Descripción
- El tumor de Wilms es un tipo de cáncer de riñón que se da en los niños.
- Es un tumor maligno.
- Representa el 6% de todos los cánceres infantiles.
- Por lo general, alcanza un gran tamaño antes de que se diagnostique, normalmente antes de que el niño cumpla los 5 años.
- El tumor expande el parénquima renal y la cápsula del riñón se estira sobre la superficie del tumor.
- La estadificación va desde el I (limitado al riñón) hasta el IV (matastasis) y el estadio V, que indica una afectación bilateral (poco frecuente).
- El tumor puede hacer metástasis en los ganglios linfáticos, los pulmones, el hígado y el cerebro.
Causas y factores de riesgo
- El tumor de Wilms es la forma más común de cáncer de riñón infantil. Se desconoce la causa exacta de este tumor en la mayoría de los niños.
- La falta de iris del ojo (aniridia) es un defecto de nacimiento que a veces se asocia al tumor de Wilms. Otros defectos de nacimiento relacionados con este tipo de cáncer de riñón son ciertos problemas del tracto urinario y el agrandamiento de un lado del cuerpo, una condición llamada hemihipertrofia.
- Es más común entre algunos hermanos y gemelos, lo que sugiere una posible causa genética.
- La enfermedad se presenta en aproximadamente 1 de cada 200. 000 a 250. 000 niños. Suele aparecer cuando el niño tiene unos 3 años. Rara vez se desarrolla después de los 8 años.
Evaluación
- El signo de presentación suele ser una masa firme y no sensible en el cuadrante superior del abdomen. Puede estar en cualquier lado.
- Dolor abdominal relacionado con el rápido crecimiento del tumor.
- A medida que el tumor aumenta de tamaño, la presión puede provocar estreñimiento, vómitos, malestar abdominal, anorexia, pérdida de peso y disnea.
- Las manifestaciones menos comunes son la hipertensión, la fiebre, la hematuria y la anemia.
- Las anomalías asociadas incluyen aniridia (ausencia del iris), hemihipertrofia de las vértebras y anomalías genitourinarias.
Evaluación diagnóstica
- La ecografía abdominal detecta el tumor y evalúa el estado del riñón opuesto.
- Se puede realizar una radiografía de tórax y una tomografía computarizada para identificar la matastasis.
- Se puede realizar una resonancia magnética o una tomografía computarizada del abdomen para evaluar la propagación local a los ganglios linfáticos.
- Las muestras de orina muestran hematuria; sin aumento de los niveles de ácido vanilmandélico y ácido homovanílico como ocurre con el neuroblastoma.
- El recuento sanguíneo completo, las pruebas químicas de la sangre, especialmente los electrolitos séricos, el ácido úrico, las pruebas de la función renal y las pruebas de la función hepática, se realizan para la medición de referencia y para detectar metástasis.
Diagnóstico primario de enfermería
- Déficit de conocimiento del trastorno y de la terapia
Gestión médica
- Si a su hijo se le diagnostica esta afección, evite pinchar o empujar la zona del vientre del niño, y tenga cuidado durante el baño y la manipulación para evitar lesiones en la zona del tumor.
- El primer paso en el tratamiento es la estadificación del tumor. La estadificación ayuda a los médicos a determinar la extensión del cáncer y a planificar el mejor tratamiento. La cirugía para extirpar el tumor se programa lo antes posible. Es posible que también haya que extirpar los tejidos y órganos circundantes si el tumor se ha extendido.
- La radioterapia y la quimioterapia suelen iniciarse después de la cirugía, dependiendo del estadio del tumor.
Intervenciones de enfermería
- Observe la incisión quirúrgica para ver si hay eritema, drenaje o separación. Informe de cualquiera de estos cambios.
- Vigilar la temperatura elevada o el signo de infección en el postoperatorio.
- Supervisar cuidadosamente la terapia de fluidos intravenosos y la ingesta y salida, incluyendo el drenaje nasogástrico (NG).
- Anime a los padres a hacer preguntas y a comprender plenamente el riesgo y los beneficios de la cirugía.
- Preparar al niño para la cirugía, explicar los procedimientos en el nivel de desarrollo adecuado.
- Seguir apoyando a los padres durante el periodo postoperatorio.
- Insertar la sonda nasogástrica según la orden. Muchos niños requieren succión gástrica en el postoperatorio para evitar la distensión o los vómitos.
- Cuando los ruidos intestinales hayan regresado, comience a administrar pequeñas cantidades de líquidos claros.
- Administrar los medicamentos para el control del dolor según lo ordenado en el período postoperatorio inmediato.
- Permita que el niño participe en la selección de los alimentos.
- A medida que el niño se recupera, anímelo a comer progresivamente comidas más abundantes.
- Si no puede comer debido a la radiación y la quimioterapia, proporcione líquidos intravenosos, hiperalimentación o alimentación por sonda, según se indique.
- Prepare al niño y a su familia para la fatiga durante la recuperación de la cirugía y con los tratamientos de radiación. Planifique con frecuencia períodos de descanso entre las actividades diarias.
- Prepare al niño y a los padres para la pérdida de cabello asociada a la quimioterapia y anime a usar el sombrero que desee. Asegurar que el pelo volverá a crecer.
Fuentes:
Nursingcrib.com
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus