Plan de cuidados de enfermería para la insuficiencia renal aguda y su gestión
Índice de contenidos
Notas
Descripción
Es una disminución repentina de la función renal, generalmente marcada por el aumento de las concentraciones de nitrógeno ureico en sangre (BUN; azotemia) y creatinina; oliguria (menos de 500 ml de orina en 24 horas); hipercalemia; y retención de sodio.
La insuficiencia renal aguda se clasifica en
Insuficiencia prerrenal : es el resultado de condiciones que interrumpen el suministro de sangre renal ;, reduciendo así la perfusión renal (hipovolemia, shock, hemorragia, quemaduras que disminuyen el gasto cardíaco, terapia diurética).
Insuficiencia postrenal : resulta de la obstrucción del flujo de orina.
Insuficiencia intrarrenal : resulta de una lesión en los propios riñones (isquemia, toxinas, procesos inmunológicos, trastornos sistémicos y vasculares).
La enfermedad progresa a través de tres fases clínicamente distintas que son la oligúrica-anúrica, la diurética y la de recuperación, que se distinguen principalmente por los cambios en el volumen de orina y los niveles de BUN y creatinina.
Las complicaciones del FRA incluyen disritmias, mayor susceptibilidad a las infecciones, anomalías electrolíticas, hemorragias gastrointestinales debidas a úlceras de estrés y fallos orgánicos múltiples. Si no se trata, el FRA puede evolucionar hacia una insuficiencia renal crónica, una enfermedad renal terminal y la muerte por uremia o causas relacionadas.
Fisiopatología Evaluación:
Fase oligúrica-anúrica: volumen de orina inferior a 400 ml por 24 horas; aumento de la creatinina sérica, la urea, el ácido úrico, los ácidos orgánicos, el potasio y el magnesio; dura de 3 a 5 días en los lactantes y los niños, y de 10 a 14 días en los adolescentes y los adultos.
Fase diurética: comienza cuando la producción de orina supera los 500 ml por 24 horas, finaliza cuando los niveles de BUN y creatinina dejan de aumentar; la duración está disponible.
Fase de recuperación: asintomática; dura de varios meses a 1 año; puede quedar algún tejido cicatricial.
En la enfermedad prerrenal : disminución de la turgencia de los tejidos, sequedad de las mucosas, pérdida de peso, venas del cuello planas, hipotensión, taquicardia.
En la enfermedad postrenal: dificultad para orinar, cambios en el flujo de orina.
En la enfermedad intrarrenal: la presentación varía; suelen tener edema, pueden tener fiebre, erupción cutánea.
También pueden aparecer náuseas, vómitos, diarrea y letargo.
Evaluación diagnóstica:
El análisis de orina muestra proteinuria, hematuria y cilindros. La química de la orina distingue varias formas de FRA (prerrenal, postrenal, intrarrenal).
Los niveles de creatinina sérica y BUN están elevados; los niveles de gasometría arterial (GSA), los electrolitos séricos pueden ser anormales.
La ecografía renal estima el tamaño del riñón y descarta una uropatía obstructiva tratable.
Diagnóstico primario de enfermería
Déficit de volumen de fluidos relacionado con una excesiva producción de orina, vómitos, hemorragia
Otros diagnósticos que pueden aparecer en los planes de cuidados de enfermería para la insuficiencia renal aguda
Perfusión tisular ineficaz (renal)
Exceso de volumen de líquido
Riesgo de infección
Intervenciones terapéuticas y farmacológicas:
Puede ser necesario el alivio quirúrgico de la obstrucción.
Corrección de los excesos o déficits de líquidos subyacentes.
Corrección y control de los desequilibrios bioquímicos.
Restablecimiento y mantenimiento de la presión arterial mediante líquidos intravenosos y vasopresores.
Mantenimiento de una nutrición adecuada: Dieta baja en proteínas con suplemento de aminoácidos y vitaminas.
Inicio de la hemodiálisis, la diálisis peritoneal o la terapia de sustitución renal continua para los pacientes con azotemia progresiva y otras complicaciones potencialmente mortales.
Intervenciones de enfermería:
Controlar el volumen de orina de 24 horas para seguir la evolución clínica de la enfermedad.
Controlar el BUN, la creatinina y los electrolitos.
Controlar los niveles de ABG según sea necesario para evaluar el equilibrio ácido-base.
Pesar al paciente para obtener un índice de equilibrio de líquidos.
Medir la presión arterial en varios momentos del día con los pacientes en posición supina, sentada y de pie.
Ajustar la ingesta de líquidos para evitar la sobrecarga de volumen y la deshidratación.
Esté atento a las disritmias cardíacas y a la insuficiencia cardíaca por hipercalemia, desequilibrio electrolítico o sobrecarga de líquidos. Disponga de equipos de reanimación en caso de parada cardíaca.
