Enfermería perioperatoria

Resumen

La enfermería perioperatoria describe la amplia variedad de funciones de enfermería asociadas al tratamiento quirúrgico del paciente. Tiene tres fases de la experiencia quirúrgica, a saber:

  1. Fase preoperatoria. Esta fase comienza cuando se toma la decisión de la intervención quirúrgica y termina cuando el paciente es trasladado desde el quirófano.
  2. Fase intraoperatoria. Esta fase comienza cuando el paciente ingresa o es trasladado al departamento de cirugía y termina cuando ingresa en el área de recuperación.
  3. Fase postoperatoria. Esta fase comienza con el ingreso del paciente en el área de recuperación y termina con una evaluación de seguimiento en el entorno clínico o en el domicilio.

Fase preoperatoria

El paciente que consiente en someterse a una intervención quirúrgica, en particular la que requiere anestesia general, se hace dependiente de los conocimientos, la habilidad y la integridad del equipo sanitario. Al aceptar esta confianza, los miembros del equipo sanitario tienen la obligación de hacer del bienestar del paciente su primera consideración durante la experiencia quirúrgica.

El alcance de las actividades durante la fase preoperatoria incluye el establecimiento de la evaluación basal del paciente en el entorno clínico o en su domicilio, la realización de la entrevista preoperatoria y la preparación del paciente para la anestesia que se le va a administrar y la cirugía.

Objetivos durante la fase preoperatoria

Aunque el médico es el responsable de explicar el procedimiento quirúrgico al paciente, éste puede hacer preguntas a la enfermera sobre la cirugía. Puede haber necesidades específicas de aprendizaje sobre la cirugía que el paciente y las personas de apoyo deben conocer. Se debe llevar a cabo un plan de cuidados de enfermería y un plan de enseñanza. Durante esta fase, se hace hincapié en:

  • Evaluar y corregir los problemas fisiológicos y psicológicos que pueden aumentar el riesgo quirúrgico.
  • Dar al paciente y a sus allegados unas pautas completas de aprendizaje y enseñanza sobre la cirugía.
  • Instruir y demostrar los ejercicios que beneficiarán al paciente en el postoperatorio.
  • Planificar el alta y cualquier cambio previsto en el estilo de vida debido a la cirugía.

Evaluación fisiológica durante la fase preoperatoria

Antes de iniciar cualquier tratamiento, se obtiene un historial de salud y se realiza un examen físico durante el cual se anotan los signos vitales y se establece una base de datos para futuras comparaciones.

Durante la fase preoperatoria se pueden realizar pruebas diagnósticas como:

  • Análisis de sangre como recuento sanguíneo completo, velocidad de sedimentación, proteína c-reactiva, electroforesis de proteínas séricas con inmunofijación, calcio, fosfatasa alcalina y perfil químico
  • Estudios de rayos X
  • Resonancia magnética y TC (con o sin mielografía)
  • Estudios de electrodiagnóstico
  • Gammagrafía ósea
  • Endoscopias
  • Biopsias de tejido
  • Estudios de heces
  • Estudios de orina

También se anotan los hallazgos físicos significativos para describir mejor el estado de salud general del paciente. Cuando se ha determinado que el paciente es un candidato adecuado para la cirugía y ha elegido proceder con la intervención quirúrgica, comienza la fase de evaluación preoperatoria. El objetivo de la evaluación preoperatoria es reducir la morbilidad de la cirugía, aumentar la calidad de los cuidados intraoperatorios, reducir los costes asociados a la cirugía y devolver al paciente a un funcionamiento óptimo lo antes posible.

A continuación se indican las evaluaciones fisiológicas necesarias durante la fase preoperatoria:

