Convertirse en matrona

Convertirse en matrona

Las comadronas se han convertido en una profesión de larga data en la historia de la atención médica. Muchos se interesan por esta profesión médica y por cómo llegar a serlo. Para convertirse en una, se necesita sentido de la responsabilidad, compasión, formación/educación y cualificaciones. Para aquellos que estén interesados en convertirse en comadronas, aquí tienen información útil sobre la profesión.

La profesión de comadrona puede parecer limitada sólo a las mujeres, pero en realidad, puede ser ejercida tanto por mujeres como por hombres. Su trabajo consiste en proporcionar cuidados prenatales a las mujeres embarazadas y, sobre todo, en atender el parto.

Además, una comadrona presta atención posparto a las madres y sus hijos, lo que incluye ayudarles a amamantar correctamente. Están capacitadas para no intervenir en el proceso a menos que sea vital, y si encuentran algún problema que está más allá de su área de experiencia, deben remitir a las mujeres a los obstetras. Sin embargo, los problemas menores pueden ser atendidos por una comadrona.

¿Qué hay que hacer para convertirse en matrona certificada?

En primer lugar, es importante tener en cuenta cuáles son las cualificaciones requeridas en su estado para convertirse en comadrona. El hecho es que no todos los estados conceden la licencia a las matronas. Al mismo tiempo, algunos estados sólo permiten que las matronas ejerzan bajo la supervisión de una enfermera matrona certificada o de un obstetra. ¿Qué es una enfermera partera certificada? Es una enfermera titulada que ha recibido formación para supervisar partos.

El Registro Norteamericano de Matronas (NARM) es necesario en muchos estados para autorizar a las matronas. En la mayoría de los casos, éstas están autorizadas para dar a luz fuera del hospital. Sea como sea, para evitar cualquier problema en el futuro, siempre es mejor comprobar los requisitos e inscribirse en un curso certificado.

Es importante saber que el aprendizaje, o más bien la formación, es crucial en una profesión de este tipo, ya que lo que se aprende teóricamente tiene que llevarse a la práctica. Lo fundamental es la experiencia: formarse con matronas experimentadas. Para obtener la certificación NARM, hay que asistir a por lo menos 20 partos como participante activa; 10 de ellos deben estar dentro de los 3 años de la solicitud de certificación. A continuación, hay que asistir a veinte (20) partos como matrona principal bajo supervisión. Entre esos veinte (20), diez (10) deben ser fuera de un hospital y tres (3) de ellos deben ser de mujeres a las que se les haya realizado 4 visitas prenatales, un examen posparto y un examen del recién nacido.

Además, hay que presentarse y realizar 75 exámenes prenatales, que incluyen 20 exámenes iniciales, como matrona principal bajo supervisión. Luego hay que haber realizado 20 exámenes de recién nacido y, por último, 40 exámenes posparto.

Sí, esto puede ser bastante tedioso, pero si a alguien le apasiona realmente cualquier profesión, esto no sería un problema.

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