Vigilar la infección del tracto urinario y retirar la sonda vesical lo antes posible.
Emplear una higiene pulmonar intensiva porque la incidencia de edema pulmonar e infección es alta.
Proporcionar un cuidado meticuloso de las heridas.
Ofrecer una alimentación rica en carbohidratos porque éstos tienen un mayor poder de conservación de las proteínas y aportan calorías adicionales.
Establecer precauciones contra las convulsiones. Proporcionar barandillas laterales acolchadas y disponer de equipos de aspiración y vías respiratorias junto a la cama.
Anime y ayude al paciente a girarse y moverse porque la somnolencia y el letargo pueden reducir la actividad.
Explique que el paciente puede experimentar defectos residuales en la función renal durante mucho tiempo después de la enfermedad aguda.
Animar al paciente a informar de los análisis de orina rutinarios y de los exámenes de seguimiento.
Recomendar la reanudación de la actividad de forma gradual porque la debilidad muscular estará presente por el exceso de catabolismo.
Directrices de documentación
Hallazgos físicos: producción de orina y descripción de la orina, balance de fluidos, signos vitales, hallazgos relacionados con el proceso de la enfermedad original o la injuria, presencia de dolor o prurito, estado mental, estado gastrointestinal e integridad de la piel.
Estado de los accesos peritoneales o vasculares
Nutrición: Respuesta a las restricciones dietéticas o de líquidos, tolerancia a los alimentos, mantenimiento del peso corporal
Directrices para el alta y la atención sanitaria a domicilio
Todos los pacientes con IRA necesitan conocer la función renal, los signos y síntomas de la insuficiencia renal y cómo controlar su propia función renal. Los pacientes que han recuperado una función renal viable deben seguir siendo controlados por un nefrólogo durante al menos un año. Enseñar al paciente que puede ser más susceptible a las infecciones que antes. Aconsejar controles diarios de peso. Hacer hincapié en el descanso para evitar el sobreesfuerzo. Enseñar al paciente o a sus allegados todos los medicamentos, incluida la dosis, los posibles efectos secundarios y las interacciones entre ellos. Explicar que el paciente debe informar al profesional de la salud sobre los medicamentos si necesita un tratamiento, como un trabajo dental, o si se añade una nueva medicación. Explicar que se requiere una evaluación médica continua para comprobar la función renal. Explique todas las restricciones dietéticas y de líquidos. Anote si las restricciones son de por vida o temporales.
Los pacientes que no han recuperado una función renal viable deben comprender que su estado puede persistir e incluso hacerse crónico. Si se sospecha que existe una insuficiencia renal crónica, es necesario seguir un tratamiento ambulatorio y un seguimiento. Discutir con otras personas importantes los cambios de estilo de vida que pueden ser necesarios con la insuficiencia renal crónica.
Fuentes: Nursingcrib.com Marilyn Sawyer Sommers, RN, PhD, FAAN , Susan A. Johnson, RN, PhD, Theresa A. Beery, PhD, RN , ENFERMEDADES Y TRASTORNOS Un manual terapéutico de enfermería, 2007 3ª ed.
Plan de cuidados de enfermería
Diagnóstico de enfermería : Exceso de volumen de líquido
Ingesta mayor que la salida, oliguria; cambios en la gravedad específica de la orina
Distensión venosa; cambios en la presión arterial (PA)/presión venosa central (PVC)
Edema tisular generalizado, aumento de peso
Cambios en el estado mental, inquietud
Disminución de la Hb/hematocrito (Hct), alteración de los electrolitos; congestión pulmonar en la radiografía
Resultados deseados
Presenta una diuresis adecuada con gravedad específica/estudios de laboratorio cercanos a la normalidad; peso estable, signos vitales dentro del rango normal del paciente; y ausencia de edema.
Intervenciones de enfermería
Registrar con exactitud la ingesta y la salida (IO), teniendo en cuenta que hay que incluir los líquidos «ocultos», como los aditivos de antibióticos intravenosos, los medicamentos líquidos, las golosinas congeladas y los trozos de hielo. Medir religiosamente las pérdidas gastrointestinales y estimar las pérdidas insensibles (sudoración), incluyendo el drenaje de heridas, las salidas nasogástricas y la diarrea.
Justificación: La disminución del gasto (a menos de 400 ml por 24 horas) puede indicar insuficiencia aguda, especialmente en pacientes de alto riesgo. La monitorización precisa de la IO es necesaria para determinar la función renal y las necesidades de reposición de líquidos y reducir el riesgo de sobrecarga de líquidos. Hay que tener en cuenta que la hipervolemia suele producirse en la fase anúrica de la IRA y puede enmascarar los síntomas.