  • Edad
  • Estado y necesidades nutricionales: se determinan midiendo la altura y el peso del paciente, el pliegue cutáneo del tríceps, la circunferencia de la parte superior del brazo, los niveles de proteínas séricas y el balance de nitrógeno. La obesidad aumenta en gran medida el riesgo y la gravedad de las complicaciones asociadas a la cirugía.
  • Desequilibrio de fluidos y electrolitos – La deshidratación, la hipovolemia y los desequilibrios electrolíticos deben ser cuidadosamente evaluados y documentados.
  • Infección
  • Consumo de drogas y alcohol: la persona en estado de embriaguez aguda es susceptible de sufrir lesiones.
  • Estado respiratorio: los pacientes con problemas pulmonares preexistentes son evaluados mediante estudios de función pulmonar y análisis de gases en sangre para conocer el grado de insuficiencia respiratoria. El objetivo de un posible paciente quirúrgico es tener una función respiratoria óptima. La cirugía suele estar contraindicada para un paciente que tenga una infección respiratoria.
  • Estado cardiovascular: las enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo de complicaciones. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, la cirugía puede aplazarse hasta que pueda instaurarse un tratamiento médico que mejore el estado del paciente.
  • Función hepática y renal: la cirugía está contraindicada en pacientes con nefritis aguda, insuficiencia renal aguda con oliguria o anuria, u otros problemas renales agudos. Por otra parte, cualquier trastorno del hígado puede afectar a la forma en que se metaboliza un anestésico.
  • Función endocrina: diabetes, consumo de corticoides, cantidad de insulina administrada
  • Función inmunológica: existencia de alergias, reacciones alérgicas previas, sensibilidad a ciertos medicamentos, reacciones adversas anteriores a ciertos fármacos, inmunosupresión
  • Terapia de medicación previa – Es esencial que el historial de medicación del paciente sea evaluado por la enfermera y el anestesista. A continuación se indican los medicamentos que causan especial preocupación durante la próxima cirugía:
    1. Corticoides suprarrenales: no deben suspenderse bruscamente antes de la intervención quirúrgica. Si se suspenden bruscamente, puede producirse un colapso cardiovascular en los pacientes que toman corticoides durante mucho tiempo. En ese caso, se administrará un bolo de corticoides por vía intravenosa inmediatamente antes y después de la intervención.
    2. Diuréticos – los diuréticos tiazídicos pueden causar una depresión respiratoria excesiva durante la administración de la anestesia.
    3. Fenotiazinas – estos medicamentos pueden aumentar la acción hipotensora de los anestésicos.
    4. Antidepresivos – los IMAO aumentan los efectos hipotensores de los anestésicos.
    5. Tranquilizantes – medicamentos como los barbitúricos, el diazepam y el clorodiaxepóxido pueden provocar un aumento de la ansiedad, la tensión e incluso convulsiones si se retiran repentinamente.
    6. Insulina – cuando una persona diabética se somete a una intervención quirúrgica, hay que tener en cuenta la interacción entre los anestésicos y la insulina.
    7. Antibióticos – Los fármacos «Mycin», como la neomicina, la kanamicina y, con menor frecuencia, la estreptomicina, pueden presentar problemas cuando se combinan con un relajante muscular curariforme. En consecuencia, la transmisión nerviosa se interrumpe y se produce una apnea por parálisis respiratoria.
  • Presencia de traumatismos

Valoración psicológica de enfermería durante el periodo preoperatorio

  • Miedo a lo desconocido
  • Miedo a la muerte
  • Miedo a la anestesia
  • Preocupación por la pérdida de trabajo, tiempo, empleo y apoyo de la familia
  • Preocupación por la amenaza de incapacidad permanente
  • Creencias espirituales
  • Valores y creencias culturales
  • Miedo al dolor

Intervenciones psicológicas de enfermería:

  1. Explorar los miedos, preocupaciones e inquietudes del paciente.
  2. Fomentar la verbalización de los sentimientos por parte del paciente.
  3. Proporcionar información que ayude a disipar los temores y las preocupaciones del paciente.
  4. Dar un apoyo empático.

Consentimiento informado

Es necesario que el paciente firme un consentimiento informado antes de la intervención. Los objetivos de un consentimiento informado son los siguientes:

  • Protege al paciente contra la cirugía no autorizada.
  • Protege al cirujano y al hospital frente a las acciones legales de un paciente que alega que se ha realizado un procedimiento no autorizado.
  • Asegurarse de que el paciente entiende la naturaleza de su tratamiento, incluidas las posibles complicaciones y desfiguraciones.
  • Indicar que la decisión del paciente se ha tomado sin fuerza ni presión.

Criterios para un consentimiento informado válido

  • Consentimiento dado voluntariamente. El consentimiento válido debe darse libremente y sin coacción.
  • Para los sujetos incompetentes, aquellos que NO son autónomos y no pueden dar o negar su consentimiento, se requiere el permiso de un familiar responsable que puede ser aparente o un tutor legal. Los menores de edad (menos de 18 años), los inconscientes, los retrasados mentales y los incapacitados psíquicos entran dentro de los sujetos incompetentes.
  • El consentimiento debe ser por escrito y debe contener lo siguiente:
  1. Explicación del procedimiento y los riesgos que conlleva
  2. Descripción de beneficios y alternativas
  3. Una oferta para responder a las preguntas sobre el procedimiento
  4. Declaración que subraya que el paciente puede retirar el consentimiento
  5. La información contenida en el consentimiento debe estar escrita y presentarse en un lenguaje comprensible para el paciente.
  6. Debe obtenerse antes de la sedación.

