientes con quemaduras, el paciente debe recibir toxoide tetánico para prevenir la infección.

ATENCIÓN A LOS GRANDES QUEMADOS. En el caso de los pacientes con una lesión grave, el tratamiento eficaz corre a cargo de un equipo multidisciplinar con formación especial en la atención a las quemaduras. Además del médico y la enfermera, el equipo incluye especialistas en fisioterapia y terapia ocupacional, terapia respiratoria, trabajo social, nutrición, psicología y vida infantil.
trabajo social, nutrición, psicología y vida infantil para los niños. El curso de la recuperación se divide en cuatro fases: emergencia-resucitación, cobertura de heridas agudas, convalecencia-rehabilitación y reorganización-reintegración.

La fase de reanimación emergente dura de 48 a 72 horas después de la lesión o hasta que se produce la diuresis. Además de controlar las vías aéreas, la respiración y la circulación, el paciente recibe reanimación con líquidos, mantenimiento de los electrolitos, tratamiento agresivo del dolor y nutrición temprana.Las heridas se limpian con gluconato de clorhexidina y los cuidados consisten en sulfadiazina de plata u ormafenida y tratamiento quirúrgico según sea necesario. Para prevenir la infección, los cuidados continuados incluyen el desbridamiento adicional mediante el lavado de la superficie de las heridas con jabón suave o soluciones asépticas. A continuación, el médico desbrida el tejido desvitalizado y, a menudo, la herida se cubre con agentes antibacterianos como la sulfadiazina de plata y gasas de algodón oclusivas.

La fase de cobertura de la herida aguda, que varía en función de la extensión de la lesión, dura hasta que se han cubierto las heridas, ya sea mediante el proceso normal de cicatrización o mediante injertos. El riesgo de infección es alto durante esta fase; el médico realiza un seguimiento de los cultivos de la herida y de la sangre y prescribe antibióticos según sea necesario. El tratamiento de la herida incluye la escisión del tejido desvitalizado, el injerto quirúrgico de piel del donante o la colocación de membranas sintéticas. La rehabilitación hospitalaria tiene lugar durante la fase de convalecencia-rehabilitación. Aunque los principios de la rehabilitación se incluyen en el plan de cuidados desde el día del ingreso, durante este tiempo se enseñan ejercicios en casa y el cuidado de las heridas. Además, se colocan aparatos de presión para reducir las cicatrices, o aparatos ortopédicos para evitar las contracturas. La fase de reorganización es el largo periodo de tiempo que puede transcurrir tras la lesión para que se produzca la curación física y emocional.

Gestión de enfermería: Fase de emergencia/resucitación

Evaluación

  • Centrándose en las principales prioridades de cualquier paciente traumatizado, la herida por quemadura pasa a un segundo plano, aunque el manejo aséptico de las heridas por quemadura y las vías invasivas continúa.
  • Evaluar las circunstancias que rodean la lesión: hora de la lesión, mecanismo de la quemadura, si la quemadura se produjo en un espacio cerrado, la posibilidad de inhalación de productos químicos nocivos y cualquier traumatismo relacionado.
  • Monitorizar las constantes vitales con frecuencia; monitorizar estrechamente el estado respiratorio; y evaluar los pulsos apicales, carotídeos y femorales, especialmente en zonas de quemaduras circunferenciales en una extremidad.
  • Inicie la monitorización cardíaca si está indicada (por ejemplo, antecedentes de problemas cardíacos o respiratorios, lesión eléctrica).
  • Compruebe los pulsos periféricos de las extremidades quemadas cada hora; utilice el Doppler si es necesario.
  • Controlar la ingesta de líquidos (líquidos intravenosos) y la salida (catéter urinario) y medir cada hora. Anote la cantidad de orina obtenida al insertar el catéter (indica la función renal previa a la combustión y el estado de los líquidos).
  • Evaluar la temperatura corporal, el peso corporal, el historial de peso previo a la quemadura, las alergias, la inmunización antitetánica, los problemas médico-quirúrgicos anteriores, las enfermedades actuales y el uso de medicamentos.
  • Disponer que los pacientes con quemaduras faciales sean evaluados para detectar lesiones en la córnea.
  • Continúe evaluando la extensión de la(s) quemadura(s), evalúe la profundidad de la herida e identifique las áreas de lesión de espesor total y parcial.
  • Evaluar el estado neurológico: conciencia, estado psicológico, niveles de dolor y ansiedad, y comportamiento.
  • Evaluar la comprensión del paciente y su familia sobre la lesión y el tratamiento. Evaluar el sistema de apoyo del paciente y sus habilidades de afrontamiento.

Intervenciones

Promover el intercambio de gases y la limpieza de las vías respiratorias

  • Suministre oxígeno humidificado y controle los gases sanguíneos arteriales (GSA), la oximetría de pulso y los niveles de carboxihemoglobina.
  • Evaluar los ruidos respiratorios y la frecuencia, el ritmo, la profundidad y la simetría de la respiración ; para detectar la hipoxia.
  • Observar si hay signos de lesión por inhalación: ampollas en los labios o en la mucosa bucal; fosas nasales chamuscadas; quemaduras en la cara, el cuello o el tórax; aumento de la ronquera; u hollín en el esputo o las secreciones respiratorias.
  • Informar al médico inmediatamente de las respiraciones dificultosas, de la disminución de la profundidad de las respiraciones o de los signos de hipoxia; prepararse para ayudar a la intubación y a las escarotomías.
  • Vigilar estrechamente al paciente con ventilación mecánica.
  • Instaurar medidas agresivas de cuidados pulmonares: girar, toser, respirar profundamente, realizar inspiraciones forzadas periódicas mediante espirometría y aspiración traqueal.
  • Mantenga una posición adecuada para promover la eliminación de las secreciones y una vía aérea permeable y para promover una expansión óptima del tórax; utilice la vía aérea arti?cial según sea necesario.

Restablecer el equilibrio de líquidos y electrolitos

  • Controlar las constantes vitales y la diuresis (cada hora), la presión venosa central (PVC), la presión arterial pulmonar y el gasto cardíaco.
  • Anote e informe de los signos de hipovolemia o sobrecarga de líquidos.
  • Mantener las vías intravenosas y los líquidos regulares a las tasas adecuadas, según lo prescrito. Documentar la ingesta, la salida y el peso diario.
  • Elevar la cabecera de la cama y las extremidades quemadas.
  • Controlar los niveles séricos de electrolitos (por ejemplo, sodio, potasio, calcio, fósforo, bicarbonato); reconocer los desequilibrios electrolíticos en desarrollo.
  • Notificar inmediatamente al médico la disminución de la diuresis; de la presión arterial; venosa central, de la arteria pulmonar o de la presión de cuña de la arteria pulmonar; o el aumento de la frecuencia del pulso.

Mantener la temperatura corporal normal

  • Proporcione un entorno cálido: utilice un escudo térmico, una manta espacial, luces de calor o mantas.
  • Evaluar la temperatura corporal central con frecuencia.
  • Trabaje rápidamente cuando las heridas deban ser expuestas para minimizar la pérdida de calor de la herida.

Minimizar el dolor y la ansiedad

  • Utilizar una escala de dolor para evaluar el nivel de dolor (es decir, del 1 al 10); diferenciar entre la inquietud debida al dolor y la inquietud debida a la hipoxia.
  • Administrar analgésicos opioides por vía intravenosa según la prescripción, y evaluar la respuesta a la medicación(s) observar si hay depresión respiratoria en el paciente que no está ventilado mecánicamente.
  • Proporcionar apoyo emocional, tranquilidad y explicaciones sencillas sobre los procedimientos.
  • Evaluar la comprensión del paciente y su familia de la lesión por quemadura, las estrategias de afrontamiento, la dinámica familiar y los niveles de ansiedad. Proporcionar respuestas individualizadas para apoyar el afrontamiento del paciente y su familia; explicar todos los procedimientos en términos claros y sencillos.
  • Proporcionar alivio del dolor, y dar medicamentos contra la ansiedad si el paciente sigue muy ansioso y agitado después de las intervenciones psicológicas.

