Manejo de enfermería del shock cardiogénico

Descripción

El shock cardiogénico es la incapacidad de satisfacer las necesidades metabólicas debido a la contractilidad gravemente alterada de cualquiera de los ventrículos. Esto conduce a una disminución de la perfusión tisular y a un estado similar al del shock. Los factores de riesgo son el infarto de miocardio previo, la edad avanzada, el sexo femenino, la diabetes o el infarto de miocardio de la pared anterior. Las causas más comunes de shock cardiogénico son el infarto agudo de miocardio, la comunicación interventricular, la regurgitación mitral aguda, el taponamiento cardíaco, la disección aórtica, el infarto pulmonar masivo y las disritmias graves.

Signos y síntomas

  • Piel pálida, fría y húmeda
  • La congestión pulmonar y la hipoxemia empeoran a medida que los ventrículos no consiguen expulsar el volumen adecuado y la sangre retrocede hacia el pulmón.
  • La hipoperfusión tisular continúa porque el oxígeno no satisface las necesidades metabólicas.

Examen físico

Apariencia

  • Inquietud que evoluciona hacia la falta de respuesta
  • Dolor en el pecho
  • Disritmias

Signos vitales

  • FC: 100 latidos/min
  • PA: 80 mm Hg
  • RR: 20 respiraciones/min.

Neurológico

  • Agitación
  • Inquietud que evoluciona hacia la falta de respuesta y cambios en el nivel de conciencia.

Cardiovascular

  • Pulso débil y filiforme
  • El ritmo puede ser irregular

Pulmonar

  • Ortopnea
  • Crujidos
  • Tos con aumento de las secreciones.

Gestión de pacientes de cuidados intensivos

Diagnóstico de enfermería : Deterioro del intercambio gaseoso relacionado con el aumento de la presión diastólica del ventrículo izquierdo (PVI) y el edema pulmonar asociado a la disfunción grave del ventrículo izquierdo (VI).

Criterios de resultado

  • Paciente alerta y orientado
  • Pao2 80 a 100 mm Hg
  • pH 7,35 a 7,45
  • Paco2 35 a 45 mm Hg
  • Saturación de O2 del 95 %
  • RR de 12 a 20 respiraciones/min, eupnea
  • Pulmones limpios a la auscultación

Intervenciones de enfermería

Control de los pacientes

  1. Monitorizar continuamente el estado de oxigenación con pulsioximetría.
  2. Vigilar la desaturación en respuesta a la intervención de enfermería.
  3. Monitorizar el ECG para detectar disritmias causadas por hipoxemia, desequilibrios electrolíticos o disfunción ventricular.
  4. Controlar el estado del volumen de líquidos.

Evaluación del paciente

  1. Obtenga la FC, la RR y la PA cada 15 minutos para evaluar la respuesta del paciente al tratamiento y detectar el deterioro cardiopulmonar.
  2. Evaluar el estado respiratorio del paciente. El uso de músculos accesorios y la incapacidad para hablar sugieren un empeoramiento de la congestión pulmonar.
  3. Evaluar el exceso de volumen de líquido, que puede comprometer aún más la función miocárdica.

Evaluación diagnóstica

  1. Revise los ABG para ver si hay una tendencia a la disminución de la Pao2 (hipoxemia) o del pH (acidosis). Estas condiciones pueden afectar negativamente a la contractilidad miocárdica.
  2. Revisar las radiografías de tórax seriadas para evaluar la evolución del paciente o el empeoramiento de su estado pulmonar.

Gestión de pacientes

  1. Proporcione oxígeno suplementario según lo ordenado. Si el paciente presenta dificultad respiratoria, prepárese para la intubación y la ventilación mecánica.
  2. Administrar dosis bajas de sulfato de morfina como se ha ordenado para reducir la precarga en un intento de disminuir la congestión pulmonar.
  3. Minimizar la demanda de oxígeno manteniendo el reposo en cama y disminuyendo la ansiedad, la fiebre y el dolor.
  4. Coloque al paciente para que la excursión del tórax sea máxima y para que esté cómodo.
  5. Administrar diuréticos y/o vasodilatadores según se ordene para reducir el volumen circulante y disminuir la precarga.

Deja un comentario