Plan de cuidados de enfermería y gestión de las convulsiones

Notas

Descripción

Una convulsión es una condición médica en la que los músculos del cuerpo se contraen y se relajan rápida y repetidamente, dando lugar a una sacudida incontrolada del cuerpo.Dado que una convulsión es a menudo un síntoma de un ataque epiléptico, el término convulsión se utiliza a veces como sinónimo de ataque. Sin embargo, no todas las crisis epilépticas dan lugar a convulsiones, y no todas las convulsiones son causadas por crisis epilépticas. Las convulsiones también son compatibles con una descarga eléctrica.

Epilepsia – Complejo sintomático caracterizado por ataques de inconsciencia que pueden o no estar asociados a convulsiones, fenómenos sensoriales o anormalidades en el comportamiento.

Factores predisponentes

  1. Traumatismo craneoencefálico debido a un traumatismo de nacimiento
  2. Genética
  3. Presencia de tumor cerebral
  4. Toxicidad por
    • Plomo
    • monóxido de carbono
  5. Deficiencias nutricionales y metabólicas
  6. Estrés físico y emocional
  7. La retirada repentina de un fármaco anticonvulsivo es un factor que predispone al estado epiléptico (el fármaco de elección es Diazepam, Valium)

Signos y síntomas

I. Generalizar

Las convulsiones primarias generalizadas pueden subclasificarse en varias categorías, dependiendo de sus efectos conductuales:
  • Las crisis de pequeño mal (crisis de ausencia) implican una interrupción de la conciencia en la que la persona que experimenta la crisis parece quedarse vacía y sin respuesta durante un breve periodo de tiempo (normalmente hasta 30 segundos). Pueden producirse ligeras sacudidas musculares.
  • Las crisis mioclónicas implican una contracción muscular extremadamente breve ( 0,1 segundos) y pueden dar lugar a movimientos espasmódicos de los músculos o grupos musculares.
  • Las crisis clónicas son mioclonías que se repiten con regularidad a un ritmo típicamente de 2-3 por segundo. en algunos casos, la duración varía.
  • Las crisis tónico-clónicas (crisis de Grand Mal) implican una contracción inicial de los músculos (fase tónica) que puede implicar morderse la lengua, incontinencia urinaria y ausencia de respiración. A continuación, se producen contracciones musculares rítmicas (fase clónica). Este tipo de crisis es el que se suele denominar coloquialmente «ataque epiléptico».
  • Las crisis atónicas implican la pérdida del tono muscular, lo que hace que la persona caiga al suelo. A veces se denominan «ataques de caída», pero deben distinguirse de los ataques de aspecto similar que pueden producirse en la cataplexia.

II. Convulsiones parciales o localizadas

Las crisis parciales (también denominadas crisis focales y crisis localizadas ) son crisis que afectan sólo a una parte del cerebro en el momento de su aparición. El cerebro está dividido en dos hemisferios, cada uno de los cuales consta de cuatro lóbulos: el frontal, el temporal, el parietal y el occipital. En las crisis parciales, la crisis se genera y afecta a una sola parte del cerebro: todo el hemisferio o parte de un lóbulo. .

Las convulsiones parciales pueden caracterizarse además como:

  • Simple: no afecta a la conciencia ni a la memoria
  • Complejo: afecta a la conciencia o a la memoria de los acontecimientos antes, durante e inmediatamente después de la convulsión, y afecta al comportamiento

Jacksonian (incautación focal)

  • Las convulsiones jacksonianas (o marcha jacksoniana) son un fenómeno en el que las convulsiones parciales simples se extienden desde la parte distal de la extremidad hasta la cara de forma ipsilateral (en el mismo lado del cuerpo). Implican una progresión de la localización de la convulsión en el cerebro, que conduce a una «marcha» de la presentación motora de los síntomas.