Control y gestión de posibles complicaciones

  • Insuficiencia respiratoria aguda: Evaluar el aumento de la disnea, el estridor, los cambios en los patrones respiratorios; controlar la oximetría de pulso y los valores de ABG para detectar la saturación de oxígeno problemática y el aumento de CO2; controlar las radiografías de tórax; evaluar la hipoxia cerebral (por ejemplo, inquietud, confusión); informar del deterioro
  • estado respiratorio inmediatamente al médico(s) y ayudar si es necesario con la intubación o la escarotomía.
  • Shock distributivo: Vigilar si hay signos tempranos de shock (disminución de la diuresis, del gasto cardíaco, de la presión arterial pulmonar, de la presión capilar pulmonar, de la presión sanguínea o aumento del pulso) o edema progresivo. Administrar la reanimación con líquidos según lo ordenado en respuesta a los hallazgos físicos ;, y seguir vigilando el estado de los líquidos.
  • Insuficiencia renal aguda: Vigilar e informar de la producción y calidad anormales de la orina, los niveles de nitrógeno ureico en sangre (BUN) y creatinina; evaluar la hemoglobina o mioglobina en orina; administrar el aumento de ?uidos según lo prescrito.
  • Síndrome compartimental: Evaluar los pulsos periféricos cada hora con Doppler; evaluar el estado neurovascular de las extremidades cada hora (calor, relleno capilar, sensación y movimiento); retirar el manguito de presión arterial después de cada lectura; elevar las extremidades quemadas; informar de cualquier dolor en las extremidades, pérdida de pulsos periféricos o de sensación; prepararse para asistir a escarotomías.
  • Íleo paralítico: Mantener la sonda nasogástrica en succión intermitente baja hasta que se reanuden los ruidos intestinales; auscultar el abdomen regularmente para ver si hay distensión y ruidos intestinales.
  • Úlcera de Curling: Evaluar el aspirado gástrico en busca de sangre y pH; evaluar las heces en busca de sangre oculta; administrar antiácidos y bloqueadores de la histamina (por ejemplo, ranitidina [Zantac]) según lo prescrito.

Gestión de enfermería: Fase aguda/intermedia

La fase aguda o intermedia comienza entre 48 y 72 horas después de la lesión por quemadura. Los cuidados de la herida de la quemadura y el control del dolor son prioritarios en esta fase.

Evaluación

  • Se centra en las alteraciones hemodinámicas, la cicatrización de las heridas, el dolor y las respuestas psicosociales, y la detección temprana de las complicaciones.
  • Medir las constantes vitales con frecuencia; el estado respiratorio y ?uido sigue siendo la máxima prioridad.
  • Evaluar los pulsos periféricos con frecuencia durante los primeros días después de la quemadura para ver si hay un flujo sanguíneo restringido.
  • Observar atentamente la ingesta de líquidos y la diuresis cada hora, así como los cambios en la presión arterial y en el ritmo cardíaco ; deben ser comunicados al cirujano de quemaduras con prontitud.
  • En el caso de pacientes con lesiones por inhalación, se debe controlar regularmente el nivel de conciencia, la función pulmonar y la capacidad de ventilación ; si el paciente está intubado y conectado a un ventilador, la aspiración frecuente y la evaluación de la vía aérea son prioritarias.

Intervenciones

Restablecer el equilibrio normal de los fluidos

  • Controlar la ingesta de líquidos intravenosos y orales; utilizar bombas de infusión intravenosa.
  • Medir la ingesta y la salida y el peso diario.
  • Informar de los cambios (por ejemplo, la presión arterial, la frecuencia del pulso) al médico.

Prevención de la infección

  • Proporcionar un entorno limpio y seguro; proteger al paciente de las fuentes de contaminación cruzada (por ejemplo, visitantes, otros pacientes, personal, equipos).
  • Examinar atentamente la herida para detectar los primeros signos de infección.

Controlar los resultados de los cultivos y los recuentos de glóbulos blancos.

  • Practicar una técnica limpia para los procedimientos de cuidado de heridas y una técnica aséptica para cualquier procedimiento invasivo. Utilizar una higiene de manos meticulosa antes y después del contacto con el paciente.
  • Advertir al paciente que evite tocar las heridas o los apósitos; lavar las zonas no quemadas y cambiar la ropa de cama regularmente.

Mantener una nutrición adecuada

  • Iniciar los ?uidos orales lentamente cuando se reanuden los ruidos intestinales; registrar la tolerancia-si no se producen vómitos y distensión, ?uidos
  • puede aumentarse gradualmente y el paciente puede pasar a una dieta normal o a la alimentación por sonda.
  • Colaborar con el dietista para planificar una dieta rica en proteínas y calorías aceptable para el paciente. Animar a la familia a que traiga alimentos nutritivos y los favoritos del paciente. Proporcionar suplementos nutricionales y de vitaminas y minerales si se prescriben.
  • Documentar la ingesta calórica. Insertar una sonda de alimentación si los objetivos calóricos no pueden ser alcanzados por la alimentación oral (para alimentación continua o en bolo); anotar los volúmenes residuales.
  • Pesar al paciente diariamente y graficar los pesos.

Promover la integridad de la piel

  • Evaluar el estado de la herida.
  • Apoyar al paciente durante el cuidado de la herida angustiosa y dolorosa.
  • Coordinar los aspectos complejos del cuidado de las heridas y los cambios de apósitos.
  • Evaluar la quemadura en cuanto a tamaño, color, olor, escara, exudado, brotes epiteliales (pequeños grupos de células en forma de perla en la superficie de la herida), hemorragia, tejido de granulación, estado de la toma del injerto, curación de la zona donante y estado de la piel circundante.
  • Informar a todos los miembros del equipo sanitario de los últimos procedimientos de cuidado de heridas que se utilizan para el paciente.
  • Ayudar, instruir, apoyar y animar al paciente y a su familia a participar en los cambios de apósitos y en el cuidado de las heridas.
  • Evaluar desde el principio los puntos fuertes del paciente y la familia en la preparación del alta y la atención domiciliaria.

Alivio del dolor y las molestias

  • Evaluar con frecuencia el dolor y las molestias;, administrar agentes analgésicos y ansiolíticos, según lo prescrito, antes de que el dolor se agrave. Evaluar y documentar la respuesta del paciente a la medicación y a cualquier otra intervención.
  • Enseñar al paciente técnicas de relajación. Dar cierto control sobre el cuidado de la herida y la analgesia. Proporcionar tranquilidad con frecuencia.
  • Utilizar imágenes guiadas y distracción para alterar las percepciones y respuestas del paciente al dolor; también son útiles la hipnosis, la musicoterapia y la realidad virtual.
  • Evaluar diariamente los patrones de sueño del paciente; administrar sedantes, si se prescriben.
  • Trabajar con rapidez para completar los tratamientos y los cambios de apósitos.

Animar al paciente a utilizar medicamentos analgésicos antes de los procedimientos dolorosos.

  • Promueva la comodidad durante la fase de curación con lo siguiente:
  • agentes antipruriginosos orales, un entorno fresco, lubricación frecuente de la piel con agua o una loción a base de silicona, ejercicio y entablillado para evitar la contracción de la piel, y actividades de distracción.

Promover la movilidad física

  • Prevenir las complicaciones de la inmovilidad (atelectasia, neumonía, edema, úlceras por presión y contracturas) mediante la respiración profunda, el giro y el reposicionamiento adecuado.
  • Modificar las intervenciones para satisfacer las necesidades del paciente. Fomentar la sedestación y la deambulación tempranas. Cuando las piernas estén afectadas, aplicar vendas elásticas de presión antes de ayudar al paciente a ponerse en posición vertical.
  • Realizar esfuerzos agresivos para prevenir las contracturas y las cicatrices hipertróficas de la zona de la herida tras el cierre de la misma durante un año o más.
  • Iniciar ejercicios de amplitud de movimiento pasivos y activos desde el ingreso hasta después del injerto, dentro de las limitaciones prescritas.
  • Aplicar férulas o dispositivos funcionales a las extremidades para el control de las contracturas; vigilar los signos de insufiencia vascular, compresión nerviosa y ruptura de la piel.

Reforzar las estrategias de afrontamiento

  • Ayudar al paciente a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces: Establecer expectativas específicas de comportamiento, promover la comunicación veraz para crear confianza, ayudar al paciente a practicar estrategias de afrontamiento y dar un refuerzo positivo cuando sea apropiado.
  • Demostrar que se acepta al paciente. Conseguir una persona no implicada para que el paciente pueda desahogar sus sentimientos sin temor a represalias.
  • Incluir al paciente en las decisiones relativas a los cuidados. Animar al paciente a hacer valer su individualidad y sus preferencias. Establecer expectativas realistas para el autocuidado.

Apoyo a los procesos del paciente y la familia

  • Apoyar y atender las preocupaciones verbales y no verbales del paciente y su familia.
  • Instruir a la familia en las formas de apoyar al paciente.
  • Hacer derivaciones psicológicas o de trabajo social según sea necesario.
  • Proporcionar información sobre el cuidado de las quemaduras y el curso esperado del tratamiento.
  • Iniciar la educación del paciente y su familia durante el tratamiento de las quemaduras. Evaluar y tener en cuenta los estilos de aprendizaje preferidos; evaluar la capacidad de captar y hacer frente a la información; determinar las barreras para el aprendizaje al planificar y ejecutar la enseñanza.
  • Manténgase sensible a la posibilidad de que la dinámica familiar cambie.