Monitorizar la gravedad específica de la orina.
Justificación: Mide la capacidad del riñón para concentrar la orina. En la insuficiencia intrarrenal, la gravedad específica suele ser igual o inferior a 1,010, lo que indica una pérdida de capacidad de concentración de la orina.
Pesar diariamente a la misma hora del día, en la misma báscula, con el mismo equipo y ropa.
Justificación: El peso corporal diario es el mejor monitor del estado de los fluidos. Un aumento de peso de más de 0,5 kg/día sugiere retención de líquidos.
Evaluar la piel, la cara y las zonas dependientes en busca de edema. Evaluar el grado de edema (en una escala de +1-+4).
Fundamento: El edema se produce principalmente en los tejidos dependientes del cuerpo, (manos, pies, zona lumbosacra). El paciente puede ganar hasta 4,5 kg de líquido antes de que se detecte el edema con fóvea. El edema periorbital puede ser un signo de presentación de este cambio de fluido porque estos frágiles tejidos se distensionan fácilmente incluso por una mínima acumulación de fluido.
Monitorizar la frecuencia cardíaca (FC), la PA y la VMD/CVP.
Fundamento: La taquicardia y la hipertensión pueden producirse debido a: (1) la incapacidad de los riñones para excretar orina, (2) el exceso de reanimación con líquidos durante los esfuerzos para tratar la hipovolemia y/o la hipotensión o convertir la fase oligúrica de la insuficiencia renal, (3) los cambios en el sistema renina-angiotensina. Puede ser necesaria una monitorización invasiva para evaluar el volumen intravascular, especialmente en pacientes con una función cardíaca deficiente.
Ausculte los ruidos pulmonares y cardíacos.
Justificación: La sobrecarga de líquidos puede provocar un edema pulmonar y una IC evidenciada por el desarrollo de ruidos respiratorios adventicios y ruidos cardíacos adicionales.
Evaluar el nivel de conciencia. Investigar cambios en la mentalidad, presencia de inquietud.
Justificación: Puede reflejar cambios de líquidos, acumulación de toxinas, acidosis, desequilibrios electrolíticos o desarrollo de hipoxia.
Distribuya las bebidas deseadas a lo largo de las 24 horas y ofrezca varias (calientes, frías, congeladas).
Argumento: Ayuda a evitar los períodos sin líquidos, minimiza el aburrimiento de las opciones limitadas y reduce la sensación de privación y sed.
Corregir cualquier causa reversible de FRA: reponer la pérdida de sangre, maximizar el gasto cardíaco, suspender el fármaco nefrotóxico, aliviar la obstrucción mediante cirugía.
Justificación: Los riñones pueden volver a funcionar normalmente, evitando o limitando los efectos residuales.
Utilizar las medidas de seguridad adecuadas (elevar las barandillas laterales y las sujeciones.
Justificación: El paciente con afectación del SNC puede estar mareado y/o confuso.
Controlar los estudios de diagnóstico:
Nitrógeno ureico en sangre (BUN), creatinina (cr)
Justificación: El BUN evalúa el manejo de la disfunción renal. Ambos valores pueden aumentar, pero la creatinina es un mejor indicador de la función renal porque no se ve afectada por la hidratación, la dieta y el catabolismo tisular. La diálisis suele estar indicada si la proporción es superior a 10:1 o si la terapia no indica sobrecarga de líquidos o acidosis metabólica.
El sodio y la Cr.
Fundamento: En la NTA, la integridad funcional tubular se pierde y la reabsorción de sodio se ve afectada, lo que provoca un aumento de la excreción de sodio. La creatinina en orina suele estar disminuida mientras la creatinina sérica se eleva.
Sodio sérico.
Fundamento: La hiponatremia puede ser el resultado de una sobrecarga de líquidos (dilucional) o de la incapacidad del riñón para conservar el sodio. La hipernatremia indica un déficit de agua corporal total.
Potasio sérico.
Justificación: La falta de excreción renal y/o la retención selectiva de potasio para excretar el exceso de iones de hidrógeno conduce a la hipercalemia, que requiere una intervención rápida.
Hb/Hct.
Justificación: La disminución de los valores puede indicar hemodilución (hipervolemia), sin embargo, durante la insuficiencia prolongada, la anemia se desarrolla frecuentemente como resultado de la pérdida de glóbulos rojos. También deben evaluarse otras posibles causas (hemorragia activa u oculta).
Radiografías de tórax seriadas.
Justificación: El aumento del tamaño cardíaco, las marcas vasculares pulmonares prominentes, el derrame pleural y la congestión indican respuestas agudas a la sobrecarga de líquidos o cambios crónicos asociados a la insuficiencia renal y cardíaca.
Administre y/o restrinja los líquidos según se indique.
Justificación: El manejo de fluidos se calcula generalmente para reemplazar la salida de todas las fuentes más las pérdidas insensibles estimadas (metabolismo, diaforesis). La insuficiencia prerrenal (azotemia) se trata con reposición de volumen y/o vasopresores. El paciente oligúrico con volumen circulante adecuado o sobrecarga de líquidos que no responde a la restricción de líquidos y a los diuréticos requiere diálisis. Nota: Durante la fase oligúrica, se puede intentar la terapia «push/pull» (empujar fluidos IV y diuréticos) para estimular la función renal.
Justificación: Se administran al principio de la fase oligúrica de la IRA para tratar de pasar a la fase no oligúrica, limpiar la luz tubular de residuos, reducir la hiperpotasemia y promover un volumen de orina adecuado.
Justificación: Puede administrarse para tratar la hipertensión al contrarrestar los efectos de la disminución del flujo sanguíneo renal y/o la sobrecarga de volumen circulante.
Bloqueadores de los canales de calcio.
Justificación: Administrados precozmente en la NTA nefrotóxica para reducir la afluencia de calcio a las células renales, ayudando así a mantener la integridad celular y a mejorar la TFG.
Prostaglandinas.
Justificación: El efecto vasodilatador puede mejorar el volumen circulante y restablecer el flujo sanguíneo renal para ayudar a eliminar los agentes nefrotóxicos de las nefronas.
Insertar un catéter permanente, según se indique.
Justificación: El cateterismo excluye la obstrucción del tracto inferior y proporciona medios para la monitorización precisa de la producción de orina durante la fase aguda;, sin embargo, el cateterismo permanente puede estar contraindicado debido al mayor riesgo de infección.
Prepare la diálisis según lo indicado: hemodiálisis, diálisis peritoneal o terapia de reemplazo renal continua (CRRT).
Justificación: Se realiza para corregir la sobrecarga de volumen, los desequilibrios electrolíticos y ácido-básicos, y para eliminar toxinas. El tipo de diálisis elegido para el FRA depende del grado de compromiso hemodinámico y de la capacidad del paciente para soportar el procedimiento.
Durante la diálisis peritoneal, coloque al paciente con cuidado: eleve la cabecera de la cama.
Justificación: Hacerlo así reduciría la presión sobre el diafragma y puede ayudar a la respiración.
Hay que estar atento a complicaciones como la peritonitis, la atelectasia, la hipocalemia, la neumonía y/o el shock.
Justificación: Estas complicaciones son habituales en los pacientes sometidos a diálisis peritoneal.
Diagnóstico de enfermería : Riesgo de disminución del gasto cardíaco
Los factores de riesgo pueden ser
Sobrecarga de líquidos (disfunción/insuficiencia renal, reposición excesiva de líquidos)
Desplazamientos de líquidos, déficit de líquidos (pérdidas excesivas)
Efectos urémicos en el músculo cardíaco/oxigenación
Posiblemente, se evidencie por
No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.
Resultados deseados
Mantener el gasto cardíaco como lo demuestran la PA y la FC/ritmo dentro de los límites normales del paciente; pulsos periféricos fuertes e iguales con un tiempo de llenado capilar adecuado.
Intervenciones de enfermería
Monitorizar la PA y la FC.
Justificación: El exceso de volumen de líquidos, combinado con la hipertensión (común en la insuficiencia renal) y los efectos de la uremia, aumenta la carga de trabajo cardíaco y puede conducir a la insuficiencia cardíaca. En la IRA, la insuficiencia cardíaca suele ser reversible.
Observar el ECG o la telemetría para detectar cambios en el ritmo.
Justificación: Los cambios en la función electromecánica pueden hacerse evidentes en respuesta a la progresión de la insuficiencia renal y la acumulación de toxinas y el desequilibrio electrolítico. El pico de la onda T, el QRS ancho y el intervalo PR prolongado suelen asociarse a la hiperpotasemia . La onda T plana, la onda P en pico y la aparición de las ondas U suelen indicar hipopotasemia . El intervalo QT prolongado puede reflejar un déficit de calcio .
Ausculte los ruidos cardíacos.
Justificación: El desarrollo de S3/S4 es indicativo de fracaso. El roce pericárdico puede ser la única manifestación de pericarditis urémica, que requiere una intervención rápida y posiblemente diálisis aguda.
Evaluar el color de la piel, las mucosas y el lecho ungueal. Observe el tiempo de llenado de los capilares.
Justificación: La palidez puede reflejar vasoconstricción o anemia. La cianosis es un signo tardío y está relacionada con la congestión pulmonar y/o la insuficiencia cardíaca.
Observar la aparición de pulso lento, hipotensión, rubor, náuseas y vómitos, y depresión del nivel de conciencia.
Justificación: El uso de fármacos (como los antiácidos) que contienen magnesio puede provocar hipermagnesemia, potenciando la disfunción neuromuscular y el riesgo de una parada respiratoria o cardíaca. Utilizar antiácido a base de hidróxido de aluminio.
Vigilar la hemorragia gastrointestinal mediante el análisis de guayacol de todas las heces en busca de sangre.
Justificación: La hemorragia gastrointestinal es una complicación conocida de la insuficiencia renal;, sin embargo, su patogénesis sigue siendo incierta. Algunos han atribuido la hemorragia gastrointestinal a los efectos de la uremia sobre la mucosa gastrointestinal; otros han sugerido que la uremia puede afectar a la adhesividad de las plaquetas, lo que puede explicar la hemorragia gastrointestinal prolongada que se observa en los pacientes con insuficiencia renal. Además, el papel de la heparinización y el uso generalizado de antiagregantes plaquetarios en pacientes en diálisis se han implicado en la etiología de la hemorragia gastrointestinal.
Investigar los informes de calambres musculares, entumecimiento de los dedos, con espasmos musculares, hiperreflexia.
Justificación: Indicadores neuromusculares de hipocalcemia, que también puede afectar a la contractilidad y la función cardíaca.
Mantenga el reposo en cama o fomente el descanso adecuado y proporcione asistencia para los cuidados y las actividades deseadas.
Justificación: Reduce el consumo de oxígeno y la carga de trabajo cardíaco.
Supervisar los estudios de laboratorio:
Potasio.
Justificación: Durante la fase oligúrica, la hiperpotasemia está presente pero a menudo cambia a hipopotasemia en la fase diurética o de recuperación. Cualquier valor de potasio asociado a cambios en el ECG requiere una intervención. Nota: Un nivel sérico de 6,5 mEq o superior constituye una emergencia médica.
Calcio.
Justificación: Además de sus propios efectos cardíacos, el déficit de calcio potencia los efectos tóxicos del potasio.
Magnesio.
Justificación: La diálisis o la administración de calcio pueden ser necesarias para combatir los efectos depresivos del SNC de un nivel elevado de magnesio sérico.
Administrar y/o restringir los fluidos según se indique.
Justificación: El gasto cardíaco depende del volumen circulante (afectado tanto por el exceso como por el déficit de líquidos) y de la función muscular del miocardio.
Proporcionar oxígeno suplementario si está indicado.
Justificación: Maximiza el oxígeno disponible para la captación miocárdica a fin de reducir la carga de trabajo cardíaco y la hipoxia celular.
Administrar los medicamentos según las indicaciones:
Agentes inotrópicos: digoxina (Lanoxin)
Justificación: Puede utilizarse para mejorar el gasto cardíaco aumentando la contractilidad miocárdica y el volumen sistólico. La dosis depende de la función renal y del equilibrio de potasio para obtener un efecto terapéutico sin toxicidad.
Gluconato de calcio
Justificación: El calcio sérico suele ser bajo pero no suele requerir un tratamiento específico en la IRA. El gluconato de calcio puede administrarse para tratar la hipocalcemia y para contrarrestar los efectos de la hiperpotasemia modificando la irritabilidad cardíaca.
Geles de hidróxido de aluminio (Amphojel, Basaljel)
Justificación: El aumento de los niveles de fosfato puede producirse como resultado de un fallo en la filtración glomerular y requiere el uso de antiácidos fijadores de fosfato para limitar la absorción de fosfato en el tracto gastrointestinal.
Solución de glucosa y/o insulina
Justificación: Medida temporal para reducir el potasio sérico conduciendo el potasio a las células cuando el ritmo cardíaco está en peligro.
Bicarbonato de sodio o citrato de sodio
Justificación: Puede utilizarse para corregir la acidosis o la hiperpotasemia (aumentando el pH sérico) si el paciente está gravemente acidótico y no sufre una sobrecarga de líquidos.
Poliestireno sulfonato de sodio (Kayexalate) con o sin sorbitol.
Justificación: La resina de intercambio cambia el sodio por el potasio en el tracto gastrointestinal para reducir el nivel de potasio sérico. Puede incluirse sorbitol para provocar una diarrea osmótica que ayude a excretar el potasio.
Preparar/ayudar a la diálisis si es necesario.
Justificación: Puede estar indicado en caso de disritmias persistentes, IC progresiva que no responde a otras terapias.