Convulsiones parciales complejas (también conocidas como convulsiones psicomotoras y convulsiones motoras focales)

  • Una crisis parcial compleja es una crisis epiléptica que se asocia a la afectación del hemisferio cerebral bilateral y que provoca una alteración de la conciencia o de la capacidad de respuesta, es decir, una alteración de la conciencia.
  • Las crisis parciales complejas suelen ir precedidas de un aura convulsiva.El aura convulsiva es una crisis parcial simple. El aura puede manifestarse como una sensación de déjà vu, jamais vu, miedo, euforia o despersonalización.El aura convulsiva también puede presentarse como una alteración visual, como visión de túnel o un cambio en el tamaño de los objetos (macropsia o micropsia).Una vez que la conciencia está alterada, la persona puede mostrar automatismos como chasquear los labios, masticar o tragar.También puede haber pérdida de memoria (amnesia) en torno al evento convulsivo. La persona puede seguir siendo capaz de realizar tareas rutinarias como caminar. Los testigos pueden no reconocer que algo va mal.
  • Las crisis parciales complejas pueden surgir de cualquier lóbulo del cerebro. Las crisis parciales complejas suelen surgir del lóbulo temporal mesial, en particular de la amígdala, el hipocampo y las regiones neocorticales. Una anomalía cerebral comúnmente asociada es la esclerosis temporal mesial. La esclerosis temporal mesial es un patrón específico de pérdida neuronal en el hipocampo, acompañada de gliosis y atrofia del mismo.Las crisis parciales complejas se producen cuando la actividad eléctrica excesiva y sincronizada del cerebro provoca un deterioro de la conciencia y la capacidad de respuesta.La actividad eléctrica anormal puede extenderse al resto del cerebro y provocar una crisis tónico-clónica generalizada secundaria.

III. Estado epiléptico

  • Una actividad convulsiva continua e ininterrumpida, si no se trata, puede provocar hiperpirexia y llevar al coma y, finalmente, a la muerte.
  • Droga de elección: Diazepam, Valium y Glucosa

Procedimientos de diagnóstico

  1. Tomografía computarizada: revela lesiones cerebrales
  2. EEG: revela la hiperactividad de las ondas eléctricas cerebrales

Gestión de enfermería

  1. Mantener las vías respiratorias permeables y promover la seguridad antes de la actividad convulsiva
    • limpiar el lugar de objetos contundentes o afilados
    • ojar la ropa del paciente
    • mantener las barandillas laterales
    • evitar el uso de sujeciones
    • girar la cabeza del paciente hacia un lado para evitar la aspiración
    • colocar la pieza bucal del protector lingual para evitar que se muerda la lengua
  2. Evitar los estímulos precipitantes, como las luces brillantes y el ruido
  3. Administrar los medicamentos según las órdenes
    • Anticonvulsivos (Dilantin, Fenitoína)
    • Diazepam, Valium
    • Carbamazepina (Tegretol) – Neuralgia del trigémino
    • Fenobarbital, Luminal
  4. Instituir la precaución de convulsiones y de seguridad tras el ataque de convulsiones
    • administrar inhalación de O2
    • proporcionar un aparato de succión
  5. 5. Documentar y controlar lo siguiente
    • inicio y duración
    • tipos de convulsiones
    • la duración del sueño post ictal puede conducir al estado epiléptico
    • ayuda en la resección cortical del procedimiento quirúrgico

Referencias:
  • http://en.wikipedia.org/wiki/Status_epilepticus
  • http://en.wikipedia.org/wiki/Simple_partial_seizure
  • http://en.wikipedia.org/wiki/Complex_partial_seizure
  • http://en.wikipedia.org/wiki/Focal_seizures
  • http://www.scribd.com/doc/5074406/8/CONVULSIVE-DISORDER-CONVULSION
  • http://nursingcrib.com/nursing-notes-reviewer/convulsive-disorders/
  • http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000697. htm
  • http://trialx.com/g/Convulsion-1.jpg

Plan de cuidados de enfermería


Diagnóstico de enfermería

  • Riesgo de traumatismo
  • Riesgo de asfixia

Los factores de riesgo pueden ser

  • Debilidad, dificultades de equilibrio; reducción de la coordinación muscular, manual u ocular
  • Mala visión
  • Reducción de la sensación
  • Limitaciones cognitivas o alteración de la conciencia
  • Pérdida de la coordinación de los músculos grandes o pequeños
  • Dificultades emocionales

Posiblemente, se evidencie por

  • No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.