Control y gestión de posibles complicaciones

  • Insuficiencia cardíaca: Evaluar si hay sobrecarga de líquidos, disminución del gasto cardíaco, oliguria, distensión de la vena yugular, edema o aparición de ruidos cardíacos S3 o S4.
  • Edema pulmonar: Evaluar el aumento de la CVP, la presión arterial pulmonar y la presión en cuña, y los crepitantes; informar rápidamente. Colocarse cómodamente con la cabeza elevada a menos que esté contraindicado. Administrar la medicación y el oxígeno según lo prescrito y evaluar la respuesta.
  • Sepsis: Evaluar el aumento de la temperatura, el aumento del pulso, la ampliación de la presión del pulso y la piel ?uida y seca en las zonas no quemadas (signos tempranos), y anotar las tendencias de los datos. Realizar cultivos de heridas y de sangre según lo prescrito. Administrar los antibióticos programados a tiempo.
  • Insuficiencia respiratoria aguda y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA): Vigilar el estado respiratorio para detectar disnea, cambios en el patrón respiratorio y aparición de ruidos adventicios. Evaluar la disminución del volumen corriente y la distensibilidad pulmonar en los pacientes con ventilación mecánica. El sello distintivo de la aparición del SDRA es la hipoxemia con oxígeno al 100%, la disminución de la distensibilidad pulmonar y la derivación signi?cativa; notificar al médico el deterioro del estado respiratorio.
  • Daño visceral (por quemaduras eléctricas): Monitorizar el electrocardiograma (ECG) e informar de las disritmias; prestar atención al dolor relacionado con la isquemia muscular profunda e informar. La detección temprana puede minimizar la gravedad de esta complicación. Puede ser necesario realizar fasciotomías para aliviar la inflamación y la isquemia en los músculos y la fascia; vigilar al paciente para evitar la pérdida excesiva de sangre y la hipovolemia después de la fasciotomía.

Proceso de enfermería: Fase de Rehabilitación

La rehabilitación debe comenzar inmediatamente después de producirse la quemadura. La curación de las heridas, el apoyo psicosocial y el restablecimiento de la máxima actividad funcional siguen siendo prioridades. Sigue siendo importante mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos y mejorar el estado nutricional.

Evaluación

  • En la evaluación inicial, obtenga información sobre el nivel educativo del paciente, su ocupación, sus actividades de ocio, su origen cultural, su religión y sus relaciones familiares.
  • Evaluar el autoconcepto, el estado mental, la respuesta emocional a la lesión y a la hospitalización, el nivel de funcionamiento intelectual, las hospitalizaciones previas, la respuesta al dolor y a las medidas de alivio del dolor, y el patrón de sueño.
  • Realizar evaluaciones continuas relativas a los objetivos de rehabilitación, incluyendo la amplitud de movimiento de las articulaciones afectadas, las capacidades funcionales en las AVD, los primeros signos de rotura de la piel por las férulas o los dispositivos de posicionamiento, la evidencia de neuropatías (daños neurológicos), la tolerancia a la actividad y la calidad o el estado de la piel en curación.
  • Documentar la participación y la capacidad de autocuidado en la deambulación, la alimentación, la limpieza de heridas y la aplicación de vendajes de presión.
  • Mantener una evaluación completa y continua para la detección temprana de complicaciones, con evaluaciones especí?cas según sea necesario para tratamientos especí?cos, como la evaluación postoperatoria del paciente sometido a una escisión primaria.

Diagnóstico

Diagnósticos de enfermería

  • Intolerancia a la actividad relacionada con el dolor en el ejercicio, la movilidad limitada de las articulaciones, el desgaste muscular y la resistencia limitada
  • Alteración de la imagen corporal relacionada con la alteración de la apariencia y el autoconcepto
  • Conocimiento deficiente de las necesidades de atención y recuperación en el hogar tras el alta.

Problemas de colaboración/potenciales complicaciones

  • Contracturas
  • Adaptación psicológica inadecuada a la lesión por quemadura

Planificación y objetivos

  • Los objetivos incluyen una mayor participación en las AVD; una mayor comprensión de la lesión, el tratamiento y los cuidados de seguimiento planificados; la adaptación y el ajuste a las alteraciones de la imagen corporal, el autoconcepto y el estilo de vida; y la ausencia de complicaciones.

Intervenciones de enfermería

Promover la tolerancia a la actividad

  • Programar los cuidados para permitir períodos de sueño ininterrumpido. Administrar agentes hipnóticos, según la prescripción, para promover el sueño.
  • Comunicar el plan de cuidados a la familia y a otros cuidadores.
  • Reducir el estrés metabólico aliviando el dolor, previniendo el enfriamiento o la fiebre y promoviendo la integridad de todos los sistemas corporales para ayudar a conservar la energía. Controlar la fatiga, el dolor y la fiebre para determinar la cantidad de actividad que se debe fomentar diariamente.
  • Incorporar ejercicios de fisioterapia para prevenir la atrofia muscular y mantener la movilidad necesaria para las actividades diarias.
  • Apoyar la perspectiva positiva y aumentar la tolerancia a la actividad programando las actividades de distracción en períodos de duración creciente.

Mejorar la imagen corporal y el autoconcepto

  • Dedicar tiempo a escuchar las preocupaciones del paciente y ofrecerle un apoyo realista; remitir al paciente a un grupo de apoyo para que desarrolle estrategias de afrontamiento de las pérdidas.
  • Evaluar las reacciones psicosociales del paciente; proporcionar apoyo y desarrollar un plan para ayudar al paciente a manejar sus sentimientos.
  • Promover una imagen corporal y un autoconcepto saludables ayudando al paciente a practicar las respuestas a las personas que miran fijamente o preguntan sobre la lesión.
  • Apoyar al paciente con pequeños gestos como ofrecerle una tarta de cumpleaños, peinarle antes de las visitas y compartir información sobre recursos cosméticos para mejorar su aspecto.
  • Enseñar al paciente formas de dirigir la atención lejos de un cuerpo dis?gurado hacia el yo interior.
  • Coordinar las comunicaciones de los consultores, como psicólogos, trabajadores sociales, orientadores profesionales y profesores, durante la rehabilitación.

Control y gestión de posibles complicaciones

  • Contracturas: Proporcionar terapia física y ocupacional; temprana y agresiva apoyar al paciente si se necesita cirugía para lograr un rango completo de movimiento.
  • Deterioro de la adaptación psicológica a la lesión por quemadura:
  • Obtenga una derivación psicológica o psiquiátrica tan pronto como aparezcan evidencias de problemas de afrontamiento importantes.

Enseñanza del autocuidado

  • A lo largo de las fases del cuidado de las quemaduras, haga esfuerzos para preparar al paciente y a su familia para los cuidados que realizarán en casa. Instrúyalos sobre las medidas y los procedimientos.
  • Proporcionar instrucciones verbales y escritas sobre el cuidado de las heridas, la prevención de complicaciones, el tratamiento del dolor y la nutrición.
  • Informar y repasar con el paciente los ejercicios especí?cos y el uso de las prendas elásticas de presión y las férulas; proporcionar instrucciones por escrito.
  • Enseñar al paciente y a su familia a reconocer los signos anormales e informar al médico.
  • Ayudar al paciente y a su familia en la planificación de los cuidados continuos del paciente, identificando y adquiriendo los suministros y equipos que se necesitan en casa.
  • Fomentar y apoyar los cuidados de seguimiento de las heridas.
  • Remitir al paciente con un sistema de apoyo inadecuado a los recursos de atención domiciliaria para que le ayuden con el cuidado de las heridas y los ejercicios.
  • Evaluar periódicamente el estado del paciente para la modi?cación de las instrucciones de cuidados en casa y/o la planificación de la cirugía reconstructiva.

Evaluación

Resultados esperados de los pacientes

  • Demuestra tolerancia a la actividad requerida para las actividades diarias deseadas
  • Se adapta a una imagen corporal alterada
  • Demuestra conocimiento de los cuidados propios requeridos y de los cuidados de seguimiento
  • No presenta complicaciones

Plan de cuidados de enfermería

Diagnóstico de enfermería

Deterioro de la movilidad física

Puede estar relacionado con

  • Deterioro neuromuscular, dolor/malestar, disminución de la fuerza y la resistencia
  • Terapias restrictivas, inmovilización de extremidades; contracturas

Posiblemente, se evidencie en

  • Reticencia a moverse/incapacidad de moverse intencionadamente
  • ROM limitado, disminución del control de la fuerza muscular y/o de la masa

Resultados deseados

  • Mantener la posición de la función como lo demuestra la ausencia de contracturas.
  • Mantener o aumentar la fuerza y la función de la parte del cuerpo afectada y/o compensada.
  • Verbalizar y demostrar la voluntad de participar en las actividades.
  • Demostrar técnicas/comportamientos que permitan reanudar las actividades.