Fase Intraoperatoria

La fase intraoperatoria se extiende desde el momento en que el paciente es admitido en el quirófano, hasta el momento de la administración de la anestesia, la realización del procedimiento quirúrgico y hasta que el paciente es transportado a la sala de recuperación o a la unidad de cuidados postanestésicos (PACU). A lo largo de la experiencia quirúrgica, la enfermera actúa como principal defensora del paciente. Los cuidados y la preocupación de la enfermera se extienden desde el momento en que se prepara al paciente y se le instruye sobre el próximo procedimiento quirúrgico hasta el período preoperatorio inmediato y la fase operativa y de recuperación de la anestesia. El paciente necesita la seguridad de saber que alguien le proporciona protección durante el procedimiento y mientras está anestesiado, porque la cirugía suele ser una experiencia estresante.

Objetivos durante la fase intraoperatoria

  1. Promover el principio de asepsia.
  2. Homeostasis
  3. Administración segura de la anestesia
  4. Hemostasia

El equipo quirúrgico

La fase intraoperatoria comienza cuando se recibe al paciente en el área quirúrgica y dura hasta que se le traslada al área de recuperación. Aunque el cirujano tiene el papel más importante en esta fase, hay miembros clave del equipo quirúrgico.

  1. Cirujano: líder del equipo quirúrgico. Es el responsable último de realizar la cirugía de forma eficaz y segura;, pero depende de los demás miembros del equipo para el bienestar emocional y la supervisión fisiológica del paciente.
  2. Anestesiólogo o anestesista : se encarga de inducir suavemente la anestesia del paciente para evitar el dolor. También es responsable de mantener un grado satisfactorio de relajación del paciente durante la intervención quirúrgica. Además, el anestesista supervisa continuamente el estado fisiológico del paciente durante la intervención quirúrgica, incluyendo el intercambio de oxígeno, la circulación sistémica, el estado neurológico y las constantes vitales. A continuación, informa y avisa al cirujano de las complicaciones inminentes.
  3. Enfermera o auxiliar de quirófano : enfermera o técnico quirúrgico que prepara el montaje quirúrgico, mantiene la asepsia quirúrgica mientras se cubren y manipulan los instrumentos, y ayuda al cirujano pasando los instrumentos, las suturas y los suministros.
  4. Enfermera circulante : responde a la solicitud del cirujano, el anestesista o el anestesista, obtiene suministros, entrega suministros al campo estéril y lleva a cabo el plan de cuidados de enfermería.

Funciones de enfermería intraoperatoria

Enfermera circulante

La enfermera de circulación gestiona el quirófano y protege las necesidades de seguridad y salud del paciente supervisando las actividades de los miembros del equipo quirúrgico y comprobando las condiciones del quirófano. Las responsabilidades de una enfermera de circulación son las siguientes:

  1. Asegura la limpieza en el quirófano.
  2. Garantiza la temperatura, la humedad y la iluminación adecuadas en el quirófano.
  3. Asegúrese de que los equipos funcionan de forma segura.
  4. Garantizar que los suministros y materiales estén disponibles para su uso durante los procedimientos quirúrgicos.
  5. Supervisa la técnica aséptica mientras coordina el movimiento del personal relacionado.
  6. Supervisa al paciente durante todo el procedimiento quirúrgico para garantizar la seguridad y el bienestar de la persona.

Enfermero/a de quirófano

  1. Lavado para la cirugía.
  2. Preparación de mesas estériles.
  3. Preparación de suturas y equipos especiales.
  4. Ayuda al cirujano y al asistente durante el procedimiento quirúrgico anticipando los instrumentos, esponjas, drenajes y otros equipos necesarios.
  5. Registra el tiempo que el paciente está bajo anestesia y el tiempo que la herida está abierta.
  6. Comprueba los equipos y materiales como agujas, esponjas e instrumentos mientras se cierra la incisión quirúrgica.

Clasificación del estado físico para la anestesia antes de la cirugía

El anestesista debe visitar al paciente antes de la cirugía para proporcionarle información, responder a sus preguntas y disipar los temores que puedan existir en la mente del paciente. Se discutirá la elección del agente anestésico y el paciente tiene la oportunidad de revelar y el paciente tiene la oportunidad de revelar reacciones previas e información sobre cualquier medicación que esté tomando actualmente que pueda afectar a la elección de un agente. Aparte de eso, también hay que evaluar el estado general del paciente porque puede afectar al manejo de la anestesia. Así, el anestesista evalúa el sistema cardiovascular y los pulmones del paciente. También se debe determinar la infección pulmonar preexistente y el grado de tabaquismo del paciente. A continuación se resume la clasificación del estado físico de un paciente para la anestesia antes de la cirugía.