Resultados deseados

  • Verbalizar la comprensión de los factores que contribuyen a la posibilidad de traumatismo y/o asfixia y tomar medidas para corregir la situación.
  • Identificar las acciones o medidas a tomar cuando se produce una actividad convulsiva.
  • Identificar y corregir los posibles factores de riesgo en el entorno.
  • Demostrar comportamientos, cambios en el estilo de vida para reducir los factores de riesgo y protegerse de las lesiones.
  • Modificar el entorno como se indica para mejorar la seguridad.
  • Mantener el régimen de tratamiento para controlar o eliminar la actividad convulsiva.
  • Reconocer la necesidad de asistencia para evitar accidentes o lesiones.

Intervenciones de enfermería

  • Determina los factores relacionados con la situación individual, tal como se enumeran en Factores de riesgo, y el alcance del riesgo.
    • Fundamento: Influye en el alcance y la intensidad de las intervenciones para gestionar la amenaza a la seguridad.
  • Tenga en cuenta la edad del paciente, el género, la edad de desarrollo, la capacidad de toma de decisiones, el nivel de cognición o la competencia.
    • Justificación: Afecta a la capacidad del paciente para protegerse a sí mismo y a los demás, e influye en la elección de las intervenciones y la enseñanza.
  • Hay que conocer los diversos estímulos que pueden precipitar la actividad convulsiva.
    • Justificación: El alcohol, varias drogas y otros estímulos (pérdida de sueño, luces intermitentes, ver la televisión durante mucho tiempo) pueden aumentar la actividad cerebral, incrementando así el potencial de actividad convulsiva.
  • Revisar los estudios diagnósticos o las pruebas de laboratorio para detectar deficiencias y desequilibrios.
    • Justificación: Pueden provocar o agravar afecciones, como confusión, tetania, fracturas patológicas, etc.
  • Explorar y exponer los signos de advertencia de las convulsiones (si procede) y el patrón habitual de convulsiones. Enseñar al SO a determinar y familiarizarse con los signos de advertencia y cómo atender al paciente durante y después del ataque convulsivo.
    • Justificación: Permite al paciente protegerse de las lesiones y reconocer los cambios que requieren la notificación al médico y una mayor intervención. Saber qué hacer cuando se produce una convulsión puede evitar lesiones o complicaciones y disminuye la sensación de impotencia del paciente.
  • Utilice y acolche las barandillas laterales con la cama en la posición más baja, o coloque la cama contra la pared y acolche el suelo si las barandillas no están disponibles o no son apropiadas.
    • Justificación: Previene o minimiza las lesiones cuando se producen convulsiones (frecuentes o generalizadas) mientras el paciente está en la cama. Nota: La mayoría de los individuos convulsionan en su lugar y si se encuentran en el centro de la cama, es poco probable que el individuo se caiga de la cama.
  • Educar al paciente para que no fume, excepto mientras esté supervisado.
    • Justificación: Puede causar quemaduras si el cigarrillo se cae accidentalmente durante el aura o la actividad convulsiva.
  • Evaluar la necesidad de un casco protector o proporcionarlo.
    • Justificación: El uso del casco puede proporcionar una protección adicional a las personas que sufren convulsiones recurrentes o graves.
  • Evitar el uso de termómetros que puedan causar roturas. Utilice el termómetro timpánico cuando sea necesario para tomar la temperatura.
    • Justificación: Reduce el riesgo de que el paciente muerda y rompa el termómetro de cristal o sufra lesiones si se produce una actividad convulsiva repentina.
  • Mantener un estricto reposo en cama si se experimentan signos prodrómicos o aura. Explicar la necesidad de estas acciones.