Diagnóstico de enfermería : Nutrición: desequilibrada, riesgo de que los requerimientos del cuerpo sean menores
Los factores de riesgo pueden ser
Catabolismo proteico; restricciones dietéticas para reducir los productos de desecho nitrogenados
Aumento de las necesidades metabólicas
Anorexia, náuseas/vómitos; ulceraciones de la mucosa oral
Posiblemente, se evidencie en
No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.
Resultados deseados
Mantener/recuperar el peso según la situación individual, libre de edemas.
Intervenciones de enfermería
Evaluar y documentar la ingesta alimentaria.
Justificación: Ayuda a identificar las deficiencias y las necesidades dietéticas. El estado físico general, los síntomas urémicos (náuseas, anorexia) y las múltiples restricciones dietéticas afectan a la ingesta de alimentos.
Proporcionar alimentaciones frecuentes y pequeñas.
Justificación: Minimiza la anorexia y las náuseas asociadas al estado urémico y/o a la disminución del peristaltismo.
Dar al paciente/SO una lista de alimentos o líquidos permitidos y fomentar la participación en la elección del menú.
Justificación: Proporciona al paciente una medida de control dentro de las restricciones dietéticas. La comida de casa puede aumentar el apetito.
Ofrecer cuidados bucales frecuentes o enjuagues con una solución diluida de ácido acético. Dar chicles, caramelos duros, mentas para el aliento entre las comidas.
Justificación: Las membranas mucosas pueden resecarse y agrietarse. El cuidado de la boca alivia, lubrica y ayuda a refrescar el sabor de la boca, que suele ser desagradable debido a la uremia y a la restricción de la ingesta oral. El enjuague con ácido acético ayuda a neutralizar el amoníaco formado por la conversión de la urea.
Pesar diariamente.
Justificación: El paciente en ayunas o catabólico normalmente pierde 0,2-0,5 kg/día. Los cambios superiores a 0,5 kg pueden reflejar cambios en el equilibrio de líquidos.
Controlar los estudios de laboratorio: BUN, albúmina, transferrina, sodio y potasio.
Justificación: Indicadores de las necesidades nutricionales, restricciones y necesidad y eficacia de la terapia.
Consulta con el equipo de apoyo dietista.
Justificación: Determina las necesidades individuales de calorías y nutrientes dentro de las restricciones, e identifica la vía y el producto más eficaces (suplementos orales, nutrición enteral o parenteral).
Proporcionar una dieta alta en calorías y de baja a moderada en proteínas. Incluir hidratos de carbono complejos y fuentes de grasa para satisfacer las necesidades calóricas y los aminoácidos esenciales. Evitar las fuentes de azúcar concentradas. Dar a los pacientes anoréxicos comidas pequeñas y frecuentes.
Justificación: La cantidad de proteínas exógenas necesarias es menor de lo normal, a menos que el paciente esté en diálisis. Los hidratos de carbono cubren las necesidades energéticas y limitan el catabolismo tisular, evitando la formación de cetoácidos a partir de la oxidación de proteínas y grasas. La intolerancia a los carbohidratos que imita la DM puede ocurrir en la insuficiencia renal grave. Los aminoácidos esenciales mejoran el balance de nitrógeno y el estado nutricional, estimulan la reparación de las células epiteliales tubulares y mejoran la capacidad del paciente para combatir las complicaciones sistémicas.
Mantenga el equilibrio electrolítico adecuado mediante un control estricto de los niveles.
Justificación: Los medicamentos y la disminución de la TFG pueden causar desequilibrios electrolíticos y pueden provocar una lesión renal adicional.
Restringir la ingesta de potasio, sodio y fósforo según lo indicado.
Justificación: La restricción de estos electrolitos puede ser necesaria para prevenir un mayor daño renal, especialmente si la diálisis no forma parte del tratamiento, y/o durante la fase de recuperación de la IRA.
Administrar los medicamentos según las indicaciones:
Preparados de hierro
Justificación: Puede producirse una deficiencia de hierro si se restringen las proteínas, el paciente está anémico o la función gastrointestinal está deteriorada.
Carbonato de calcio
Justificación: Restablece los niveles séricos normales para mejorar la función cardíaca y neuromuscular, la coagulación de la sangre y el metabolismo óseo. Nota: El calcio sérico bajo se corrige a menudo al disminuir la absorción de fosfato en el sistema gastrointestinal. El calcio puede ser sustituido por un aglutinante de fosfato.
Vitamina D
Justificación: Necesaria para facilitar la absorción del calcio en el tracto gastrointestinal.
Complejo B y vitaminas C, ácido fólico
Justificación: Vital como coenzima en el crecimiento y las acciones celulares. La ingesta disminuye debido a las restricciones de proteínas.
No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.
Resultados deseados
No experimenta signos/síntomas de infección.
Intervenciones de enfermería
Promueve un buen lavado de manos por parte del paciente y del personal.