Intervenciones de enfermería

  • Mantener la alineación correcta del cuerpo con soportes o férulas, especialmente para las quemaduras sobre las articulaciones.
    • Justificación: Promueve el posicionamiento funcional de las extremidades y evita las contracturas, que son más probables sobre las articulaciones.
  • Observe con frecuencia la circulación, el movimiento y la sensibilidad de los dedos.
    • Justificación: El edema puede comprometer la circulación de las extremidades, potenciando la necrosis tisular y el desarrollo de contracturas.
  • Inicie la fase de rehabilitación en el momento del ingreso.
    • Justificación: Es más fácil conseguir la participación cuando el paciente es consciente de las posibilidades que existen para su recuperación.
  • Realice ejercicios de ROM de forma constante, inicialmente pasivos y luego activos.
    • Justificación: Evita el endurecimiento progresivo del tejido cicatrizal y las contracturas; mejora el mantenimiento del funcionamiento muscular y articular y reduce la pérdida de calcio del hueso.
  • Medicamento para el dolor antes de la actividad o el ejercicio.
    • Justificación: Reduce la rigidez y la tensión de los músculos y los tejidos, lo que permite al paciente ser más activo y facilita su participación.
  • Programe los tratamientos y las actividades de cuidado para proporcionar períodos de descanso ininterrumpido.
    • Justificación: Aumenta la fuerza del paciente y su tolerancia a la actividad.
  • Fomentar el apoyo y la ayuda de la familia/OS con los ejercicios de ROM.
    • Justificación: Permite a la familia/OS participar activamente en el cuidado del paciente y proporciona una terapia más consistente.
  • Incorporar las AVD con fisioterapia, hidroterapia y cuidados de enfermería.
    • Justificación: La combinación de actividades produce mejores resultados al potenciar los efectos de cada una.
  • Fomentar la participación del paciente en todas las actividades según su capacidad individual.
    • Justificación: Promueve la independencia, aumenta la autoestima y facilita el proceso de recuperación.
  • Incorporar las AVD con fisioterapia, hidroterapia y cuidados de enfermería.
    • Justificación: La combinación de actividades produce mejores resultados al potenciar los efectos de cada una de ellas.
  • Fomentar la participación del paciente en todas las actividades según su capacidad individual.
    • Justificación: Promueve la independencia, aumenta la autoestima y facilita el proceso de recuperación.

Diagnóstico de enfermería

Déficit de conocimientos

Puede estar relacionado con

  • Falta de exposición/recuerdo
  • Malinterpretación de la información; desconocimiento de los recursos

Posiblemente, se evidencie por

  • Preguntas/solicitudes de información, declaración de error
  • Seguimiento inexacto de las instrucciones, desarrollo de complicaciones evitables

Resultados deseados

  • Verbalizar la comprensión de la condición, el pronóstico y las posibles complicaciones.
  • Verbalizar la comprensión de las necesidades terapéuticas.
  • Realizar correctamente los procedimientos necesarios y explicar las razones de las acciones.
  • Iniciar los cambios necesarios en el estilo de vida y participar en el régimen de tratamiento.

Intervenciones de enfermería

  • Revisa el estado, el pronóstico y las expectativas futuras.
    • Justificación: Proporciona una base de conocimientos a partir de la cual el paciente puede tomar decisiones informadas.
  • Discutir las expectativas del paciente de volver a casa, al trabajo y a las actividades normales.
    • Justificación: El paciente suele tener una adaptación difícil y prolongada tras el alta. A menudo se producen problemas (trastornos del sueño, pesadillas, revivir el accidente, dificultad para reanudar las interacciones sociales, la intimidad y la actividad sexual, labilidad emocional) que interfieren con la adaptación exitosa a la reanudación de la vida normal.
  • Revisar y hacer que el paciente/SO demuestre las técnicas adecuadas de cuidado de quemaduras, injertos de piel y heridas. Identificar las fuentes apropiadas de atención y suministros para pacientes externos.
    • Justificación: Promueve el autocuidado competente después del alta, aumentando la independencia.
  • Hable del cuidado de la piel. Enseñe el uso adecuado de cremas hidratantes, protectores solares y medicamentos contra el picor.
    • Justificación: Cabe esperar que las heridas en proceso de cicatrización o las zonas de injerto presenten picor, ampollas y sensibilidad durante un tiempo prolongado, y pueden producirse lesiones debido a la fragilidad del nuevo tejido.
  • Explicar el proceso de cicatrización y la necesidad y el uso adecuado de las prendas de presión cuando se utilizan.
    • Justificación: Promueve el rebrote óptimo de la piel, minimizando el desarrollo de cicatrices hipertróficas y contracturas y facilitando el proceso de curación. Nota: El uso constante de la prenda de presión durante un largo período puede reducir la necesidad de cirugía reconstructiva para liberar las contracturas y eliminar las cicatrices.
  • Fomentar la continuación del programa de ejercicios prescrito y los períodos de descanso programados.
    • Justificación: Mantiene la movilidad, reduce las complicaciones y evita la fatiga, facilitando el proceso de recuperación.
  • Identifique las limitaciones específicas de la actividad según sea apropiado individualmente.
    • Fundamento: Las restricciones impuestas dependen de la gravedad y la localización de la lesión y del estado de curación.
  • Haga hincapié en la importancia de la ingesta sostenida de comidas y tentempiés ricos en proteínas y calorías.
    • Justificación: Una nutrición óptima mejora la regeneración de los tejidos y la sensación general de bienestar. Nota: El paciente a menudo necesita aumentar la ingesta calórica para satisfacer las necesidades de calorías y proteínas para la curación.
  • Repasar los medicamentos, incluyendo el propósito, la dosis, la vía y los efectos secundarios esperados y/o reportables.
    • Justificación: La reiteración permite que el paciente haga preguntas y se asegure de que ha entendido bien.
  • Aconsejar al paciente y/o al SO sobre la posibilidad de agotamiento, aburrimiento, labilidad emocional, problemas de adaptación. Proporcionar información sobre la posibilidad de hablar con consejeros profesionales adecuados.
    • Justificación: Proporciona una perspectiva de algunos de los problemas que el paciente y/o el SO pueden encontrar, y ayuda a saber que la asistencia está disponible cuando es necesaria.
  • Identificar los signos y síntomas que requieren una evaluación médica: inflamación, aumento o cambios en el drenaje de la herida, fiebre/escalofríos; cambios en las características del dolor o pérdida de movilidad y/o función.
    • Fundamento: La detección precoz de complicaciones en desarrollo (infección, retraso en la cicatrización) puede evitar la progresión a situaciones más graves o que pongan en peligro la vida.
  • Destacar la importancia de los cuidados de seguimiento y la rehabilitación.
    • Justificación: Se requiere un apoyo a largo plazo con una reevaluación continua y cambios en la terapia para lograr una recuperación óptima.
  • Proporcionar el número de teléfono de la persona de contacto.
    • Justificación: Proporciona un fácil acceso al equipo de tratamiento para reforzar la enseñanza, aclarar conceptos erróneos y reducir el potencial de complicaciones.
  • Asegurarse de que las vacunas del paciente están al día, especialmente la del tétanos.
    • Justificación: Para evitar más lesiones.
  • Identificar los recursos de la comunidad: profesionales del cuidado de la piel o de las heridas, centros de crisis, grupos de recuperación, salud mental, Cruz Roja, enfermera visitante, Amblicab, servicio de ama de casa.
    • Justificación: Facilita la transición al hogar, proporciona ayuda para satisfacer las necesidades individuales y apoya la independencia.

Diagnóstico de enfermería

Imagen corporal alterada

Puede estar relacionado con

  • Crisis situacional: evento traumático, rol de paciente dependiente ; desfiguración, dolor

Posiblemente, se evidencie en

  • Sentimientos negativos sobre el cuerpo/la persona, miedo al rechazo/reacción de los demás
  • Enfoque en la apariencia pasada, habilidades; preocupación por el cambio/pérdida
  • Cambio en la capacidad física para retomar el rol(es) cambio en la participación social

Resultados deseados

  • Incorporar cambios en el autoconcepto sin negar la autoestima.
  • Verbalizar la aceptación de uno mismo en la situación.
  • Hablar con la familia/SO sobre la situación, los cambios que se han producido.
  • Desarrollar objetivos/planes realistas para el futuro.