    • Justificación: El paciente puede sentirse inquieto o necesitar deambular o incluso defecar durante la fase aural, con lo que se aleja inadvertidamente de un entorno seguro y de fácil observación. Comprender la importancia de satisfacer sus propias necesidades de seguridad puede mejorar la cooperación del paciente.
  • No dejar al paciente durante y después de la convulsión.
    • Justificación: Promueve medidas de seguridad.
  • Gire la cabeza hacia un lado y succione las vías respiratorias como se indica. Inserte la pieza de mordida de plástico sólo si la mandíbula está relajada.
    • Justificación: Ayuda a mantener la permeabilidad de las vías respiratorias y reduce el riesgo de traumatismos orales, pero no se debe «forzar» ni insertar cuando se aprietan los dientes porque se pueden producir daños dentales y en los tejidos blandos. Nota: No deben utilizarse espátulas linguales de madera porque pueden astillarse y romperse en la boca del paciente.
  • Sujete la cabeza, colóquela en una zona blanda o ayúdele a caer al suelo si está fuera de la cama. No intente sujetar al paciente.
    • Fundamento: Apoyar las extremidades disminuye el riesgo de lesiones físicas cuando el paciente carece de control muscular voluntario. Nota: Si se intenta sujetar al paciente durante la convulsión, los movimientos erráticos pueden aumentar y el paciente puede lesionarse a sí mismo o a otros.
  • Anote la actividad preconvulsiva, la presencia de aura o comportamiento inusual, el tipo de actividad convulsiva (localización o duración de la actividad motora, pérdida de conciencia, incontinencia, actividad ocular, alteración respiratoria o cianosis) y la frecuencia o recurrencia. Anote si el paciente se ha caído, ha expresado vocalizaciones, ha babeado o ha tenido automatismos (relamerse los labios, masticar, hurgarse la ropa).
    • Justificación: Ayuda a localizar la zona cerebral afectada.
  • Proporciona un control neurológico o de las constantes vitales después de la convulsión (nivel de conciencia, orientación, capacidad de cumplir órdenes sencillas, capacidad de hablar;, memoria del incidente;, debilidad o déficit motor;, presión arterial (PA), pulso y frecuencia respiratoria).
    • Justificación: Documenta el estado postictal y el tiempo o la integridad de la recuperación al estado normal. Puede identificar problemas de seguridad adicionales que deben abordarse.
  • Reorientar al paciente tras la actividad convulsiva.
    • Justificación: El paciente puede estar confundido, desorientado y posiblemente amnésico después de la convulsión y necesita ayuda para recuperar el control y aliviar la ansiedad.
  • Permitir el comportamiento «automático» postictal sin interferir mientras se proporciona protección ambiental.
    • Justificación: Puede mostrar un comportamiento (de origen motor o psíquico) que parece inapropiado o irrelevante para el momento y el lugar. Los intentos de controlar o impedir la actividad pueden hacer que el paciente se vuelva agresivo o combativo.
  • Investigar los informes de dolor.
    • Justificación: Puede ser el resultado de contracciones musculares repetitivas o síntoma de una lesión sufrida, que requiere una evaluación o intervención adicional.
  • Detectar el estado epiléptico (una convulsión tónico-clónica tras otra en rápida sucesión).
    • Fundamento: Se trata de una emergencia potencialmente mortal que, si no se trata, puede causar acidosis metabólica, hipertermia, hipoglucemia, arritmias, hipoxia, aumento de la presión intracraneal, obstrucción de las vías respiratorias y parada respiratoria. Se requiere una intervención inmediata para controlar la actividad convulsiva y evitar lesiones permanentes o la muerte. Nota: Aunque las crisis de ausencia pueden convertirse en estáticas, no suelen poner en peligro la vida.