Clasificación del estado físico para la anestesia antes de la cirugía
Clasificación Descripción Ejemplo
Buena Ninguna enfermedad orgánica; ninguna alteración sistémica Hernias no complicadas, fractura
Feria Alteraciones sistémicas de leves a moderadas Enfermedad cardíaca leve (I y II), diabetes leve
Pobre Alteración sistémica grave Diabetes mal controlada, complicaciones pulmonares, enfermedad cardíaca moderada (III)
En serio Enfermedad sistémica que amenaza la vida Enfermedad renal grave, enfermedad cardíaca grave (IV), descompensación
Moribundo Pocas posibilidades de sobrevivir, pero se somete a la operación a la desesperada Embolia pulmonar masiva, rotura de aneurisma abdominal con shock profundo
Emergencia Cualquiera de los abive cuando la cirugía se realiza en una situación de emergencia Una hernia no complicada que ahora está estrangulada y asociada a náuseas y vómitos.

Fuente: Enfermería médico-quirúrgica de Brunner y Suddarth por Smeltzer y Bare

Anestesia

La anestesia controla el dolor durante la cirugía u otros procedimientos médicos. Incluye el uso de medicamentos, y a veces una estrecha vigilancia, para mantenerle cómodo. También puede ayudar a controlar la respiración, la presión arterial, el flujo sanguíneo y la frecuencia y el ritmo cardíacos, cuando sea necesario. Los anestésicos se dividen en dos clases:

  1. Las que suspenden la sensibilidad en todo el cuerpo – Anestesia general
  2. Las que suspenden la sensibilidad en determinadas partes del cuerpo: anestesia local, regional, epidural o espinal

Anestesia general

Este tipo de anestesia favorece la pérdida total de la conciencia y la sensibilidad. La anestesia general se suele conseguir cuando el anestésico se inhala o se administra por vía intravenosa. Afecta tanto al cerebro como a todo el cuerpo. Tipos de administración de anestesia general

  • Anestésicos líquidos volátiles: este tipo de anestésicos produce anestesia cuando se inhalan sus vapores. En este grupo se incluyen los siguientes:
    1. Halotano (Fluotano)
    2. Metoxiflurano (Pentrana)
    3. Enflurano (etano)
    4. Isoflurano (Forano)
  • Anestésicos gaseosos: son anestésicos que se administran por inhalación y se combinan SIEMPRE con oxígeno. Se incluyen en este grupo los siguientes:
    1. Óxido nitroso
    2. Ciclopropano

Etapas de la Administración General

La anestesia consta de cuatro etapas, cada una de las cuales presenta un grupo definido de signos y síntomas.

Etapa I: Inicio o Inducción o Comienzo de la anestesia. Esta etapa se extiende desde la administración de la anestesia hasta el momento de la pérdida de conciencia. El paciente puede tener un pitido, un rugido o un zumbido en los oídos y, aunque sigue consciente, es consciente de que no puede mover las extremidades con facilidad. Las voces bajas o los sonidos menores parecen angustiosamente fuertes e irreales durante esta etapa.

Estadio II : Excitación o delirio. El estadio II se extiende desde el momento de la pérdida de conciencia hasta el momento de la pérdida del reflejo del párpado. Esta etapa se caracteriza por forcejear, gritar, hablar, cantar, reír o incluso llorar. Sin embargo, estas cosas pueden evitarse si la anestesia se administra de forma suave y rápida. Las pupilas se dilatan pero se contraen si se exponen a la luz. El pulso es rápido y las respiraciones son irregulares.

Etapa III : Anestesia quirúrgica. Esta etapa se extiende desde la pérdida del reflejo del párpado hasta la pérdida de la mayoría de los reflejos. Se alcanza mediante la administración continuada del vapor o gas. El paciente ahora está inconsciente y está acostado tranquilamente en la mesa. Las respiraciones son regulares y el pulso es normal.

Estadio IV : Sobredosificación o Estadio Medular o de Peligro. Este estadio se alcanza cuando se ha administrado demasiada anestesia. Se caracteriza por una depresión o paro respiratorio o cardíaco. Las respiraciones se vuelven poco profundas, el pulso es débil y filiforme y las pupilas están muy dilatadas y ya no se contraen cuando se exponen a la luz. Posteriormente se produce una cianosis y la muerte se produce rápidamente a menos que se actúe con rapidez. Para evitar la muerte, debe suspenderse inmediatamente la anestesia y es necesario el apoyo respiratorio y circulatorio.