Justificación: Reduce el riesgo de contaminación cruzada.
Evitar los procedimientos invasivos, la instrumentación y la manipulación de catéteres permanentes siempre que sea posible. Utilizar una técnica aséptica al cuidar y manipular las vías intravenosas e invasivas. Cambiar los apósitos del lugar según el protocolo. Observar el edema y el drenaje purulento.
Justificación: Limita la introducción de bacterias en el organismo. La detección temprana de la infección en desarrollo puede prevenir la sepsis.
Proporcionar un cuidado rutinario del catéter y promover un cuidado perineal meticuloso. Mantener el sistema de drenaje urinario cerrado y retirar la sonda permanente lo antes posible.
Justificación: Reduce la colonización bacteriana y el riesgo de ITU ascendente.
Fomenta la respiración profunda, la tos y los cambios de posición frecuentes.
Justificación: Previene la atelectasia y moviliza las secreciones para reducir el riesgo de infecciones pulmonares.
Evaluar la integridad de la piel.
Fundamento: Las excoriaciones por rascado pueden infectarse secundariamente.
Vigilar los signos vitales.
Justificación: La fiebre (superior a 100,4 °F) con aumento del pulso y las respiraciones es típica del aumento de la tasa metabólica resultante del proceso inflamatorio, aunque la sepsis puede ocurrir sin una respuesta febril.
Controlar los estudios de laboratorio: Recuento de glóbulos blancos con diferencial.
Justificación: Aunque la elevación de los glóbulos blancos puede indicar una infección generalizada, la leucocitosis se observa con frecuencia en la IRA y puede reflejar una lesión en el riñón. Un desplazamiento del diferencial hacia la izquierda es indicativo de infección.
Obtenga muestras para el cultivo y la sensibilidad y administre los antibióticos adecuados según se indique.
Justificación: La verificación de la infección y la identificación del organismo específico ayudan a elegir el tratamiento más eficaz. Nota: Varios agentes antiinfecciosos requieren ajustes de la dosis y/o del tiempo mientras la depuración renal esté alterada.
Diagnóstico de enfermería : Riesgo de deficiencia de volumen de fluidos
Los factores de riesgo pueden ser
Pérdida excesiva de líquido (fase diurética de la IRA, con aumento del volumen urinario y retraso en el retorno de la capacidad de reabsorción tubular)
Posiblemente, se evidencie en
No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.
Resultados deseados
Mostrar IO cerca del equilibrio; buena turgencia de la piel, membranas mucosas húmedas, pulsos periféricos palpables, peso y signos vitales estables, electrolitos dentro del rango normal.
Intervenciones de enfermería
Medir la IO con precisión. Pesar diariamente. Calcular las pérdidas insensibles de líquidos.
Justificación: La evaluación puede ayudar a estimar las necesidades de reposición de líquidos. La ingesta de líquidos debe aproximarse a las pérdidas a través de la orina, el drenaje nasogástrico o de la herida, y las pérdidas insensibles de agua (diaforesis, metabolismo).
Proporcionar los líquidos permitidos a lo largo de las 24 horas.
Justificación: La fase diurética de la IRA puede revertir a la fase oligúrica si no se mantiene la ingesta de líquidos o se produce una deshidratación nocturna.
Vigilar la PA (observando los cambios posturales) y la FC.
Justificación: La hipotensión ortostática y la taquicardia sugieren hipovolemia.
Hay que tener en cuenta los signos y síntomas de la deshidratación: sequedad de las mucosas, sed, sensorialidad embotada, vasoconstricción periférica.
Justificación: En la fase diurética o postobstructiva de la insuficiencia renal, la producción de orina puede superar los 3 L/día. La depleción de volumen de líquido extracelular activa el centro de la sed, y la depleción de sodio provoca una sed persistente, que no se alivia bebiendo agua. Las pérdidas continuas de líquidos, incluida la reposición inadecuada, pueden conducir a un estado hipovolémico.
Controlar la temperatura ambiental; limitar la ropa de cama como se indica.
Justificación: Puede reducir la diaforesis, que contribuye a la pérdida total de líquidos.
Controlar los estudios de laboratorio
Fundamento: En el FRA no oligúrico o en la fase diurética del FRA, las grandes pérdidas de orina pueden provocar un desgaste de sodio, mientras que el sodio urinario elevado actúa osmóticamente para aumentar las pérdidas de líquidos. La restricción de sodio puede estar indicada para romper el ciclo.