Llevar a cabo la medicación según lo indicado: El tratamiento farmacológico específico depende del tipo de convulsión, y algunos pacientes requieren politerapia o ajustes frecuentes de la medicación.

  • Medicamentos antiepilépticos (FAE): fenitoína (Dilantin), primidona (Mysoline), carbamazepina (Tegretol), clonazepam (Klonopin), ácido valproico (Depakene), divalproex (Depakote), acetazolamida (Diamox), etotoína (Peganone), metasuximida (Celotin), fosfenitoína (Cerebyx);
    • Justificación: Los FAE elevan el umbral de las convulsiones estabilizando las membranas de las células nerviosas, reduciendo la excitabilidad de las neuronas o mediante una acción directa sobre el sistema límbico, el tálamo y el hipotálamo. El objetivo es la supresión óptima de la actividad convulsiva con la menor dosis posible de fármaco y con los menores efectos secundarios. Cerebyx alcanza niveles terapéuticos en 24 horas y puede utilizarse para la carga no urgente mientras se espera a que otros agentes sean efectivos. Nota: Algunos pacientes requieren politerapia o ajustes frecuentes de la medicación para controlar la actividad convulsiva. Esto aumenta el riesgo de reacciones adversas y problemas de adherencia.
  • Topiramato (Topamax), etosuximida (Zarontin), lamotrigina (Lamictal), gabapentina (Neurontin);
    • Justificación: Terapia adyuvante para las crisis parciales o una alternativa para los pacientes cuando las crisis no se controlan adecuadamente con otros fármacos.
  • Fenobarbital (Luminal);
    • Justificación: Potencian y potencian los efectos de los FAE y permiten una dosis menor para reducir los efectos secundarios.
  • Lorazepam (Ativan);
    • Justificación: Se utiliza para abortar la actividad convulsiva del estado porque es de acción más corta que el Valium y es menos probable que prolongue la sedación posterior a la convulsión.
  • Diazepam (Valium, Diastat gel rectal);
    • Justificación: Puede utilizarse solo (o en combinación con fenobarbital) para suprimir la actividad convulsiva del estado. Diastat, un gel, puede administrarse por vía rectal, incluso en el ámbito doméstico, para reducir la frecuencia de las convulsiones y la necesidad de atención médica adicional.
  • Glucosa, tiamina.
    • Justificación: Puede administrarse para restablecer el equilibrio metabólico si la convulsión es inducida por hipoglucemia o alcohol.
  • Vigilar y documentar los niveles de fármacos FAE, los efectos secundarios correspondientes y la frecuencia de la actividad convulsiva.
    • Fundamento: El nivel terapéutico estándar puede no ser óptimo para un paciente individual si se producen efectos secundarios adversos o no se controlan las convulsiones.
  • Controla la analítica, los electrolitos y los niveles de glucosa.
    • Fundamento: Identifica los factores que agravan o disminuyen el umbral de las convulsiones.
  • Prepárese para la cirugía o la implantación de electrodos según se indique.
    • Justificación: El estimulador del nervio vago, la radioterapia de rayos magnéticos u otra intervención quirúrgica (lobectomía temporal) pueden realizarse en el caso de convulsiones intratables o de lesiones epileptógenas bien localizadas cuando el paciente está incapacitado y corre un alto riesgo de sufrir lesiones graves. Se ha informado del éxito de la radiocirugía con rayos gamma para el tratamiento de la actividad convulsiva múltiple que de otro modo ha sido difícil de controlar.

Diagnóstico de enfermería

  • Riesgo de desobstrucción ineficaz de las vías respiratorias
  • Riesgo de un patrón respiratorio ineficaz

Los factores de riesgo pueden ser

  • Deterioro neuromuscular
  • Obstrucción traqueobronquial
  • Deterioro perceptivo o cognitivo

Posiblemente, se evidencie por

  • No aplicable. El diagnóstico de riesgo no se evidencia por los signos y síntomas, ya que el problema no se ha producido y las intervenciones de enfermería están dirigidas a la prevención.

Resultados deseados

  • Mantener un patrón respiratorio eficaz con las vías respiratorias permeables o evitar la aspiración.

Intervenciones de enfermería

  • Asegúrese de que el paciente vacíe la boca de dentaduras postizas u objetos extraños si se produce el aura y que evite masticar chicle y chupar pastillas si las convulsiones se producen sin previo aviso.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de aspiración o de que se alojen cuerpos extraños en la faringe.
  • Mantener en posición tumbada, superficie plana; girar la cabeza hacia un lado durante la actividad convulsiva.
    • Justificación: Ayuda al drenaje de las secreciones; evita que la lengua obstruya las vías respiratorias.
  • Afloja la ropa del cuello o de las zonas del pecho y del abdomen.
    • Justificación: Ayuda a la respiración o expansión del pecho.
  • Proporcionar e insertar una vía aérea de plástico o un rollo blando según se indique y sólo si la mandíbula está relajada.
    • Justificación: Si se insertan antes de apretar la mandíbula, estos dispositivos pueden evitar que se muerda la lengua y facilitar la aspiración o la asistencia respiratoria en caso necesario. El complemento de la vía aérea puede estar indicado tras el cese de la actividad convulsiva si el paciente está inconsciente y es incapaz de mantener una posición segura de la lengua.
  • Succión según sea necesario.
    • Justificación: Reduce el riesgo de aspiración o asfixia. Nota: El riesgo de aspiración es bajo a menos que la persona haya comido en los últimos 40 minutos.
  • Supervise el oxígeno suplementario o la ventilación con bolsa según sea necesario en el período postictal.
    • Justificación: Puede disminuir la hipoxia cerebral resultante de la disminución de la circulación o la oxigenación secundaria al espasmo vascular durante la convulsión. Nota: La ventilación artificial durante la actividad convulsiva general es de beneficio limitado o nulo porque no es posible mover el aire dentro o fuera de los pulmones durante la contracción sostenida de la musculatura respiratoria. A medida que la convulsión disminuye, la función respiratoria volverá a menos que exista un problema secundario (cuerpo extraño o aspiración).
  • Prepárese para la intubación o ayúdela, si está indicada.
    • Justificación: La presencia de una apnea postictal prolongada puede requerir apoyo ventilatorio.