Anestesia local

Los anestésicos locales pueden ser tópicos , es decir, aislados en la superficie. Suelen presentarse en forma de geles, cremas o aerosoles. Pueden aplicarse sobre la piel antes de la inyección de un anestésico local que actúa para adormecer la zona más profundamente, con el fin de evitar el dolor de la aguja o del propio fármaco (la penicilina, por ejemplo, provoca dolor al inyectarse).

Anestesia regional

La anestesia regional bloquea el dolor en una parte mayor del cuerpo. El anestésico se inyecta alrededor de los nervios principales o de la médula espinal. Pueden administrarse medicamentos para ayudar al paciente a relajarse o a dormir. Los principales tipos de anestesia regional son:

  1. Bloqueos nerviosos periféricos. Un bloqueo nervioso es una inyección de anestesia cerca de un nervio o grupo de nervios específicos. Bloquea el dolor en la parte del cuerpo abastecida por el nervio. Los bloqueos nerviosos se utilizan más a menudo para procedimientos en las manos, los brazos, los pies, las piernas o la cara.
  2. Anestesia epidural y espinal. Se trata de una inyección de anestesia cerca de la médula espinal y los nervios que se conectan a ella. Bloquea el dolor de toda una región del cuerpo, como el vientre, las caderas o las piernas.

Con la anestesia regional, se inyecta un agente anestésico alrededor del nervio para anestesiar la zona abastecida por estos nervios. El efecto depende del tipo de nervio afectado. El paciente bajo anestesia espinal o local está despierto y es consciente de su entorno.

La anestesia regional conlleva más riesgos que la local, como convulsiones y ataques cardíacos, debido a la mayor implicación del sistema nervioso central. A veces, la anestesia regional no consigue aliviar suficientemente el dolor o la parálisis, y es necesario cambiar a la anestesia general.

Anestesia espinal

Se trata de un tipo de bloqueo nervioso de conducción que se produce al introducir un anestésico local en el espacio subaracnoideo a nivel lumbar que suele estar entre L4 y L5. Se utiliza una técnica estéril cuando se realiza la punción espinal y se inyecta la medicación a través de la aguja. La difusión del agente anestésico y el nivel de anestesia dependen de:

  1. la cantidad de líquido inyectado
  2. la velocidad con la que se inyecta
  3. posicionamiento del paciente después de la inyección
  4. peso específico del agente

Valoración de enfermería tras la anestesia espinal

  1. Monitorización de los signos vitales.
  2. Observe al paciente y registre el momento en que se recupera el movimiento y la sensibilidad de las piernas y los dedos del pie.

Efectos secundarios de la anestesia

  1. Adormecimiento o disminución de la sensibilidad en una parte del cuerpo (anestesia local)
  2. Náuseas y vómitos.
  3. Un leve descenso de la temperatura corporal.

¿Cómo determinan los anestesistas el tipo de anestesia que debe utilizarse?

El tipo de anestesia que elige el anestesista depende de muchos factores. Entre ellos, el procedimiento al que se somete el paciente y su estado de salud actual.

Colocar a un paciente en la mesa de operaciones

La enfermera debe tener una idea de la posición del paciente que se requiere para realizar un determinado procedimiento quirúrgico. Hay muchos factores que hay que tener en cuenta a la hora de colocar al paciente, entre los que se incluyen los siguientes:

  1. El paciente debe estar en una posición lo más cómoda posible, tanto si está despierto como dormido.
  2. La zona operativa debe estar adecuadamente expuesta.
  3. El suministro vascular no debe ser obstruido por una posición incómoda o una presión indebida sobre una parte.
  4. No debe haber ninguna interferencia con la respiración del paciente como resultado de la presión de los brazos sobre el pecho o la constricción del cuello o el pecho causada por una bata.
  5. Los nervios del paciente deben protegerse de una presión indebida. La colocación incorrecta de los brazos, las manos, las piernas o los pies puede provocar lesiones graves o parálisis.
  6. Las hombreras deben estar bien acolchadas para evitar lesiones nerviosas irreparables.
  7. La seguridad del paciente debe respetarse en todo momento.
  8. En caso de excitación, el paciente necesita una contención suave antes de la inducción.

Motivo de la realización de una intervención quirúrgica

  1. Curar una enfermedad o dolencia extirpando los tejidos u órganos enfermos.
  2. Para visualizar las estructuras internas durante el diagnóstico.
  3. Para obtener tejido para su examen.
  4. Para prevenir enfermedades o lesiones.
  5. Para mejorar la apariencia.
  6. Para reparar o eliminar tejidos y estructuras traumatizadas.
  7. Para aliviar los síntomas o el dolor.