Intervenciones de enfermería

  • Evaluar el significado de la pérdida o el cambio para el paciente y la OS, incluyendo las expectativas futuras y el impacto de las creencias culturales o religiosas.
    • Justificación: El episodio traumático provoca cambios repentinos e imprevistos, creando sentimientos de dolor por las pérdidas reales o percibidas. Esto requiere apoyo para trabajar hasta una resolución óptima.
  • Reconocer y aceptar la expresión de sentimientos de frustración, dependencia, ira, dolor y hostilidad. Observar el comportamiento retraído y el uso de la negación.
    • Justificación: La aceptación de estos sentimientos como una respuesta normal a lo ocurrido facilita la resolución. No es útil ni posible presionar al paciente antes de que esté preparado para afrontar la situación. La negación puede prolongarse y ser un mecanismo adaptativo porque el paciente no está preparado para afrontar sus problemas personales.
  • Establezca límites al comportamiento inadaptado. Mantener una actitud no crítica mientras se presta atención, y ayudar al paciente a identificar comportamientos positivos que ayuden a la recuperación.
    • Justificación: El paciente y el SO tienden a tratar esta crisis de la misma manera en que han tratado los problemas en el pasado. El personal puede encontrar difícil y frustrante manejar un comportamiento que es perturbador y no ayuda a la recuperación, pero debe darse cuenta de que el comportamiento suele estar dirigido a la situación y no al cuidador.
  • Ser realista y positivo durante los tratamientos, en la enseñanza de la salud y en el establecimiento de objetivos dentro de las limitaciones.
    • Fundamento: Mejora la confianza y la relación entre el paciente y la enfermera.
  • Anima al paciente y a la OE a ver las heridas y a colaborar en su cuidado según convenga.
    • Justificación: Promueve la aceptación de la realidad de la lesión y del cambio en el cuerpo y la imagen de sí mismo como diferente.
  • Proporcionar esperanza dentro de los parámetros de la situación individual ; no dar falsa tranquilidad.
    • Fundamento: Promueve una actitud positiva y ofrece la oportunidad de establecer objetivos y planificar el futuro basándose en la realidad.
  • Ayuda al paciente a identificar el alcance del cambio real en la apariencia y la función del cuerpo.
    • Fundamento: Ayuda a iniciar el proceso de mirar hacia el futuro y cómo la vida será diferente.
  • Reforzar positivamente el progreso y alentar los esfuerzos para lograr los objetivos de rehabilitación.
    • Justificación: Las palabras de aliento pueden apoyar el desarrollo de conductas de afrontamiento positivas.
  • Mostrar imágenes o vídeos sobre el cuidado de las quemaduras y/u otros resultados de los pacientes, siendo selectivo en lo que se muestra según la situación individual. Fomentar la discusión de los sentimientos sobre lo que el paciente ha visto.
    • Justificación: Permite al paciente y al SO ser realistas en sus expectativas. También ayuda a demostrar la importancia y/o la necesidad de ciertos dispositivos y procedimientos.
  • Fomentar la interacción de la familia entre sí y con el equipo de rehabilitación.
    • Justificación: Abrir líneas de comunicación y proporcionar apoyo continuo al paciente y a la familia.
  • Proporcionar un grupo de apoyo para el SO. Dar información sobre cómo el SO puede ser útil para el paciente.
    • Justificación: Promueve la ventilación de los sentimientos y permite respuestas más útiles para el paciente.
  • Representar situaciones sociales que preocupan al paciente.
    • Justificación: Prepara al paciente y a la OE para las reacciones de los demás y anticipa las formas de enfrentarse a ellas.
  • Remitir a fisioterapia y terapia ocupacional, consejero vocacional, asesoramiento psiquiátrico, enfermera clínica especializada en psiquiatría, servicios sociales y psicólogo, según sea necesario.
    • Justificación: Útil para identificar formas/dispositivos para recuperar y mantener la independencia. El paciente puede necesitar más ayuda para resolver los problemas emocionales persistentes.
  • Remita al paciente desfigurado por las quemaduras a un cirujano reconstructor.
    • Justificación: La cirugía reconstructiva puede ayudar al paciente a ganar autoestima y confianza.
  • Proporcionar a través de la enseñanza e instrucciones completas de cuidados posteriores al paciente. Destacar la importancia de mantener el vendaje seco y limpio, elevar
    • Justificación: Reforzar la enseñanza puede ayudar al paciente a lograr el autocuidado.

Diagnóstico de enfermería

Miedo/Ansiedad

Puede estar relacionado con

  • Crisis situacionales: procedimientos de hospitalización/aislamiento, transmisión y contagio interpersonal, recuerdo de la experiencia traumática, amenaza de muerte y/o desfiguración

Posiblemente, se evidencie por

  • Expresó su preocupación por los cambios en la vida, el miedo a las consecuencias inespecíficas
  • Aprehensión; aumento de la tensión
  • Sentimientos de impotencia, incertidumbre, disminución de la seguridad en sí mismo
  • Estimulación simpática, movimientos extraños, inquietud, insomnio

Resultados deseados

  • Verbalizar la conciencia de los sentimientos y las formas saludables de tratarlos.
  • Informar de que la ansiedad/miedo se ha reducido a un nivel manejable.
  • Demostrar capacidad de resolución de problemas y uso eficaz de los recursos.

Intervenciones de enfermería

  • Dé explicaciones e información frecuentes sobre los procedimientos de atención. Repita la información cuando sea necesario.
    • Justificación: Saber lo que se puede esperar suele reducir el miedo y la ansiedad, aclara los conceptos erróneos y promueve la cooperación. Debido al shock del trauma inicial, muchas personas no recuerdan la información proporcionada durante ese tiempo.
  • Demostrar la voluntad de escuchar y hablar con el paciente cuando no hay procedimientos dolorosos.
    • Justificación: Ayuda al paciente y a su pareja a saber que hay apoyo disponible y que el profesional sanitario se interesa por la persona, no sólo por el cuidado de la quemadura.
  • Implicar al paciente y a la OE en el proceso de toma de decisiones siempre que sea posible. Proporcionar tiempo para preguntar y repetir los tratamientos propuestos.
    • Justificación: Promueve la sensación de control y cooperación, disminuyendo los sentimientos de impotencia o desesperanza.
  • Evaluar el estado mental, incluyendo el estado de ánimo y el afecto, la comprensión de los acontecimientos y el contenido de los pensamientos.
    • Fundamento: Inicialmente, el paciente puede utilizar la negación y la represión para reducir y filtrar la información que podría ser abrumadora. Algunos pacientes muestran una actitud tranquila y un estado mental alerta, lo que representa una disociación de la realidad, que también es un mecanismo de protección.
  • Investigar los cambios de mentalidad y la presencia de hipervigilancia, alucinaciones, alteraciones del sueño, pesadillas, agitación, apatía, desorientación y afecto lábil, todo lo cual puede variar de un momento a otro.
    • Justificación: Indicadores de ansiedad extrema y estado de delirio en el que el paciente está literalmente luchando por la vida. Aunque la causa puede ser psicológica, hay que descartar causas patológicas que pongan en peligro la vida.
  • Proporciona una orientación constante y consistente.
    • Justificación: Ayuda al paciente a mantenerse en contacto con el entorno y la realidad.
  • Anime al paciente a hablar de las circunstancias de la quemadura cuando esté preparado.
    • Justificación: El paciente puede necesitar contar la historia de lo sucedido una y otra vez para dar algún sentido a una situación aterradora. La adaptación al impacto del trauma, el dolor por las pérdidas y la desfiguración pueden conducir fácilmente a la depresión clínica, la psicosis y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  • Explique al paciente lo que ha sucedido. Dar la oportunidad de hacer preguntas y dar respuestas sinceras.
    • Justificación: Unas declaraciones compasivas que reflejen la realidad de la situación pueden ayudar al paciente y a la OE a reconocer esa realidad y a empezar a afrontar lo sucedido.
  • Identificar los métodos anteriores de afrontamiento y manejo de situaciones estresantes.
    • Justificación: El comportamiento exitoso del pasado puede servir de ayuda para afrontar la situación actual.
  • Cree un entorno de descanso, utilice imágenes guiadas y ejercicios de relajación.
    • Justificación: Los pacientes experimentan una gran ansiedad asociada al traumatismo por quemaduras y al tratamiento. Estas intervenciones son tranquilizadoras y útiles para obtener resultados positivos.
  • Ayude a la familia a expresar sus sentimientos de dolor y culpa.
    • Fundamento: La familia puede estar inicialmente más preocupada por la muerte del paciente y/o sentirse culpable, creyendo que de alguna manera podrían haber evitado el incidente.
  • Hay que ser empático y no juzgar al tratar con el paciente y su familia.
    • Justificación: Las relaciones familiares se ven alteradas; los cambios financieros, de estilo de vida o de roles hacen que este sea un momento difícil para las personas involucradas con el paciente, y pueden reaccionar de muchas maneras diferentes.
  • Anima a la familia/SO a visitar y discutir los acontecimientos familiares. Recordar al paciente los acontecimientos pasados y futuros.
    • Justificación: Mantiene el contacto con una realidad familiar, creando un sentido de apego y continuidad de la vida.
  • Involucrar a todo el equipo de quemados en la atención desde el ingreso hasta el alta, incluyendo al trabajador social y los recursos psiquiátricos.
    • Justificación: Proporciona un sistema de apoyo más amplio y promueve la continuidad de los cuidados y la coordinación de las actividades.

Diagnóstico de enfermería

Deterioro de la integridad de la piel

Puede estar relacionado con

  • Disrupción de la superficie de la piel con destrucción de las capas cutáneas (quemadura de espesor parcial/completo) que requiere injertos

Posiblemente, se evidencie por

  • Ausencia de tejido viable

Resultados deseados

  • Curación de heridas: Intención secundaria (NOC)
  • Demostrar la regeneración de tejidos.
  • Lograr la curación oportuna de las zonas quemadas.