Diagnóstico de enfermería

  • Baja autoestima

Puede estar relacionado con

  • Estigma asociado a la enfermedad
  • Percepción de estar fuera de control
  • Cambios en los roles sociales
  • Sentimientos de abandono
  • Comportamiento incoherente

Posiblemente, se evidencie por

  • Verbalización sobre el cambio de estilo de vida
  • Miedo al rechazo; sentimientos negativos sobre el cuerpo
  • Cambio en la autopercepción del papel
  • Cambio en las pautas habituales de responsabilidad
  • Falta de seguimiento o no participación en la terapia
  • Expresiones de impotencia o inutilidad
  • Evaluación de sí mismo como incapaz de hacer frente a situaciones o eventos

Resultados deseados

  • Identificar los sentimientos y los métodos para hacer frente a la percepción negativa de uno mismo.
  • Verbalizar una mayor sensación de autoestima en relación con el diagnóstico.
  • Verbalizar la percepción realista y la aceptación de uno mismo en el cambio de rol o estilo de vida.
  • Expresar una autoevaluación positiva
  • Demostrar comportamientos para recuperar la autoestima positiva.
  • Participar en el régimen de tratamiento o en las actividades para corregir los factores que precipitaron la crisis.

Intervenciones de enfermería

  • Determinar la situación individual relacionada con la baja autoestima en las circunstancias actuales.
    • Justificación: La verbalización de las preocupaciones sobre las implicaciones futuras puede ayudar al paciente a empezar a aceptar o afrontar la situación.
  • Explorar los sentimientos sobre el diagnóstico, la percepción de la amenaza para uno mismo. Fomentar la expresión de los sentimientos.
    • Justificación: Las reacciones varían entre los individuos, y el conocimiento o la experiencia previa con esta enfermedad afecta a la aceptación del régimen terapéutico.
  • Analizar la posible o prevista reacción del público a la condición. Animar al paciente a abstenerse de ocultar el problema.
    • Justificación: Proporciona la oportunidad de resolver la respuesta al problema, y proporciona una medida de control sobre la situación. La ocultación es destructiva para la autoestima (potencia la negación), bloquea el progreso en el tratamiento del problema y puede aumentar el riesgo de lesiones o la respuesta negativa cuando se produce el ataque.
  • Discutir con el paciente los éxitos y puntos fuertes actuales y pasados.
    • Justificación: Concentrarse en los aspectos positivos puede ayudar a aliviar los sentimientos de culpa y la conciencia de sí mismo y ayudar al paciente a empezar a aceptar el manejo de su condición.
  • Absténgase de sobreproteger al paciente(s) para animar las actividades, proporcionando supervisión y control cuando esté indicado.
    • Justificación: La participación en tantas experiencias como sea posible puede disminuir la depresión por las limitaciones. Es posible que sea necesario proporcionar observación y supervisión para actividades como la gimnasia, la escalada y los deportes acuáticos.
  • Conocer las actitudes o capacidades del SO. Ayudar al individuo a darse cuenta de que sus sentimientos son normales;, sin embargo, la culpa y el reproche no son útiles.
    • Justificación: Las expectativas contradictorias o desfavorables del SO pueden afectar el sentido de competencia y autoestima del paciente e interferir con el apoyo recibido del SO, limitando el potencial para un manejo óptimo y el crecimiento personal.
  • Explique el efecto positivo de que el personal y la SO mantengan la calma durante la actividad convulsiva.
    • Fundamento: La tensión y la ansiedad entre los cuidadores es contagiosa y puede transmitirse al paciente, aumentando o multiplicando las propias percepciones negativas de la situación o de uno mismo.
  • Remita al paciente y a la OE a un grupo de apoyo (Epilepsy Foundation of America , National Association of Epilepsy Centers y Delta Society’s National Service Dog Center ).
    • Justificación: Ofrece la oportunidad de obtener información, apoyo e ideas para afrontar los problemas de otras personas que comparten experiencias similares. Nota: Algunos perros de servicio tienen la capacidad de percibir o predecir la actividad convulsiva, lo que permite al paciente establecer medidas de seguridad, aumentando la independencia y la sensación de control personal.
  • Hablar y explicar la derivación a psicoterapia con el paciente y el SO.
    • Justificación: Las crisis tienen un profundo efecto en la autoestima personal, y el paciente o la OE pueden sentirse culpables por las limitaciones percibidas y el estigma público. El asesoramiento puede ayudar a superar los sentimientos de inferioridad y autoconciencia.