Diagnóstico de enfermería : Conocimiento deficiente
Puede estar relacionado con
Falta de exposición/recuerdo
Interpretación errónea de la información
Desconocimiento de los recursos de información
Posiblemente, se evidencie por
Preguntas/solicitudes de información, declaración de error
Seguimiento inexacto de las instrucciones/desarrollo de las
Complicaciones
Resultados deseados
Verbalizar la comprensión del proceso de la condición/enfermedad, el pronóstico y las posibles complicaciones.
Identificar la relación de los signos/síntomas con el proceso de la enfermedad y correlacionar los síntomas con los factores causales.
Verbalizar la comprensión de las necesidades terapéuticas.
Iniciar los cambios necesarios en el estilo de vida y participar en el régimen de tratamiento.
Intervenciones de enfermería
Revisar el proceso de la enfermedad, el pronóstico y los factores precipitantes, si se conocen.
Justificación: Proporciona una base de conocimientos a partir de la cual el paciente puede tomar decisiones informadas.
Explicar el nivel de la función renal una vez finalizado el episodio agudo.
Justificación: El paciente puede experimentar defectos residuales en la función renal, que pueden o no ser permanentes.
Discutir la diálisis renal o el trasplante si son opciones probables para el futuro.
Justificación: Aunque estas opciones hayan sido presentadas previamente por el médico, es posible que el paciente se encuentre ahora en un punto en el que es necesario considerar las opciones y puede desear una aportación adicional.
Revisar el plan dietético y las restricciones. Incluya una hoja informativa con las restricciones alimentarias.
Justificación: Una nutrición adecuada es necesaria para promover la curación de los tejidos; El cumplimiento de las restricciones puede prevenir complicaciones.
Anime al paciente a observar las características de la orina y la cantidad y frecuencia de la producción.
Fundamento: Los cambios pueden reflejar alteraciones de la función renal y la necesidad de diálisis.
Establecer un horario regular para el pesaje.
Justificación: Herramienta útil para el control de las necesidades de líquidos y de la dieta.
Proporcionar apoyo emocional al paciente y a la familia.
Justificación: Tranquilizarles sobre todos los procedimientos a los que puede someterse el paciente.
Revise la restricción de líquidos. Recuerde al paciente que debe distribuir los líquidos a lo largo de todo el día e incluir todos los líquidos (hielo) en el recuento diario de líquidos.
Justificación: Dependiendo de la causa y el estadio de la IRA, el paciente puede necesitar restringir o aumentar la ingesta de líquidos.
Discutir la restricción de la actividad y la reanudación gradual de la actividad deseada. Fomentar el uso de técnicas de ahorro de energía, relajación y diversión.
Justificación: El paciente con FRA grave puede necesitar restringir la actividad y/o puede sentirse débil durante un periodo prolongado durante la fase de recuperación, lo que requiere medidas para conservar la energía y reducir el aburrimiento.
Discutir la realidad de la presencia continua de la fatiga.
Justificación: La disminución de la producción de energía metabólica, la presencia de anemia y los estados de malestar suelen dar lugar a la fatiga.
Determinar las AVD y las responsabilidades personales. Identificar los recursos disponibles y los sistemas de apoyo.
Justificación: Ayuda al paciente a gestionar los cambios en su estilo de vida y a satisfacer sus necesidades personales.
Se recomienda programar las actividades con períodos de descanso adecuados.
Justificación: Evita la fatiga excesiva y conserva la energía para la curación, la regeneración de los tejidos.
Revise el uso de la medicación. Anime al paciente a comentar con su médico todos los medicamentos y suplementos de hierbas.
Justificación: Los medicamentos que se concentran en los riñones y/o se excretan por ellos pueden causar reacciones tóxicas acumulativas y/o daños permanentes en los riñones. Algunos suplementos pueden interactuar con los medicamentos prescritos y con los electrolitos.
Destacar la necesidad de un seguimiento y de estudios de laboratorio.
Justificación: La función renal puede tardar en recuperarse después de una insuficiencia aguda (hasta 12 meses), y los déficits pueden persistir, lo que requiere cambios en el tratamiento para evitar la recurrencia.
Identificar los síntomas que requieren intervención médica: disminución de la diuresis, aumento repentino de peso, presencia de edema, letargo, hemorragia, signos de infección, alteraciones mentales.
Justificación: Una evaluación e intervención rápidas pueden prevenir complicaciones graves o la progresión a una insuficiencia renal crónica.
Otros posibles planes de cuidados de enfermería
Volumen de líquido, deficiente (especificar): depende de la causa, la duración y la fase de recuperación.
Fatiga-disminución de la producción de energía metabólica/restricción dietética, anemia, aumento de las necesidades energéticas, por ejemplo, fiebre/inflamación, regeneración de tejidos.
Infección, riesgo de depresión de las defensas inmunológicas (secundario a la uremia), cambios en la ingesta dietética/malnutrición, aumento de la exposición ambiental.