Intervenciones de enfermería

  • Evaluar y documentar el tamaño, el color y la profundidad de la herida, observando el tejido necrótico y el estado de la piel circundante.
    • Justificación: Proporciona información de referencia sobre la necesidad de un injerto de piel y posibles pistas sobre la circulación en la zona para soportar el injerto.
  • Proporcionar los cuidados adecuados para las quemaduras y las medidas de control de la infección.
    • Justificación: Prepara los tejidos para el injerto y reduce el riesgo de infección/fracaso del injerto.

Mantener la cobertura de la herida como se indica

  • Apósito biosintético (Biobrane);
    • Justificación: Tejido de nylon y/o membrana de silicona que contiene péptidos colágenos porcinos que se adhiere a la superficie de la herida hasta que se retira o se desprende por reepitelización espontánea de la piel. Resulta útil para las quemaduras de espesor parcial sin escaras que están a la espera de autoinjertos, ya que puede permanecer en su lugar durante 2 o 3 semanas o más y es permeable a los agentes antimicrobianos tópicos.
  • Apósitos sintéticos: DuoDerm;
    • Justificación: Apósito hidroactivo que se adhiere a la piel para cubrir pequeñas quemaduras de espesor parcial y que interactúa con el exudado de la herida para formar un gel suave que facilita el desbridamiento.
  • Opsite, Acuderm.
    • Justificación: Apósito fino, transparente, elástico, impermeable y oclusivo (permeable a la humedad y al aire) que se utiliza para cubrir heridas limpias de espesor parcial y zonas donantes limpias.
      Reduce la hinchazón/limita el riesgo de separación del injerto.
  • Elevar la zona injertada si es posible. Mantener la posición deseada y la inmovilidad de la zona cuando esté indicado.
    • Justificación: El movimiento del tejido bajo el injerto puede desalojarlo, interfiriendo con la curación óptima.
  • Mantener los apósitos sobre la zona recién injertada y/o la zona donante según se indique: malla, petróleo, no adhesivo.
    • Justificación: Las zonas pueden cubrirse con material superficial translúcido y no reactivo (entre el injerto y el apósito exterior) para eliminar el cizallamiento del nuevo epitelio y proteger el tejido en curación. La zona donante se suele cubrir durante 4-24 horas, después se retiran los apósitos voluminosos y se deja una gasa de malla fina.
  • Mantiene la piel libre de presión
    • Justificación: Promueve la circulación y previene la isquemia o la necrosis y el fracaso del injerto.
  • Evalúa el color de la zona injertada y de la zona donante y observa la presencia o ausencia de cicatrización.
    • Fundamento: Evalúa la eficacia de la circulación e identifica las complicaciones en desarrollo.
  • Lave las zonas con un jabón suave, enjuáguelas y lubríquelas con crema varias veces al día una vez que se hayan retirado los apósitos y se haya completado la cicatrización.
    • Justificación: La piel recién injertada y las zonas donantes cicatrizadas requieren un cuidado especial para mantener la flexibilidad.
  • Aspirar las burbujas bajo los injertos de lámina con una aguja estéril o con un bastoncillo estéril.
    • Justificación: Las burbujas llenas de líquido impiden la adherencia del injerto al tejido subyacente, lo que aumenta el riesgo de fracaso del injerto.

Preparar/ayudar a realizar injertos quirúrgicos o apósitos biológicos:

  • Homoinjerto (aloinjerto);
    • Justificación: Los injertos de piel obtenidos de personas vivas o de cadáveres se utilizan como cobertura temporal de quemaduras extensas hasta que la propia piel de la persona esté lista para el injerto (injerto de prueba), para cubrir heridas extirpadas inmediatamente después de la escarotomía o para proteger el tejido de granulación.
  • Heteroinjerto (xenoinjerto, porcino);
    • Justificación: Los injertos de piel pueden realizarse con piel animal con los mismos fines que los homoinjertos o para cubrir autoinjertos enmallados.
  • Autoinjerto epitelial cultivado (CEA);
    • Justificación: El injerto de piel obtenido de una parte no lesionada de la propia piel del paciente y preparado en un laboratorio ; puede ser de grosor total o parcial. Nota: Este proceso tarda entre 20 y 30 días desde la recolección hasta la aplicación. Las nuevas láminas de CEA tienen un grosor de 1 a 6 capas celulares y, por tanto, son muy frágiles.
  • Piel artificial (Integra).
    • Justificación: Recubrimiento de heridas aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para las quemaduras de espesor total y de espesor parcial profundo. Proporciona una cobertura permanente e inmediata que reproduce las funciones normales de la piel y estimula la regeneración del tejido dérmico.

Diagnóstico de enfermería

Nutrición desequilibrada

Puede estar relacionado con

  • Estado hipermetabólico (puede ser hasta un 50%-60% más alto de lo normal proporcional a la gravedad de la lesión)
  • Catabolismo de las proteínas
  • Anorexia, restricción de la ingesta oral

Posiblemente, se evidencie por

  • Disminución del peso corporal total, pérdida de masa muscular/grasa subcutánea y desarrollo de un balance nitrogenado negativo

Resultados deseados

  • Demostrar que la ingesta nutricional es adecuada para satisfacer las necesidades metabólicas, como lo demuestran las mediciones estables de peso/masa muscular, el balance positivo de nitrógeno y la regeneración de tejidos.

Intervenciones de enfermería

  • Ausculte los ruidos intestinales. Observe los ruidos intestinales hipoactivos o ausentes.
    • Fundamento: El íleo se asocia a menudo con el período de postcombustión, pero suele remitir en 36-48 horas, momento en el que se puede iniciar la alimentación oral.
  • Mantener un estricto recuento de calorías. Pesar diariamente. Reevaluar semanalmente el porcentaje de superficie corporal abierta y las heridas.
    • Justificación: Las guías apropiadas para la ingesta calórica adecuada incluyen 25 kcal/kg de peso corporal, más 40 kcal por porcentaje de TBSA de la quemadura en el adulto. A medida que la herida de la quemadura se cura, se reevalúa el porcentaje de áreas quemadas para calcular las fórmulas dietéticas prescritas, y se hacen los ajustes apropiados.
  • Monitorear la masa muscular y la grasa subcutánea como se indica.
    • Fundamento: La calorimetría indirecta, si está disponible, puede ser útil para estimar con mayor precisión las reservas o pérdidas corporales y la eficacia del tratamiento.
  • Proporcionar comidas y tentempiés pequeños y frecuentes.
    • Justificación: Ayuda a prevenir la distensión gástrica o el malestar y puede mejorar la ingesta.
  • Anime al paciente a considerar la dieta como un tratamiento y a elegir alimentos o bebidas ricos en calorías y proteínas.
    • Justificación: Las calorías y las proteínas son necesarias para mantener el peso, satisfacer las necesidades metabólicas y favorecer la cicatrización de las heridas.
  • Averiguar lo que le gusta y lo que no le gusta de la comida. Animar al SO a traer comida de casa, según convenga.
    • Justificación: Proporciona al paciente o a la OE una sensación de control; aumenta la participación en los cuidados y puede mejorar la ingesta.
  • Anime al paciente a sentarse durante las comidas y a visitar a otras personas.
    • Argumento: Estar sentado ayuda a prevenir la aspiración y contribuye a la correcta digestión de los alimentos. La socialización promueve la relajación y puede mejorar la ingesta.
  • Proporcionar la higiene bucal antes de las comidas.
    • Justificación: Una boca y un paladar limpios mejoran el sabor y ayudan a promover un buen apetito.
  • Insertar una sonda nasogástrica, según se indique.
    • Justificación: Para descomprimir el estómago y evitar la aspiración del contenido estomacal.
  • Realiza pruebas de glucosa en el dedo y de orina según se indique.
    • Justificación: Vigila el desarrollo de hiperglucemia relacionada con cambios o demandas hormonales o el uso de hiperalimentación para satisfacer las necesidades calóricas.
  • Remitir al dietista o al equipo de apoyo nutricional.
    • Justificación: Útil para establecer las necesidades nutricionales individuales (basadas en el peso y la superficie corporal de la lesión) e identificar las vías adecuadas.
  • Proporcionar una dieta alta en calorías o proteínas con oligoelementos y suplementos vitamínicos.
    • Justificación: Se necesitan calorías (3. 000-5. 000 al día), proteínas y vitaminas para satisfacer las mayores necesidades metabólicas, mantener el peso y favorecer la regeneración de los tejidos. Nota: Es preferible la vía oral una vez que se recupere la función gastrointestinal.
  • Insertar y mantener una pequeña sonda de alimentación para la alimentación enteral y los suplementos si es necesario.
    • Justificación: Proporciona una alimentación suplementaria continua cuando el paciente no puede consumir el total de las necesidades calóricas diarias por vía oral. Nota: La alimentación continua por sonda durante la noche aumenta la ingesta de calorías sin disminuir el apetito y la ingesta oral durante el día.
  • Administrar soluciones de nutrición parenteral que contengan vitaminas y minerales, según se indique.
    • Fundamento: La nutrición parenteral total (NPT) mantiene la ingesta nutricional y satisface las necesidades metabólicas en presencia de complicaciones graves o lesiones esofágicas o gástricas sostenidas que no permiten la alimentación enteral.
  • Controlar los estudios de laboratorio: albúmina sérica, prealbúmina, Cr, transferrina, nitrógeno ureico en orina.
    • Justificación: Indicadores de necesidades nutricionales y adecuación de la dieta/terapia.
  • Administrar insulina según lo indicado.
    • Justificación: Se pueden desarrollar niveles elevados de glucosa sérica debido a una respuesta de estrés a una lesión, a una ingesta calórica elevada o a la fatiga del páncreas.