Responsabilidad de enfermería durante la fase intraoperatoria

  1. La seguridad. Es la máxima prioridad de las enfermeras.
  2. Colocación simultánea de los pies. Esto es para prevenir la dislocación de la cadera.
  3. Coloque siempre la correa de la rodilla.
  4. Los brazos no deben estar a más de 90º
  5. Prepare y aplique la almohadilla de cauterización. El cauterio se utiliza para detener la hemorragia.

Fase postoperatoria

El periodo postoperatorio de la experiencia quirúrgica se extiende desde el momento en que el paciente es trasladado a la sala de recuperación o a la unidad de cuidados postanestésicos (PACU) hasta el momento en que es transportado de vuelta a la unidad quirúrgica, dado de alta del hospital hasta los cuidados de seguimiento.

Objetivos durante el período postoperatorio

Durante el periodo postoperatorio, el restablecimiento del equilibrio fisiológico del paciente, el control del dolor y la prevención de complicaciones deben ser el objetivo de los cuidados de enfermería. Para ello, es fundamental que la enfermera realice una evaluación cuidadosa y una intervención inmediata para ayudar al paciente a alcanzar una función óptima de la forma más rápida, segura y cómoda posible.

  1. Mantener las funciones adecuadas del sistema corporal.
  2. Restablecer la homeostasis del cuerpo.
  3. Alivio del dolor y las molestias.
  4. Prevención de complicaciones postoperatorias.
  5. Promover una adecuada planificación del alta y la enseñanza de la salud.

Cuidados del paciente durante la fase postoperatoria inmediata: Traslado del paciente a RR o PACU

Evaluación del paciente

La enfermera debe prestar especial atención al lugar de la incisión, al estado vascular y a la exposición del paciente cuando lo traslade del quirófano a la unidad de cuidados postanestésicos (PACU) o a la sala de recuperación postanestésica (PARR). Cada vez que se traslade al paciente, la enfermera debe tener en cuenta en primer lugar la ubicación de la incisión quirúrgica para evitar una mayor tensión en las suturas. Si el paciente sale del quirófano con tubos de drenaje, debe ajustarse la posición para evitar la obstrucción de los drenajes.

  1. Evaluar el estado del intercambio de aire y anotar el color de la piel del paciente
  2. Verificar la identidad del paciente. La enfermera también debe conocer el tipo de procedimiento quirúrgico realizado y el nombre del cirujano responsable de la operación.
  3. Evaluación del estado neurológico. La evaluación del nivel de conciencia (LOC) y la escala de coma de Glasgow (GCS) son útiles para determinar el estado neurológico del paciente.
  4. Evaluación del estado cardiovascular. Se realiza determinando las constantes vitales del paciente en el postoperatorio inmediato y la temperatura de la piel.
  5. Examen del lugar de la operación. Se deben revisar los apósitos.

Posicionamiento

El traslado de un paciente de una posición a otra puede provocar una hipotensión arterial grave. Esto ocurre cuando se traslada a un paciente de una posición de litotomía a una posición horizontal, de una posición lateral a una posición supina, de una posición prona a una posición supina e incluso cuando se traslada a un paciente a la camilla. Por lo tanto, es muy importante que los pacientes sean trasladados lentamente y con cuidado durante la fase postoperatoria inmediata.

Promover la seguridad del paciente

Al trasladar al paciente a la camilla, se le debe cubrir con mantas y asegurar con correas por encima de las rodillas y los codos. Estas correas anclan las mantas al mismo tiempo que sujetan al paciente en caso de que pase por una fase de excitación mientras se recupera de la anestesia. Para proteger al paciente de las caídas, deben elevarse las barandillas laterales.

Controles de seguridad al trasladar al paciente del quirófano a la sala de emergencias:

S – Asegurar las sujeciones para los fluidos intravenosos y la transfusión de sangre.

A – Ayudar al paciente a adoptar una posición adecuada para él o ella en función de la ubicación del lugar de la incisión y la presencia de tubos de drenaje.

F – Implementación de las precauciones contra las caídas, asegurándose de que las barandillas laterales están levantadas y las sujeciones están bien aseguradas.

E – Eliminar las posibles fuentes de lesiones y accidentes al trasladar al paciente del quirófano a la RR o a la PACU.

Cuidados de enfermería para el paciente en la PACU o RR

VÍA AÉREA: Mantener una vía aérea permeable.

  1. Mantenga la vía aérea en su sitio hasta que el paciente esté completamente despierto e intente expulsarla . Se permite que la vía aérea permanezca en su sitio mientras el paciente está inconsciente para mantener el conducto abierto y evitar que la lengua caiga hacia atrás. Cuando la lengua cae hacia atrás, se produce una obstrucción del paso de la vía aérea. El retorno del reflejo faríngeo, que se observa cuando el paciente recupera la consciencia, puede provocar arcadas y vómitos si no se retira la vía aérea cuando el paciente está despierto.
  2. 2. Aspirar las secreciones según sea necesario.

