La gestión hospitalaria es un término muy amplio y puede definirse desde diferentes aspectos. Se refiere principalmente a la gestión de todos los aspectos de un hospital; una coordinación de todos los elementos de un hospital. Puede abarcar desde la atención al paciente hasta el mantenimiento de registros, pasando por el inventario de medicamentos y la limpieza. Para llegar a ser un profesional de la gestión hospitalaria es necesario ocuparse de todos y cada uno de los elementos del hospital.
Atributos de la gestión hospitalaria
En todos los entornos sanitarios, incluidos los hospitales, los centros de salud y las clínicas;, la coordinación es el alma de la gestión hospitalaria. Sin embargo, en el entorno hospitalario, al disponer de una tecnología tan avanzada en los centros de salud;, es necesario integrar y sincronizar una gran cantidad de instalaciones y funciones, por lo que se requiere una estricta coordinación. La tecnología avanzada es un factor importante en las instalaciones y funciones del hospital.
Otro atributo de la gestión hospitalaria son las especialidades y subespecialidades en las que muchas subcategorías son especializaciones en sí mismas. Habrá diferentes personas que se ocupen de cada área o departamento del hospital, por ejemplo, una persona experta en cuidados intensivos se encargará únicamente de este departamento, mientras que una persona experta en gestión de inventarios será la única encargada de los suministros médicos (PC), una forma real de funcionamiento de la mayoría de los hospitales. Por ello, un profesional de la gestión debe estar capacitado para manejar cada una de estas áreas y poner en práctica sus conocimientos y habilidades.
Mientras tanto, el papel de los profesionales de la salud, al ser versátil, es un factor importante en la gestión hospitalaria. Durante sus prácticas académicas y su formación, la mayoría de los profesionales de la gestión hospitalaria están expuestos a todas estas funciones. Las funciones y los trabajos en el hospital suelen ser rotativos, así como barajados. Suelen desempeñar funciones dentro del departamento asignado durante un periodo de tiempo determinado, tras el cual son trasladados a otras áreas. Por tanto, a lo largo de toda su carrera, un profesional de la gestión hospitalaria se habrá formado y habrá trabajado en casi todas las áreas de gestión. Además, los administradores, miembros y personal de la gestión hospitalaria trabajan con estrictas normas de responsabilidad. La eficiencia es una necesidad en la que todas las diversas funciones del hospital tienen que llevarse a cabo sin problemas. Aunque la tecnología desempeña un papel importante para ayudar a estos profesionales en algunas áreas ;, también tienen que ser ingeniosos e intuitivos en muchos casos, incluso sin la ayuda de la tecnología. Algunos ejemplos son la atención y las relaciones públicas con los pacientes y los proveedores. Es el elemento humano el que se necesita con este tipo de funciones y relaciones.
Por último, y el atributo más importante de la gestión hospitalaria es un backend sólido o la garantía de que todos los aspectos del hospital se mantienen al día. Este es probablemente el requisito más importante de la gestión hospitalaria. Si el hospital tiene que parecer una entidad sanitaria en la que todo está impecable, la responsabilidad principal de garantizarlo recae en los responsables de la gestión. Al igual que la verdadera prueba de la eficacia de la tecnología está en lo poco invasiva que resulta para el usuario;, en la gestión hospitalaria tampoco debe quedar rastro externo del trabajo que se ha realizado en el interior.