Diagnóstico de enfermería

Perfusión tisular ineficaz

Los factores de riesgo pueden ser

  • Reducción/interrupción del flujo sanguíneo arterial/venoso, por ejemplo, quemaduras circunferenciales de las extremidades con el consiguiente edema
  • Hipovolemia

Resultados deseados

  • Mantener los pulsos periféricos palpables

Intervenciones de enfermería

  • Evaluar el color, la sensibilidad, el movimiento, los pulsos periféricos y el relleno capilar en las extremidades con quemaduras circunferenciales. Comparar con los hallazgos de la extremidad no afectada.
    • Fundamento: La formación de edema puede comprimir fácilmente los vasos sanguíneos, impidiendo así la circulación y aumentando la estasis venosa o el edema. Las comparaciones con las extremidades no afectadas ayudan a diferenciar los problemas localizados de los sistémicos (hipovolemia o disminución del gasto cardíaco).
  • Elevar las extremidades afectadas, según corresponda. Retirar las joyas o las bandas de los brazos Evitar el uso de cinta adhesiva alrededor de la zona quemada.
    • Justificación: Promueve la circulación sistémica y el retorno venoso que puede reducir el edema u otros efectos deletéreos de la constricción de los tejidos edematosos. La elevación prolongada puede perjudicar la perfusión arterial si la presión arterial (PA) cae o las presiones tisulares aumentan excesivamente.
  • Promueve la circulación sistémica y el retorno venoso que puede reducir el edema u otros efectos nocivos de la constricción de los tejidos edematosos. La elevación prolongada puede perjudicar la perfusión arterial si la presión arterial (PA) disminuye o las presiones tisulares aumentan excesivamente.
    • Justificación: Si se deben obtener lecturas de la PA en una extremidad lesionada, dejar el manguito colocado puede aumentar la formación de edema y reducir la perfusión, y convertir una quemadura de espesor parcial en una lesión más grave.
  • Investigar los informes de dolor profundo o punzante, entumecimiento.
    • Justificación: Indicadores de disminución de la perfusión y/o aumento de la presión dentro del espacio cerrado, como puede ocurrir con una quemadura circunferencial de una extremidad (síndrome compartimental).
  • Fomenta los ejercicios de movimiento activo de las partes del cuerpo no afectadas.
    • Justificación: Promueve la circulación local y sistémica.
  • Investigar los pulsos irregulares
    • Justificación: Las disritmias cardíacas pueden producirse como resultado de desplazamientos electrolíticos, lesiones eléctricas o liberación de factor depresor miocárdico, comprometiendo el gasto cardíaco.
  • Mantener la reposición de líquidos según el protocolo.
    • Justificación: Maximiza el volumen circulante y la perfusión tisular.
  • Vigilar los electrolitos, especialmente el sodio, el potasio y el calcio. Administrar terapia de reemplazo según se indique.
    • Justificación: Las pérdidas o desplazamientos de estos electrolitos afectan al potencial de la membrana celular y a la excitabilidad, alterando así la conductividad miocárdica, potenciando el riesgo de disritmias y reduciendo el gasto cardíaco y la perfusión tisular.
  • Evitar el uso de inyecciones IM/SC.
    • Justificación: La alteración de la perfusión tisular y la formación de edema perjudican la absorción del fármaco. Las inyecciones en zonas de donantes potenciales pueden hacerlas inutilizables debido a la formación de hematomas.
  • Medir las presiones intracompartimentales como se indica.
    • Fundamento: La miositis isquémica puede desarrollarse debido a la disminución de la perfusión.
  • Asiste y prepara para la escarotomía o fasciotomía, según se indique.
    • Justificación: Mejora la circulación al aliviar la constricción causada por el tejido rígido e inviable (escara) o la formación de edema.

Diagnóstico de enfermería

Dolor agudo

Puede estar relacionado con

  • Destrucción de piel/tejidos; formación de edema
  • Manipulación de tejidos lesionados, por ejemplo, desbridamiento de heridas

Posiblemente, se evidencie por

  • Informes sobre el dolor
  • Enfoque estrecho, máscara facial de dolor
  • Alteración del tono muscular; respuestas autonómicas
  • Comportamientos de distracción/guarda; ansiedad/miedo, inquietud

Resultados deseados

  • Informar de que el dolor se ha reducido/controlado.
  • Mostrar expresiones faciales/postura corporal relajadas.
  • Participar en actividades y dormir/descansar adecuadamente.

Intervenciones de enfermería

  • Cubra las heridas lo antes posible, a menos que se requiera un método de cuidado de quemaduras por exposición al aire libre.
    • Fundamento: Los cambios de temperatura y el movimiento del aire pueden provocar un gran dolor en las terminaciones nerviosas expuestas.
  • Elevar periódicamente las extremidades quemadas.
    • Justificación: La elevación puede ser necesaria inicialmente para reducir la formación de edema(s) después, los cambios de posición y la elevación reducen las molestias y el riesgo de contracturas articulares.
  • Proporcione una cuna para la cama como se indica.
    • Justificación: La elevación de la ropa de cama de las heridas puede ayudar a reducir el dolor.
  • Envuelva los dedos o las extremidades en posición de función (evitando la posición flexionada de las articulaciones afectadas) utilizando férulas y tablas de pies según sea necesario.
    • Justificación: La posición funcional reduce las deformidades o contracturas y favorece la comodidad. Aunque la posición flexionada de las articulaciones lesionadas puede resultar más cómoda, puede provocar contracturas por flexión.
  • Cambie de posición con frecuencia y ayude con el ROM activo y pasivo según se indique.
    • Justificación: El movimiento y el ejercicio reducen la rigidez articular y la fatiga muscular, pero el tipo de ejercicio depende de la localización y el alcance de la lesión.
  • Mantenga una temperatura ambiental confortable, proporcione lámparas de calor, coberturas corporales que retengan el calor.
    • Justificación: La regulación de la temperatura puede perderse con las quemaduras importantes. Pueden ser necesarias fuentes de calor externas para evitar el enfriamiento.
  • Evaluar los informes de dolor, anotando la localización, el carácter y la intensidad (escala 0-10).
    • Justificación: El dolor casi siempre está presente en algún grado debido a la gravedad variable de la afectación y destrucción de los tejidos, pero suele ser más intenso durante los cambios de apósito y el desbridamiento. Los cambios en la localización, el carácter y la intensidad del dolor pueden indicar la aparición de complicaciones (isquemia de la extremidad) o anunciar la mejora o el retorno de la función y la sensibilidad nerviosas.
  • Suministre medicación y/o coloque en hidroterapia (según corresponda) antes de realizar los cambios de apósitos y el desbridamiento.
    • Justificación: Reduce la angustia física y emocional grave asociada a los cambios de apósitos y al desbridamiento.
  • Fomentar la expresión de los sentimientos sobre el dolor.
    • Justificación: La verbalización permite dar salida a las emociones y puede mejorar los mecanismos de afrontamiento.
  • Implicar al paciente en la determinación del calendario de actividades, tratamientos y administración de fármacos.
    • Justificación: Aumenta la sensación de control del paciente y refuerza los mecanismos de afrontamiento.
  • Explique los procedimientos y proporcione información frecuente según corresponda, especialmente durante el desbridamiento de la herida.
    • Fundamento: El apoyo empático puede ayudar a aliviar el dolor y/o promover la relajación. Saber lo que se puede esperar da al paciente la oportunidad de prepararse y aumenta la sensación de control.
  • Proporcionar medidas básicas de confort: masaje de las zonas no lesionadas, cambios frecuentes de posición.
    • Justificación: Promueve la relajación; reduce la tensión muscular y la fatiga general.
  • Fomentar el uso de técnicas de gestión del estrés: relajación progresiva, respiración profunda, imágenes guiadas y visualización.
    • Justificación: Reenfoca la atención, promueve la relajación y mejora la sensación de control, lo que puede reducir la dependencia farmacológica.
  • Proporcionar actividades de distracción apropiadas para la edad y la condición.
    • Justificación: Ayuda a disminuir la concentración en la experiencia del dolor y a reenfocar la atención.
  • Promover períodos de sueño ininterrumpido.
    • Argumento: La privación del sueño puede aumentar la percepción del dolor/reducir la capacidad de afrontamiento.
  • Administrar analgésicos (narcóticos y no narcóticos) según se indique: morfina; fentanilo (Sublimaze, Ultiva); hidrocodona (Vicodin, Hycodan); oxicodona(OxyContin, Percocet).
    • Justificación: El paciente quemado puede requerir medicación durante todo el día y ajuste de dosis. El método intravenoso suele utilizarse inicialmente para maximizar el efecto del fármaco. La preocupación por la adicción del paciente o las dudas sobre el grado de dolor experimentado no son válidas durante la fase emergente/aguda de la atención, pero los narcóticos deben disminuirse tan pronto como sea posible y se deben iniciar métodos alternativos para el alivio del dolor.