Diagnóstico de enfermería

  • Déficit de conocimientos

Puede estar relacionado con

  • Falta de exposición, desconocimiento de los recursos
  • Interpretación errónea de la información
  • Falta de recuerdo; limitación cognitiva

Posiblemente, se evidencie en

  • Preguntas, declaración de preocupaciones
  • Aumento de la frecuencia o falta de control de la actividad convulsiva
  • Falta de seguimiento del régimen farmacológico

Resultados deseados

  • Verbalizar la comprensión del trastorno y de los diversos estímulos que pueden potenciar la actividad convulsiva.
  • Participar en el proceso de aprendizaje.
  • Mostrar un mayor interés o asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje empezando a buscar información y a hacer preguntas.
  • Cumplir con el régimen de medicamentos prescrito.
  • Identificar la relación de los signos y síntomas con el proceso de la enfermedad y correlacionar los síntomas con los factores causales.
  • Iniciar los cambios necesarios en el estilo de vida o en el comportamiento, según se indique.

Intervenciones de enfermería

  • Determinar el nivel de conocimientos, incluidas las necesidades anticipadas.
    • Fundamento: Evaluar la preparación para el aprendizaje
  • Determine la capacidad o preparación del paciente y las barreras para el aprendizaje.
    • Justificación: El individuo puede no ser capaz física, emocional o mentalmente en este momento.
  • Revisar la patología y el pronóstico de la enfermedad y la necesidad de tratamientos de por vida, según se indique. Discutir los factores desencadenantes particulares del paciente (luces intermitentes, hiperventilación, ruidos fuertes, videojuegos, ver la televisión).
    • Justificación: Ofrece la oportunidad de aclarar o disipar ideas erróneas y presentar la enfermedad como algo manejable dentro de un estilo de vida normal.
  • Revise los posibles efectos de los cambios hormonales.
    • Justificación: Las alteraciones de los niveles hormonales que se producen durante la menstruación y el embarazo pueden aumentar el riesgo de convulsiones.
  • Discuta la importancia de mantener una buena salud general, (dieta adecuada, descanso, ejercicio moderado y evitar el agotamiento, el alcohol, la cafeína y las drogas estimulantes).
    • Justificación: La regularidad y la moderación en las actividades pueden ayudar a reducir o controlar los factores precipitantes, mejorar la sensación de bienestar general y fortalecer la capacidad de afrontamiento y la autoestima. Nota: La falta de sueño o el exceso de alcohol pueden precipitar la actividad convulsiva en algunas personas.
  • Conocer e inculcar la importancia de una buena higiene bucal y un cuidado dental regular.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de infecciones orales e hiperplasia gingival.
  • Identificar la necesidad y promover la aceptación de las limitaciones reales; discutir las medidas de seguridad con respecto a la conducción, el uso de equipos mecánicos, subir escaleras, la natación y aficiones.
    • Justificación: Disminuye el riesgo de lesiones a sí mismo o a otros, especialmente si las convulsiones ocurren sin previo aviso.
  • Revise las leyes y restricciones locales relativas a las personas con epilepsia y trastornos convulsivos. Fomente el conocimiento, pero no necesariamente la aceptación de estas políticas.
    • Justificación: Aunque los derechos legales y civiles de las personas con epilepsia han mejorado durante la última década, todavía existen restricciones en algunos estados relativas a la obtención del permiso de conducir, la esterilización, la compensación de los trabajadores y la obligación de informar a las agencias estatales.
  • Repasar el régimen de medicación, la necesidad de tomar los fármacos tal y como se ha ordenado y no interrumpir la terapia sin la supervisión del médico. Incluya las instrucciones para la dosis olvidada.
    • Justificación: La falta de cooperación con el régimen de medicación es una de las principales causas de ruptura de las convulsiones. El paciente debe conocer los riesgos del estado epiléptico resultante de la retirada brusca de los anticonvulsivos. Dependiendo de la dosis y la frecuencia del fármaco, se puede indicar al paciente que tome la dosis olvidada si la recuerda dentro de un plazo de tiempo predeterminado.
  • Se recomienda tomar los fármacos con las comidas, si procede.
    • Justificación: Puede reducir la incidencia de irritación gástrica, náuseas y vómitos.
  • Discutir las molestias y los efectos secundarios adversos de determinados fármacos (somnolencia, fatiga, letargo, hiperactividad, alteraciones del sueño, hipertrofia gingival, alteraciones visuales, náuseas y vómitos, erupciones cutáneas, síncope y ataxia, defectos de nacimiento, anemia aplásica).
    • Justificación: Puede indicar la necesidad de cambiar la dosis o la elección del tratamiento farmacológico. Promueve la implicación y la participación en el proceso de toma de decisiones y el conocimiento de los posibles efectos a largo plazo del tratamiento farmacológico, y ofrece la oportunidad de minimizar o prevenir las complicaciones.
  • Informar sobre las posibles interacciones farmacológicas y sobre la necesidad de notificar a otros profesionales de la salud el régimen farmacológico.
    • Justificación: El conocimiento del uso de anticonvulsivos reduce el riesgo de prescribir fármacos que pueden interactuar, alterando así el umbral convulsivo o el efecto terapéutico. Por ejemplo, la fenitoína (Dilantin) potencia el efecto anticoagulante de la warfarina (Coumadin), mientras que la isoniazida (INH) y el cloranfenicol (Chloromycetin) aumentan el efecto de la fenitoína (Dilantin), y algunos antibióticos (eritromicina) pueden causar una elevación del nivel sérico de la carbamazepina (Tegretol), posiblemente hasta niveles tóxicos.
  • Familiarizar el uso correcto del gel rectal de diazepam (Diastat) con el paciente, la SO y el cuidador según corresponda.
    • Justificación: Útil para controlar las convulsiones en serie o en racimo. Puede administrarse en cualquier entorno y es eficaz normalmente en 15 minutos. Puede reducir la dependencia de las visitas al servicio de urgencias.
  • Animar al paciente a llevar una etiqueta o pulsera de identificación que indique la presencia de un trastorno convulsivo.
    • Justificación: Acelera el tratamiento y el diagnóstico en situaciones de emergencia.
  • Destacar la necesidad de realizar un seguimiento rutinario y pruebas de laboratorio según se indique (el hemograma debe controlarse semestralmente y en presencia de dolor de garganta o fiebre, signos de otra infección).
    • Fundamento: Las necesidades terapéuticas pueden cambiar o pueden aparecer efectos secundarios graves del medicamento (agranulocitosis o toxicidad).

Otros posibles planes de cuidados de enfermería

  • Lesión, riesgo de: debilidad, dificultades de equilibrio, limitaciones cognitivas o alteración de la conciencia, pérdida de la coordinación de los músculos grandes o pequeños.
  • Autoestima (especificar): estigma asociado a la enfermedad, percepción de estar fuera de control, vulnerabilidad personal, evaluación negativa de sí mismo o de sus capacidades.
  • Régimen Terapéutico: manejo ineficaz-déficit de apoyo social, beneficio percibido (frente a los efectos secundarios de la medicación), susceptibilidad percibida (posibles largos períodos de remisión).

Deja un comentario