RESPIRACIÓN: Mantener una función respiratoria adecuada.

B – Auscultación pulmonar bilateral frecuente.

R – Descansar y colocar al paciente en posición lateral con el cuello extendido, si no está contraindicado, y el brazo apoyado con una almohada. Esta posición favorece la expansión del pecho y facilita la respiración y la ventilación.

E – Anime al paciente a respirar profundamente. Así se airea el pulmón por completo y se evita la neumonía hipostática.

A – Valorar y evaluar periódicamente la orientación del paciente al nombre o a la orden. La alteración de la función cerebral es altamente sugestiva de una alteración del suministro de oxígeno.

T – Girar al paciente cada 1 o 2 horas para facilitar la respiración y la ventilación.

H – Administración de oxígeno humidificado. Durante la exhalación, normalmente se pierde calor y humedad, por lo que es necesaria la humidificación del oxígeno. Además, la eliminación de secreciones se facilita cuando se mantiene la humedad del aire inhalado. Además, los pacientes deshidratados tienen las vías respiratorias irritadas, por lo que es muy importante asegurarse de que el oxígeno inhalado esté humidificado.

CIRCULACIÓN: Evaluar el estado del sistema circulatorio.

  1. Obtener los signos vitales del paciente según lo ordenado y reportar cualquier anormalidad.
  2. Vigilar de cerca la ingesta y la salida.
  3. Reconocer los primeros síntomas de shock o hemorragia, como extremidades frías, disminución de la diuresis -menos de 30 ml/h-, llenado capilar lento -más de 3 segundos-, caída de la presión arterial, estrechamiento de la presión del pulso, taquicardia -aumento de la frecuencia cardíaca-.

TERMOREGULACIÓN: Evaluar el estado termorregulador del paciente.

  1. Evaluación de la temperatura cada hora para detectar hipotermia o hipertermia.
  2. Informar al médico de las anomalías de temperatura.
  3. Vigilar al paciente para detectar escalofríos postanestésicos o PAS. Esto se observa en los pacientes hipotérmicos, entre 30 y 45 minutos después del ingreso en la UPA. El SAF representa un mecanismo de ganancia de calor y se relaciona con la recuperación del equilibrio térmico.
  4. Proporcionar un entorno terapéutico con la temperatura y la humedad adecuadas. Deben proporcionarse mantas calientes cuando el paciente tenga frío.

VOLUMEN DE FLUIDOS: Mantener un volumen de fluidos adecuado.

  1. Evaluar y valorar el color y la turgencia de la piel, el estado mental y la temperatura corporal del paciente.
  2. Vigilar y reconocer los indicios de desequilibrios de líquidos y electrolitos, como náuseas y vómitos y debilidad corporal.
  3. Vigilar estrechamente la ingesta y la salida.
  4. Reconocer los signos de desequilibrio de líquidos. HIPOVOLEMIA: disminución de la presión arterial, disminución de la diuresis, aumento del pulso, aumento de la frecuencia respiratoria y disminución de la presión venosa central (PVC). HIPERVOLEMIA: aumento de la presión arterial y de la CVP, cambios en los ruidos pulmonares como la presencia de crepitaciones en la base de ambos pulmones y cambios en los ruidos cardíacos como la presencia de galope S3.

SEGURIDAD: Promover la seguridad del paciente.

  1. Evite las lesiones nerviosas y las tensiones musculares apoyando y acolchando adecuadamente las zonas de presión.
  2. Examen frecuente de los apósitos para detectar posibles constricciones.
  3. Levante las barandillas laterales para evitar que el paciente se caiga.
  4. Proteger la extremidad en la que se insertan los líquidos intravenosos para evitar un posible desprendimiento de la aguja.
  5. Asegúrese de que las ruedas de la cama están bloqueadas.

COMODIDAD: Promover la comodidad del paciente.

  1. Observar y evaluar las manifestaciones conductuales y fisiológicas del dolor.
  2. Administrar medicamentos para el dolor y documentar su eficacia.
  3. Ayude al paciente a adoptar una posición cómoda.

INTEGRIDAD DE LA PIEL: Minimizar el deterioro de la piel.

  1. Registre la cantidad y el tipo de drenaje de la herida.
  2. Inspeccionar regularmente los apósitos y reforzarlos si es necesario.
  3. Cuidado adecuado de las heridas según sea necesario.
  4. Lavarse las manos antes y después del contacto con el paciente.
  5. Gire al paciente hacia los lados cada 1 o 2 horas.
  6. Mantener la buena alineación del cuerpo del paciente.