Diagnóstico de enfermería

Riesgo de infección

Los factores de riesgo pueden ser

  • Defensas primarias inadecuadas: destrucción de la barrera cutánea, tejidos traumatizados
  • Defensas secundarias inadecuadas: disminución de la Hb, supresión de la respuesta inflamatoria
  • Exposición ambiental, procedimientos invasivos

Resultados deseados

  • Lograr la curación oportuna de la herida sin exudado purulento y estar afebril.

Intervenciones de enfermería

  • Aplicar las técnicas de aislamiento adecuadas según se indique
    • Justificación: Dependiendo del tipo o la extensión de las heridas y de la elección del tratamiento de la herida (abierta frente a cerrada), el aislamiento puede ir desde el simple de la herida y/o de la piel hasta el completo o inverso para reducir el riesgo de contaminación cruzada y la exposición a múltiples floras bacterianas.
  • Enfatizar y modelar una buena técnica de lavado de manos para todas las personas que entran en contacto con el paciente.
    • Justificación: Evita la contaminación cruzada ; reduce el riesgo de infección adquirida.
  • Utilice batas, guantes, mascarillas y una técnica aséptica estricta durante el cuidado directo de las heridas y proporcione ropa de cama o batas estériles o recién lavadas.
    • Justificación: Evita la exposición a organismos infecciosos.
  • Controlar y/o limitar las visitas, si es necesario. Si se utiliza el aislamiento, explicar el procedimiento a los visitantes. Supervisar el cumplimiento del protocolo por parte de los visitantes, según se indique.
    • Justificación: Evita la contaminación cruzada de los visitantes. La preocupación por el riesgo de infección debe equilibrarse con la necesidad del paciente de apoyo familiar y socialización.
  • Afeitar o recortar todo el vello alrededor de las zonas quemadas para incluir un borde de 1 pulgada (excluyendo las cejas). Afeitar el vello facial (hombres) y lavar la cabeza con champú a diario.
    • Justificación: Las infecciones oportunistas (levaduras) se producen con frecuencia debido a la depresión del sistema inmunitario y/o a la proliferación de la flora corporal normal durante la terapia antibiótica sistémica.
  • Examine las zonas no quemadas (como la ingle, los pliegues del cuello, las membranas mucosas) y el flujo vaginal de forma rutinaria.
    • Justificación: Los ojos pueden hincharse y/o infectarse por el drenaje de las quemaduras circundantes. Si los párpados están quemados, puede ser necesario cubrir los ojos para evitar daños en la córnea.
  • Proporcionar un cuidado especial a los ojos: utilizar fundas oculares y fórmulas lagrimales según convenga.
    • Justificación: Evita la adherencia a la superficie que pueda estar tocando y favorece la correcta cicatrización. Nota: El cartílago de la oreja tiene una circulación limitada y es propenso a la necrosis por presión.
  • Evitar el contacto superficial piel con piel (envolver cada dedo de la mano o del pie quemado por separado; no permitir que la oreja quemada toque el cuero cabelludo).
    • Justificación: Identifica la presencia de cicatrización (tejido de granulación) y permite la detección precoz de la infección de la herida por quemadura. La infección en una quemadura de espesor parcial puede provocar la conversión de la quemadura en una lesión de espesor total. Nota: Un fuerte olor dulce y rancio en el lugar del injerto es indicativo de Pseudomonas.
  • Examinar las heridas diariamente, anotar y documentar los cambios de aspecto, olor o cantidad de drenaje.
    • Justificación: Indicadores de sepsis (a menudo ocurre con quemaduras de espesor total) que requieren una rápida evaluación e intervención. Nota: Los cambios en el sensorio, los hábitos intestinales y la frecuencia respiratoria suelen preceder a la fiebre y a la alteración de los estudios de laboratorio.
  • Vigilar las constantes vitales para detectar fiebre, aumento de la frecuencia y profundidad respiratoria en asociación con cambios en el sensorio, presencia de diarrea, disminución del recuento de plaquetas e hiperglucemia con glucosuria.
    • Justificación: El agua ablanda y ayuda a eliminar los apósitos y la escara (capa de piel o tejido muerto). Las fuentes varían en cuanto a si es mejor el baño o la ducha. El baño tiene la ventaja de que el agua proporciona apoyo para ejercitar las extremidades, pero puede favorecer la contaminación cruzada de las heridas. La ducha mejora la inspección de la herida y evita la contaminación por restos flotantes.
  • Retire los apósitos y limpie las zonas quemadas en una bañera de hidroterapia o de hidromasaje o en una cabina de ducha con cabezal de ducha manual. Mantenga la temperatura del agua a 37,8°C (100°F). Lavar las zonas con un agente limpiador suave o jabón quirúrgico.
    • Justificación: Se sabe que la escisión temprana reduce la cicatrización y el riesgo de infección, facilitando así la curación.
  • Desbridar el tejido necrótico o suelto (incluidas las ampollas rotas) con tijeras y pinzas. No alterar las ampollas intactas si son menores de 1-2 cm, no interfieren con la función articular y no parecen infectadas.
    • Justificación: Promueve la curación. Evita la autocontaminación. Las ampollas pequeñas e intactas ayudan a proteger la piel y aumentan la tasa de reepitelización, a menos que la lesión por quemadura sea el resultado de productos químicos (en cuyo caso el líquido contenido en las ampollas puede seguir causando la destrucción del tejido).
  • Fotografiar la herida inicialmente y a intervalos periódicos.
    • Justificación: Proporciona una línea de base y documentación del proceso de curación.
  • Administrar los agentes tópicos según lo indicado:
    • Justificación: Los siguientes agentes ayudan a controlar el crecimiento bacteriano y a prevenir la desecación de la herida, que puede causar una mayor destrucción del tejido.
  • Sulfadiazina de plata (Silvadene);
    • Justificación: Antimicrobiano de amplio espectro que es relativamente indoloro pero tiene una penetración intermedia y algo retardada en la escara. Puede causar erupción o depresión de los glóbulos blancos.
  • Acetato de mafenida (Sulfamylon);
    • Justificación: Antibiótico de elección en caso de infección invasiva confirmada de la herida por quemadura. Útil contra organismos Gram-negativos o Gram-positivos. Causa ardor o dolor en la aplicación y durante 30 minutos después. Puede causar sarpullido, acidosis metabólica y disminución de Paco2.
  • Nitrato de plata;
    • Justificación: Es eficaz contra Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa, pero tiene una escasa penetración en la escara, es doloroso y puede provocar un desequilibrio electrolítico. Los apósitos deben estar constantemente saturados. El producto mancha la piel/superficie de color negro.
  • Bacitracina;
    • Justificación: Es eficaz contra los organismos Gram-positivos y se utiliza generalmente para las quemaduras superficiales y faciales.
  • Povidona yodada (Betadine);
    • Justificación: Antimicrobiano de amplio espectro, pero es doloroso en su aplicación, puede causar acidosis metabólica o aumento de la absorción de yodo y dañar los tejidos frágiles.
  • Hidrogeles: Transorb, Burnfree.
    • Justificación: Útil para las quemaduras de espesor parcial y total; rellenando los espacios muertos, rehidratando los lechos de las heridas secas y promoviendo el desbridamiento autolítico. Los antibióticos sistémicos se administran para controlar las infecciones generales identificadas por cultivo y sensibilidad. Se ha comprobado que la cólisis subescarificada es eficaz contra los patógenos en los tejidos granulados en la línea de demarcación entre el tejido viable o no viable, reduciendo el riesgo de sepsis.
  • Administrar otros medicamentos según corresponda: Clisis subescarificada o antibióticos sistémicos; Toxoide tetánico o antitoxina clostridial, según proceda.
    • Justificación: La destrucción de los tejidos y la alteración de los mecanismos de defensa aumentan el riesgo de desarrollar tétanos o gangrena gaseosa, especialmente en quemaduras profundas como las causadas por la electricidad.
  • Colocar las vías intravenosas y/o invasivas en la zona no quemada.
    • Justificación: Disminución del riesgo de infección en el lugar de inserción con posibilidad de progresión a septicemia.
  • Obtener cultivos y sensibilidades de rutina de las heridas y/o drenajes.
    • Justificación: Permite el reconocimiento temprano y el tratamiento específico de la infección de la herida.

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