EVALUACIÓN en la PACU

Los pacientes en la PACU son evaluados para determinar el alta de la unidad. Los siguientes son los resultados esperados en la PACU:

  1. El paciente respira con facilidad.
  2. Ruidos pulmonares claros en la auscultación.
  3. Signos vitales estables.
  4. Temperatura corporal estable con escalofríos o temblores mínimos.
  5. No hay signos de desequilibrio en el volumen de fluidos, evidenciado por una ingesta y una salida iguales.
  6. Dolor tolerable o minimizado, según el paciente.
  7. Bordes de la herida intactos y sin drenaje.
  8. Barras laterales elevadas.
  9. Posición adecuada del paciente.
  10. Mantener un ambiente tranquilo y terapéutico.

Cuidados del paciente durante la fase postoperatoria inmediata: Traslado del paciente de la RR a la Unidad Quirúrgica

Para determinar si el paciente está preparado para ser dado de alta de la PACU o de la RR deben cumplirse ciertos criterios. Los parámetros utilizados para el alta de la RR son los siguientes:

  1. Estado cardiopulmonar no comprometido
  2. Signos vitales estables
  3. Una producción de orina adecuada – al menos 30 ml/hora
  4. Orientación sobre la hora, la fecha y el lugar
  5. Respuesta satisfactoria a las órdenes
  6. Dolor mínimo
  7. Ausencia o control de náuseas y vómitos
  8. Lecturas de oximetría de pulso con saturación de oxígeno adecuada
  9. Respuesta satisfactoria a las órdenes
  10. Movimiento de las extremidades después de la anestesia regional

La mayoría de los hospitales utilizan un sistema de puntuación para evaluar el estado general del paciente en RR o PACU. La observación y evaluación de los signos físicos del paciente se basa en un conjunto de criterios objetivos. La guía de evaluación utilizada es una modificación del sistema de puntuación APGAR utilizado para los recién nacidos. De este modo, se garantiza una evaluación más objetiva del estado físico del paciente mientras se recupera en la RR o en la PACU. La puntuación perfecta posible en este sistema de puntuación APGAR modificado es 10. Para ser dado de alta de la RR o PACU se requiere que el paciente tenga al menos entre 7 y 8 puntos. Los pacientes con una puntuación inferior a 7 deben permanecer en RR o PACU hasta que su estado mejore. Las áreas de valoración en la guía de evaluación de la PACU o RR son:

  1. Respiración: capacidad de respirar profundamente y toser.
  2. Circulación – presión arterial sistólica 80% del nivel preanestésico
  3. Nivel de conciencia – responde verbalmente a las preguntas u orientado a la ubicación
  4. Color – color normal de la piel y apariencia: piel rosada y mucosidad
  5. Actividad muscular: se mueve espontáneamente o por orden

Cuidados de enfermería durante el postoperatorio intermedio:

Evaluación

  1. Estado respiratorio: permeabilidad de las vías respiratorias, profundidad, frecuencia y carácter de las respiraciones, naturaleza de los ruidos respiratorios
  2. Estado circulatorio: signos vitales, incluyendo la presión arterial y el estado de la piel
  3. Neurológico: nivel de respuesta
  4. Drenaje: presencia de drenaje, necesidad de conectar los tubos a un sistema de drenaje específico, presencia y estado de los apósitos
  5. Comodidad: tipo de dolor y localización, náuseas y vómitos, cambio de posición necesario
  6. Psicológico: naturaleza de las preguntas del paciente, necesidad de descanso y sueño, molestias por ruido, visitas, disponibilidad de timbre o luz de llamada
  7. Seguridad: necesidad de barandillas laterales, tubos de drenaje no obstruidos, fluido intravenoso correctamente infundido y sitios intravenosos correctamente entablillados
  8. Equipo: se comprueba el buen funcionamiento

Objetivos e intervenciones

  • P – Prevenir y/o aliviar las complicaciones
  • O – Función respiratoria óptima
  • S – Apoyo: bienestar psicosocial
  • T – Perfusión tisular y mantenimiento del estado cardiovascular
  • O – Observar y mantener una ingesta adecuada de líquidos
  • P – Promover una nutrición adecuada y la eliminación
  • A – Equilibrio adecuado de líquidos y electrolitos
  • R – Mantenimiento de la función renal
  • E – Fomentar la actividad y la movilidad dentro de unos límites
  • T – Cuidado minucioso de la herida para su adecuada cicatrización
  • I – Control de infecciones
  • V – Vigilante ante las manifestaciones de ansiedad y promoviendo formas de aliviarla
  • E – Eliminar los riesgos ambientales y promover la seguridad de los pacientes

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